Un grupo de panistas
vinculados directamente al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, llevó a la
mesa del Consejo Político del Partido Acción Nacional (PAN) un tema: la
relación con el actual Presidente Enrique Peña Nieto y el gobierno del Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
Lo que los senadores
alegaban, o alegan, es que Gustavo Madero Muñoz “se ha entregado” a Los Pinos.
Nadie dudaría, si sabe el A-B-C, es decir, los básicos de la política mexicana,
quiénes reclamaban a Madero Muñoz que haya apoyado el Pacto por México.
A la cabeza, por
supuesto, Luisa María Calderón Hinojosa y, bueno, los otros: Ernesto Cordero
Arroyo, Javier Lozano Alarcón, etcétera. Curioso reclamo.
Porque es imposible
olvidar que el gran validador de la elección presidencial de 2012, y el más
optimista de que Enrique Peña Nieto, por encima de la panista Josefina Vázquez
Mota y de Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, fue Felipe
Calderón Hinojosa.
Ni siquiera habíamos
digerido la elección, para cuando Calderón ya había solicitado una cadena
nacional para levantarle la mano a Peña Nieto.
Ni siquiera el
Tribunal Federal Electoral (Trife) había validado el proceso para cuando
Calderón ya aplaudía, con el costal de denuncias a cuestas, que hubiera llegado
el priista.
¿Cómo entonces los
calderonistas le reclaman a Madero que en un acto congruente con la línea del
partido haya decidido apoyar el Pacto por México? ¿Pues en qué se ha convertido
el PAN? ¿En otro partido de tribus como el Partido de la Revolución Democrática
(PRD)? ¿Quién es “Cocoa” Calderón, la nueva Dolores Padierna Luna de Acción
Nacional? ¿Ahora también administra ambulantes la hermana de Felipe Calderón?
Lo cierto es que
Madero Muñoz, o cualquiera que llegue a la Presidencia Nacional del PAN debe
considerar que los calderonistas son muchos y están en posiciones importantes.
Felipe Calderón no habrá podido con el crimen organizado; Felipe Calderón no
habrá lidiado con la pobreza y con la corrupción.
Pero una cosa sí
hizo muy bien, de acuerdo con sus principios: colocar a sus amigos, a sus
incondicionales y a sus familiares en posiciones de refuego. Por bien de la
democracia, el PAN debe ponerse de pie y defender los principios de Manuel Gómez
Morín.
El PAN es un partido
que representa ideas, por lo menos ideas nobles. Es necesario que sobreviva,
moderado y democrático, y que le dé la vuelta al periodo oscuro –y ahí están
las cifras– que significó la influencia de Felipe Calderón Hinojosa.
Son muchos los
mexicanos que consideran al PAN una opción política viable, a pesar de los 12
años de errores garrafales. Por ellos, el PAN debe sacudirse de intereses
particulares y levantar las miras.
La hermana del ex
Presidente es la última autorizada para encabezar una rebelión. Se hubiera
levantado, mejor, cuando su hermano llevaba al partido a la ruina.
Este contenido ha sido publicado originalmente por
SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección:
http://www.sinembargo.mx/opinion/18-01-2013/11993.
(Sin embargo.mx / Redacción / enero 18 de 2013 - 0:00)
No hay comentarios:
Publicar un comentario