CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al
grito de “¡Esta universidad no está exenta de violencia machista!” y “¡El
crimen de Lesby no es un hecho aislado, fue un feminicidio, un crimen de
Estado!”, colectivos, asambleas feministas, redes de mujeres, estudiantes y
personal de la UNAM marcharon dentro de las instalaciones de esta casa de
estudios, en rechazo a la violencia que sufren las mujeres dentro de la
universidad y para exigir el esclarecimiento del homicidio de la Lesby Orozco
Martínez.
Minutos antes de las dos de
la tarde, cientos de mujeres de todas las edades, niños, estudiantes,
académicas se reunieron a las afueras del Auditorio Ricardo Flores Magón, de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), con un fin: denunciar la
violencia de género que sufren día con día las mujeres en la UNAM.
“Todos los días matan a mujeres en nuestro
país. Hoy nos tocó en casa. Es una situación que ha rebasado por mucho al país
entero y, como universidad, nos toca reclamar”, explicó Paulina Cortés,
estudiante y miembro del colectivo “Nos hacen falta”, una de las organizaciones
que, junto con la Asamblea de Feministas de la UNAM, convocó y difundió a
través de redes sociales la convocatoria al mitin
Con los grupos de feministas
encabezando la marcha, y con el respaldo de otros colectivos mixtos que
gritaban desde la retaguardia del contingente, los cientos de manifestantes
partieron a las dos de la tarde, iniciando su recorrido por la explanada alta
de la Facultad y los pasillos centrales de la misma.
“Muchas compañeras han denunciado abiertamente
a estudiantes y académicos que las han acosado y violentado, en las escaleras,
cerca de los baños, en los turno de la tarde, pero vemos mucha negligencia por
parte de las autoridades de la facultad. Nuestros pasillos dejaron de ser una
burbuja de seguridad”, deploró una joven de Derecho.
“Vivimos diariamente en
nuestras facultades, en nuestros salones, de nuestros compañeros y profesores,
acoso y actitudes machistas”, compartió Roxana, de Filosofía y Letras.
Los manifestantes caminaron
por el circuito Mario de la Cueva, en la ciclovía que conduce a la Facultad de
Ciencias y también gritaron consignas en los pasillos del Anexo de Ingeniería.
Frente a la caseta telefónica
en donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Lesby, en un camino arbolado que
comunica a la Facultad de Química con el Anexo de Ingeniería, el contingente
dejó flores, veladoras, carteles e incluso leyó poemas.
Fue entonces cuando madres de
mujeres víctimas de feminicidio se hicieron presentes.
“Me uno para pedir justicia
por mi hija, tengo tres años con cuatro meses exigiéndola y no me quieren
ayudar. Lo de mi hija también lo quisieron pasar como que se suicidó. ¡No fue
cierto!: primero la golpearon, después la colgaron y todavía por último le
cortaron sus venas”, dijo entre lágrimas la mamá de Fernanda Sánchez Velarde,
joven asesinada el 4 de enero del 2004, en el municipio mexiquense de
Cuautitlán.
Norma Andrade, del Grupo de
Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, también habló de su hija,
encontrada sin vida en febrero de 2001, en Juárez, Chihuahua.
“Estoy molesta porque se
supone que las facultades son espacios libres de violencia en contra las
mujeres. El hombre se siente con el derecho de asesinar, venir y tirar y que no
pase absolutamente nada. A mí me asesinaron a una hija, y que se vuelva a
repetir eso en la universidad, en la ciudad donde se supone que es una entidad
segura, es de no creer”, señaló.
Luego de un “minuto de ruido”
por la joven asesinada en el campus, y todas las mujeres muertas por la misma
causa en el país, el contingente siguió avanzando por los pasillos de la
Facultad de Química, tomó el circuito que conecta a las facultades de Medicina,
Economía, Derecho y Filosofía, y finalmente llegó al edificio de rectoría.
Frente al escudo de la
Universidad y una bandera nacional, ocho estudiantes de teatro realizaron un
performance: mujeres maniatadas, embolsadas, golpeadas y ensangrentadas fueron
los papeles que interpretaron.
Finalmente, y luego de
escuchar los comentarios del exacadémico de la Universidad y exlíder del
movimiento estudiantil del 68, Marcelino Perelló, se leyó un pronunciamiento.
“Queremos que la universidad
reconozca que no puede contener el ser parte del clima de violencia que vive el
país, que no haga caso omiso de las denuncias y los hechos de violencia de
género que se llevan a cabo en ella, que sea congruente con las políticas y
protocolos para prevenir y erradicar la violencia de género dentro del campus,
que enuncie y no encubra ni sea cómplice de los agresores.
“Nuestra exigencia es que la
seguridad no se resuelve con la implementación de cámaras y otros elementos.
Esos son sólo paliativos, no han resuelto de fondo el problema en el que nos
encontramos. Lo que exigimos es la desarticulación de las redes de poder que
encubren a los acosadores, agresores y feminicidas.
“Debemos mejorar la atención
a las denuncias, que no revictimicen a las compañeras agredidas, y que se
lleven a cabo protocolos transparentes y sin irregularidades”, soltó.
Como ejemplo del “nivel de
misoginia dentro de la universidad”, señalaron que luego de denunciar a la
Facultad de Ingeniería como uno de los lugares más violentos dentro de la
universidad, grupos de estudiantes las atacaron en redes sociales, en donde las
llamaron “feminazis”, “exageradas”, e incluso escribieron que deberían de
encerrarlas a todas en un cuarto y quemarlas.
La manifestación concluyó
cerca de las cinco de la tarde y luego del pronunciamiento de los padres de
Lesby Orozco.
Entre los colectivos
participantes destacaron “Las enredadas”, “Pan y Rosas”, “Nos hacen falta” y
“Asambleas Feministas” de Ciencias Políticas y de Filosofía y Letras.
Como ejemplo del “nivel de
misoginia dentro de la universidad”, señalaron que luego de denunciar a la
Facultad de Ingeniería como uno de los lugares más violentos dentro de la
universidad, grupos de estudiantes las atacaron en redes sociales, en donde las
llamaron “feminazis”, “exageradas”, e incluso escribieron que deberían de
encerrar a todas en un cuarto y quemarlas.
Horas más tarde, la
Universidad emitió un comunicado en que aseguraba compartir la indignación
expresada por los sectores de la comunidad universitaria, y aseguraba que el
mitín era una muestra palpable de que sucesos como el ocurrido a Lesby no
debían repetirse.
“La UNAM reitera su voluntad
de continuar colaborando, con todo lo que esté a su alcance, con las
autoridades investigadoras para conocer a la brevedad lo sucedido”, dijo.
De entre los colectivos
participantes en la protesta destacaron “Las enredadas”, “Pan y Rosas”, “Nos
hacen falta” y “Asambleas Feministas” de Ciencias Políticas, de Filosofía y
Letras.
“No es un hecho aislado, fue
feminicidio, un crimen del estado”, corearon las cientos de mujeres en la
marcha.
(PROCESO/ ARELI VILLALOBOS/ 5 MAYO, 2017)
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