Redacción/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- Luego de más de 10 días de la desaparición de cuatro estudiantes de la
Universidad Autónoma de Coahuila (UAC), la esperanza de encontrarlos con vida
se desvaneció con las primeras declaraciones de un grupo de “halcones”
presuntamente vinculado con ese hecho.
De acuerdo con el
testimonio de los sujetos detenidos el pasado fin de semana, Cecilia Picazo,
Marlyn Peña, Cintia Rivera y Carlos Núñez –alumnos de séptimo semestre de la
Facultad de Contaduría y Administración de Monclava– habrían sido ultimados
debido a que sus captores los confundieron con otras personas a las que
buscaban.
El procurador
general de Justicia de la entidad, Homero Ramos Gloria, señaló que los
detenidos por las autoridades estatales, además de dos sujetos que fueron
capturados por la Policía Federal, han dado indicios muy claros de lo que
ocurrió, y por ello las investigaciones ya se encuentran en un grado muy
avanzado.
“Tenemos ya lugares
en donde sucedieron los hechos, pero, para no afectar la investigación, queremos
compartir que los cuerpos no han sido encontrados, pero dentro de la
investigación ya sabemos lo que pasó”, comentó.
El funcionario
estatal sostuvo que algunos de los detalles no pueden darse a conocer por que
se trata de una investigación en curso, sin embargo admitió que aparentemente
los estudiantes fueron confundidos por sus captores.
Ramos Gloria no
reveló el lugar donde son buscados los cuerpos y tampoco a qué grupo de la
delincuencia pertenecen los detenidos, cuya captura fue dada a conocer el pasado
fin de semana por la Procuraduría General de Justicia de Coahuila.
Los sujetos,
puntualizó la dependencia en un comunicado, realizaban labores de facilitación
delictiva y fueron vinculados directamente con la desaparición de los jóvenes.
El pasado martes 16,
el vocero de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Jesús Carranza,
informó que elementos del Ejército Mexicano se habían sumado a la búsqueda de
los cuatro estudiantes de la (UAC) que desaparecieron el pasado jueves 11, día
en que ya no llegaron a sus hogares.
“No tenemos
evidencias de que su desaparición esté relacionada con delincuencia
organizada”, dijo Carranza en esa ocasión.
El funcionario
también dio a conocer que familiares de los universitarios interpusieron una
denuncia ante la Subprocuraduría para la Investigación y Búsqueda de Personas
no Localizadas un día después de su desaparición, el viernes 12, y que desde
entonces se inició la búsqueda para dar con el paradero de Cintia, Cecilia,
Arleth y Carlos, con la participación de las fuerzas armadas.
Según los
familiares, los estudiantes normalmente terminaban sus clases alrededor de las
22:30 horas, pero ese día (el jueves 11) ya no llegaron a sus domicilios.
(PROCESO/ Redacción/ 23 de abril de 2013)
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