Investigaciones Zeta
Durante esta semana,
la violencia provocada por las bandas del crimen organizado aterrorizó varios
estados del país, principalmente Coahuila, donde por varios días se efectuaron
ataques a distintos bares.
Los hechos se
suscitaron el viernes cuatro de enero en el municipio de Torreón. Según
información proporcionada por las autoridades en el primer caso, un grupo de
hombres armados disparó contra clientes del bar, denominado “Bar
Leonardos”, matando a tres individuos.
De acuerdo a
testigos, los matones arribaron al sitio en dos automóviles, de los cuales
descendieron para más tarde ingresar y atacar contra los parroquianos.
Un par de días
después, en otro atentado, al menos nueve personas murieron y otra decena de
ellas, resultaron heridas cuando nuevamente un comando armado entró a dos bares
en distintas horas de la madrugada del domingo seis de enero.
En estos ataques,
los bares que irrumpieron los delincuentes fueron los llamados, Futuro y
Tornados.
En el primer
atentado murieron dos personas, las cuales presentaban heridas de bala en todo
el cuerpo.
Mientras que en el
segundo sitio fallecieron siete personas, además de que otras cuatro resultaron
heridas, entre ellas una mujer.
Estos hechos
obligaron a que las autoridades activaran el Código Rojo, provocando la
movilización de efectivos de las diferentes corporaciones policiacas.
Con esto, son cinco
los bares que han sido atacados por el crimen organizado en las últimas semanas
y del 2010 a la fecha suman más de 10 destacando el caso del ataque al “Bar
Ferrie”, donde fallecieron una decena de personas. Además del atentado al “Bar
Juanes”, que arrojó ocho muertos y 19 heridos, así como el ataque en el “Bar
Quinta Italia Inn”, donde asesinaron a 17 personas y otras 18 resultaron heridas, algunas de ellas de
gravedad.
Apenas pasaron unos
días y la ola de violencia se extendió por el territorio lagunero alcanzando un
retén militar, el cual fue atacado por un grupo armado que utilizó armas de
alto calibre que incluyeron granadas.
El cerco militar
estaba ubicado bajo un puente en una de las avenidas principales de la ciudad,
sobre el periférico Raúl López Sánchez.
Tras el atentado,
policías y militares realizaron una persecución sin tener éxito alguno.
Afortunadamente no se reportaron víctimas fatales.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA Investigaciones/ Enero 14, 2013)
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