París.- La
ciudadana francesa Florence Cassez, que volvió a casa esta semana después de
pasar siete años encarcelada en México, dijo que fue ingenua al involucrarse
con un hombre acusado de dirigir una banda de secuestradores, pero defendió su
inocencia.
Cassez dijo
previamente que vivía en la finca de su ex novio, donde mantenían en cautiverio
a los rehenes, pero no sabía que estaban allí. Al menos una víctima identificó
a Cassez como uno de los secuestradores, aunque sólo por su voz.
El viernes, Cassez dijo
que estuvo en la hacienda de Israel Vallarta durante un par de meses mientras
buscaba un apartamento. Cassez, de 38 años, dijo a la televisión BFM que ella
pudo haber sido ingenua al involucrarse con Vallarta, pero añadió: “¿Quién a
los 30 años no ha tenido una relación como esa?”
La Suprema Corte de
Justicia de México ordenó la liberación de Cassez por violaciones graves de sus
derechos humanos y al debido proceso, incluyendo una recreación de su captura
por parte de la policía para que la grabaran los noticieros de televisión.
Los jueces dijeron
el miércoles que las violaciones al debido proceso, al derecho de recibir
asistencia consular y a que se recabaran evidencias con apego a la ley fueron
tan graves que invalidaron el veredicto original de culpabilidad dictado a
Cassez.
El caso ha provocado
que los mexicanos se embarquen en una suerte examen de conciencia sobre las
deficiencias del sistema judicial del país. Muchos de ellos utilizan la palabra
“indignación” para describir su reacción a la orden de liberación.
Y aunque el
presidente Enrique Peña Nieto dijo que instruyó al secretario de Gobernación
(Interior) y al procurador general de la república a fin de que tomen las
medidas necesarias para evitar que ocurran casos similares en el futuro, pocos
mexicanos creen que se logre un cambio significativo en un sistema en el que se
calcula que 98% de los delitos quedan impunes.
Isabel Navarrete, de
33 años, culpó a las instituciones del país por la situación actual mientras
alimentaba a su hijo con yogur en una céntrica avenida de la Ciudad de México.
“No hay credibilidad con las instituciones de justicia, y hay mucho dolor e
indignación por parte de las familias que sufrieron”, dijo Navarrete, quien
agregó que los dimes y diretes tras la liberación de Cassez no son más que una
“cortina de humo”.
Edgar Martínez, de
36 años, dijo que la corte no tenía opción ante los acuerdos diplomáticos entre
México y Francia. “Los favores bilatelares entre dos países van más allá del
dolor de cualquier familia”, dijo Martínez el jueves mientras caminaba cerca
del emblemático Ángel de la Independencia.
En Francia, Cassez
fue recibida en alfombra roja y con cámaras de televisión. La mujer se veía
descansada y fuerte tras haber cumplido siete años de una sentencia de 60 años
por secuestro.
“Fui exonerada”,
dijo ante los periodistas arremolinados que aguardaban su llegada, aun cuando
los jueces mexicanos señalaron expresamente que su fallo no era una
declaratoria de inocencia o culpabilidad.
La prensa francesa
reportó que la pareja de Hollande, Valerie Trierweiler, envió a Cassez un
paquete con maquillaje, chocolate y libros. Cassez y su familia se reunirían
con el mandatario y su pareja el viernes en el Palacio del Eliseo.
(ZOCALO DE SALTILLO/ Agencias/ 25/01/2013 - 02:05 PM)
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