A cinco lustros del crimen del periodista Héctor Félix
Miranda aparecen más testimonios de la protección que el político y empresario
brindó al asesino material. Un testigo protegido declara que Hank Rhon envió
paquetes al parecer con cocaína, armas y miles de dólares a Vera Palestina
durante su estancia en la penitenciaría de “El Pueblito”. El motín de 1995 en
el penal de Tijuana habría costado 100 mil dólares, que salieron de las bolsas
del dueño del hipódromo
Luis Carlos Sáinz Martínez
A 25 años de
distancia del asesinato del periodista Héctor Félix Miranda “El Gato” y con
motivo de las investigaciones que se realizan desde hace dos años sobre las
conexiones del narcotráfico con el Hipódromo de Agua Caliente, testigos
protegidos revelan la comisión de delitos y el comportamiento sospechoso del
empresario Jorge Hank Rhon después del crimen ocurrido el 20 de abril de 1988.
A la fecha, los
autores materiales del homicidio continúan en prisión. Antonio Vera Palestina,
quien era encargado de seguridad del hipódromo a finales de los años ochenta y
compadre de Hank, se encuentra internado en el penal de máxima seguridad
“Altiplano”, en Almoloya de Juárez. Victoriano Medina Moreno, está preso en el
Centro de Reinserción Social “El Hongo”, en Tecate. El primero purga una
condena de 25 años y el último de 27 años de prisión.
Del autor
intelectual siempre se sospechó de Jorge Hank Rhon, incluso oficialmente y en
aquel entonces la declaración de Ernesto Ruffo Appel, “todos los caminos
conducen al Hipódromo”. Además, de la armería e instalaciones del Hipódromo
salieron armas de fuego y asesinos aquella mañana para matar al “Gato” Félix.
Después regresaron al hípico para dejar la escopeta calibre 12 doble cero y
ocultar el auto Trans-Am color oscuro utilizado para ultimar al codirector del
semanario ZETA.
Desde las primeras
investigaciones se conoció que Antonio Vera Palestina se refugió inicialmente
en el inmueble hípico y después huyó a Los Ángeles, donde finalmente fue
detenido el primero de mayo de 1990. También existen declaraciones en el
expediente que revelan que Vera siguió recibiendo su sueldo íntegro,
aproximadamente 3 mil dólares mensuales, pagados por su patrón.
DROGA,
ARMA Y DINERO A “EL PUEBLITO”
Hoy se sabe, a
través del testigo protegido Víctor Manuel Peña García “El Chuta”, que este
comenzó a trabajar como empleado de seguridad en el hipódromo en 1989 y su jefe
inmediato era Vera Palestina, quien le dotó de un arma corta y una larga,
ganando aproximadamente 10 mil pesos mensuales. También rendía obediencia a una
persona de nombre Fernando Pérez Mundo.
“El Chuta” declaró
que cuando Antonio fue detenido por el homicidio de Félix Miranda, Jorge Hank
Rhon y Pérez Mundo le ordenaban ir a visitar a Vera Palestina a la
penitenciaría de Tijuana conocida como “El Pueblito” hasta dos veces por semana
“y le llevaba paquetes que yo me imaginaba que eran de cocaína, ya que ahí
dentro tenía la concesión, y estos paquetes me los entregaba Jorge Hank Rhon”.
Agregó que su patrón
le decía “Aquí está este paquete, lo vas a llevar a mi compadre y afuera te van
a dar instrucciones”. Quien le instruía era Fernando Pérez Mundo, que le decía
con cuáles funcionarios debía acudir para que ingresara sin ser revisado y cumplir
con la encomienda.
El testigo protegido
aseguró que no había problemas para pasar y entrevistarse con Vera Palestina,
quien estaba alojado en una especie de ‘casa’ (carraca) a unos 15 metros de la
comandancia. En otra ocasión, dijo, le llevó al recluso una pistola escuadra
calibre 45 por órdenes del “jefe”, arma que entregó en las manos de Antonio sin
contratiempo alguno.
FINANCIAN MOTÍN DE 1995
Otro señalamiento
grave del mismo declarante involucra a Hank Rhon con el envío de 100 mil
dólares a su compadre preso en “El Pueblito”, a través de “El Chuta”, quien
refirió que “este dinero lo quería para pagar un motín que se hizo dentro del
penal, por lo que pasados tres días sucedió el motín y después de eso lo
trasladaron para Puente Grande”. Aunque el testigo no señala fechas, debió
tratarse de 1995, cuando ocurrió un sangriento disturbio en esa cárcel y se
produjo el traslado del reo a máxima seguridad en Jalisco. El 6 de marzo de ese
año fue ejecutado el director Jorge Alberto Duarte Castillo cuando llegaba a su
casa
La declaración de
Víctor Peña sobre Vera Palestina y Hank no acaba ahí. El testigo añadió ante la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO) que por órdenes de su patrón fue a visitar al asesino a su nueva
prisión para llevarle dinero, “arreglara su estancia en Puente Grande y que no
lo pasaran a población”, además de informar a su regreso a Tijuana sobre la
situación jurídica del encarcelado.
“Una persona de sexo
femenino de la cual no recuerdo su nombre, me recibió y me pasó a un área como
del jurídico y me llevan ahí a Vera Palestina y me empezó a preguntar ‘qué iba
a hacer el jefe, que si lo iban a sacar’, a lo que yo le contesté que no sabía,
que solamente el jefe le había mandado un sobre amarillo, el cual contenía
veinte mil dólares”, dijo Peña García.
El mismo testigo
seguiría declarando sobre otros temas, como los presuntos nexos que Hank tenía,
según “El Chuta”, con Benjamín Arellano Félix y “el Teo” García Simental, a
quienes llegó a observar de visita en el hipódromo con su patrón en diferentes
épocas y delató la presunta participación del millonario en la autoría
intelectual de algunos homicidios, entre ellos el de su nuera, de nombre
Angélica María.
EL ASESINATO DE “EL GATO”
Héctor Félix Miranda
fue cofundador del semanario ZETA con Jesús Blancornelas el 11 de abril de
1980, después de haber sido despojados el año inmediato anterior del periódico
ABC, que abrieron juntos en 1977. “El Gato”, como le llamaban, era un periodista
ácido y certero, cuando ‘pegaba’ dolía y con humor negro ponía ‘el dedo en la
llaga’ en su sección “Un poco de algo”.
Meses antes de su
muerte, Héctor escribió en sus columnas algunas noticias y comentarios en tono
burlón sobre el empresario “júnior” Jorge Hank Rhon y el 20 de abril de 1988
hombres al servicio de éste asesinaron de dos escopetazos al codirector.
Esa mañana lluviosa,
aproximadamente a las 09:15 horas, Félix Miranda salió de su casa a bordo de un
auto Ford sedán modelo 1980 para dirigirse al periódico. Una camioneta color
crema lo siguió. Cerca del semanario, en una esquina se encontró con un
vehículo Trans-Am y “El Gato” reconoció a Victoriano Medina, quien le hizo una
seña para platicar con él. El asesino se aproximó a la ventanilla del carro de
Félix ocultando a su espalda una escopeta, la cual disparó en dos ocasiones una
vez que estuvo a corta distancia del periodista.
Después de que los
criminales escaparon y se conoció que se habían refugiado en el hipódromo del
boulevard Agua Caliente, así como su identidad, las sospechas se volvieron
contra el patrón de ambos, Jorge Hank Rhon.
Victoriano Medina
Moreno, quien jaló del gatillo del arma asesina, fue detenido 10 días después
de los hechos. Al día siguiente Hank ofreció una rueda de prensa para
desligarse de la conducta de sus empleados y hasta dijo que el periodista era
su ‘amigo’. Por su parte, Antonio Vera Palestina fue aprehendido dos años
después, el primero de mayo de 1990 en Estados Unidos.
En marzo de 1991, el
Juez Segundo de lo Penal de Tijuana dictó sentencia en contra de los
‘matarifes’, quienes con los años tuvieron dificultades en la penitenciaría de
Tijuana. Vera Palestina se había convertido en un reo omnipotente en “El
Pueblito” y después de que corrió sangre en 1995 fue enviado a máxima seguridad
en Jalisco.
Victoriano Medina
Moreno fue descubierto hace unos años en posesión de una dosis de heroína en la
cárcel y recibió una nueva condena dictada por un juez federal de 11 meses de
prisión por delitos contra la salud. Actualmente se encuentra en el Cereso de
“El Hongo”.
25 años de impunidad
sin que el autor intelectual del crimen que cimbró al periodismo mexicano y a
la sociedad bajacaliforniana sea detenido. Vaya, ni siquiera indiciado.
(SEMANARIO ZETA/ 22 DE ABRIL 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario