Álvaro Delgado/ Reportaje Especial
En diciembre de
2011, la Cámara de Diputados eligió como consejeros del IFE a María Marván,
Lorenzo Córdova y Sergio García Ramírez, este último militante del PRI durante
cinco décadas y ex secretario general y quien ayer definió la votación que
exoneró a su partido de ser castigado por el caso Monex… Unos días después de
tomar posesión de su cargo, Proceso publicó una entrevista con él, en la que
habla de su priismo de cinco décadas y que a continuación se reproduce.
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- – En 2011, año en que cumple medio siglo de militancia en el
Partido Revolucionario Institucional (PRI), por el que estuvo a punto de ser
candidato presidencial en 1988 –en lugar de Carlos Salinas–, Sergio García Ramírez
fue electo consejero del Instituto Federal Electoral (IFE).
“Soy lo que soy, soy
quien soy y soy lo que he sido, no lo niego”, enfatiza el doctor en derecho
quien entre 2000 y 2001 fue secretario general del PRI, aunque aclara:
“En este momento soy
consejero electoral y estoy perfectamente consciente de que aquí uno no tiene
que militar en favor de ningún partido sino aplicar la ley con objetividad, con
firmeza, con independencia.”
Último procurador
general de la República que duró todo un sexenio –el de Miguel de la Madrid–,
identificado a menudo como quien incubó el auge del narcotráfico, lo que él
rechaza, García Ramírez insiste en que será imparcial como consejero del IFE:
“He tenido una trayectoria dentro de un partido político en función de mis
convicciones políticas y sin embargo puedo ser perfectamente independiente y
objetivo”.
En entrevista con el
reportero la mañana del 22 de diciembre de 2011, García Ramírez revela que
cuando los miembros de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de
Diputados le ofrecieron ser consejero les hizo una pregunta: “¿Ya reflexionaron
sobre mi trayectoria vital? No está oculta, no es misteriosa, es pública y
notoria”.
Detalla: “Todos los
que participaron en la invitación, que fueron todos los partidos políticos que
finalmente determinaron el rumbo de la elección, dijeron: ‘Sí, ya lo meditamos
y estamos de acuerdo en que sea usted. Confiamos en que usted va a ser
objetivo, imparcial e independiente’. ‘¿Están seguros? ¿Conceden esa
confianza?’. Dijeron: ‘Sí’. Y yo dije: ‘Muy bien, lo tomo y honraré ese
compromiso’”.
–¿Aunque siga usted
siendo militante del PRI?
–Aunque siga
teniendo las convicciones que tengo.
–Como militante del
PRI.
–Sigo teniendo las
afinidades políticas que tengo. No quisiera yo generar en torno a mi persona
una sombra de sospecha. Si quienes me eligieron me depositaron su confianza,
debe usted dar la oportunidad de acreditar que merecí la confianza.
–Es un dato.
–Sí, es un dato, ahí
está mi vida a la vista. No estoy negando toda la vida que he llevado. Estoy
tratando de ser cuidadoso en mis expresiones para no fomentar debates
innecesarios.
A punto de cumplir
74 años, García Ramírez tiene una trayectoria impresionante en la
administración pública desde que, en 1961, comenzó a trabajar en la
penitenciaría del Distrito Federal –el legendario Palacio de Lecumberri–, hasta
cargos de talla continental, como juez y presidente de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos entre 2004 y 2007.
Experto en las
materias penal, procesal y constitucional, miembro del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, García Ramírez dice ignorar si su
nombramiento obedeció a que domina también el tema del crimen organizado, que
gravita en los procesos electorales.
De hecho, además de
su paso por la PGR, entre los numerosos libros que ha escrito uno se titula
precisamente El crimen organizado y uno de los más recientes es sobre la
reforma penal constitucional, aunque lo electoral no le es ajeno: En 1970,
cuando fue subdirector general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y
luego subsecretario, en el sexenio de Luis Echeverría, era el responsable del
área electoral.
García Ramírez
advierte del propósito de la delincuencia de infiltrar el Estado: “Esa es una
posibilidad real. No se puede negar porque esa es la pretensión natural de la
delincuencia organizada. Y entonces el cuidado natural del Estado mexicano
tiene que ser evitar que semejante cosa ocurra”.
El crimen organizado
“como toda gran fuerza oscura, como le suelen llamar, puede tener esa
pretensión”, pero debe evitarse. “Este es ya un gran tema político. No tiene
que ver sólo con el tema electoral, sino con el manejo general del Estado
mexicano”.
–Si Felipe Calderón
reconoce que el crimen organizado definió la elección de Michoacán, ¿puede
colegirse que tratará de hacerlo en la elección federal?
–Mire, esto de que
definió la elección en Michoacán es un punto de vista. Lo dejo en los labios de
quien lo dijo, pendiente de mayor explicación para que yo pueda entender la
expresión de quien lo dijo. Yo no lo suscribo, no lo tomo necesariamente como una
verdad a propósito de lo que ocurrió en Michoacán.
“Me gustaría saber
por qué se dijo, me gustaría conocer la explicación, en qué forma intervino,
puntual y detalladamente. ¿Será porque mi experiencia de analista y de juez me
obliga a pedir generalmente pruebas de lo que se dice? No lo tomo tal cual se
dice.”
–Qué más pruebas
quieren, dijo Calderón, que el desplegado público en el diario AM de La Piedad…
–Esa es una
pretensión, claro, pero no quiere decir que (el crimen organizado) haya
intervenido y motivado y movido a la ciudadanía; pero, en fin, no entro en
debate con nadie, no me interesa. Simplemente digo: ¿Lo dijo? Muy bien, lo
dijo, yo también lo leí. ¿Lo comparto? No necesariamente lo comparto. Pero lo
que sí es que debemos evitar que esto pueda convertirse en una realidad en
otros lugares del país.
Con el antecedente
de que en 2006 Vicente Fox puso en riesgo el proceso electoral, como señaló el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, García Ramírez llama a
la prudencia: “Tenemos que ser todos en este momento, y me incluyo, muy
prudentes en nuestras expresiones”.
–¿Fue una
imprudencia esa acusación de Calderón?
–No. Tampoco he
dicho eso. Debemos ser todos muy prudentes. No estoy en la función judicial, no
quiero calificar las expresiones de un alto funcionario. Lo dejo en sus labios,
las reflexiono, las medito.
El proceso electoral
en marcha es muy complejo y, en lugar de echarle leña al fuego, prefiere
apagarlo. “Así entiendo yo mi misión: aplicar la ley y tratar de evitar que haya
fuegos. Mi invitación sería que seamos todos muy prudentes, que nos ayudemos
unos a otros sin ocultar nada, sin soslayar nada, sin negar la realidad, porque
la realidad sí existe –valga la perogrullada–, pero al mismo tiempo tratar
entre todos de crear una nueva realidad”.
–En su etapa como
procurador general de la República se señala que fue cuando se incubó en México
el narcotráfico.
–No es así. No es
así. La procuraduría que yo entregué la entregué en los términos en que lo
hice. La situación de aquel entonces era totalmente distinta de la actual, pero
en fin, la historia de esa etapa, de lo que pasó entonces, de lo que ocurrió
antes y de lo que ocurrió después, está por escribirse. Ya la escribiré.
Pero hoy el panorama
de México, ubica, es muy serio: “No niego la existencia de problemas, son
públicos y notorios, pero justamente para eso el IFE ha trabajado con todas las
instancias federales y locales a fin de asegurar las condiciones de la
elección. Hasta ahí podemos llegar y haremos todo lo que esté en nuestras manos
para conseguirlo”.
El jurista advierte
que en un contexto como el de México hay tentaciones autoritarias y usa la
metáfora de un camino en la selva: “Usted trabaja abriendo la selva, ampliando
y transitando el camino, pero un descuido, una noche de sueño, un olvido, puede
ser riesgoso porque la selva tiende a volver al camino, tiende a reconocer lo
que fueron sus territorios”.
Por eso la
protección de la democracia y los derechos humanos es algo cotidiano: “Hay que
estar en guardia, invariable y constantemente. En el ser humano existen
tentaciones violentas y apacibles, en la sociedad también existen tentaciones
autoritarias y democráticas. Tenemos que proteger unas y saber que existen las
otras para mantenerlas siempre atrás”.
(PROCESO/Álvaro Delgado/ 24 de enero de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario