Datos oficiales revelaron que, en 2015,
la producción de frijol en México disminuyó un 23.9 por ciento respecto al año
2014, con lo que llegó a las 969 mil 100 toneladas. Además, el consumo per
cápita de la semilla en México también ha mostrado una tendencia a la baja
desde las últimas tres décadas: de un promedio de 16 kilogramos consumidos por
persona cada año en la década de los 80, en la actualidad cayó hasta la mitad,
a 8.4 kilogramos. El líder campesino Ernesto Guevara acusó que con la
desaparición de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), en
1999, se le dio el tiro de gracia a la producción local de la semilla, ya que
no hubo una sustitución de la instancia encargada de acopiar y distribuir gran
parte del producto.
Ciudad de México, 23 de abril
(SinEmbargo).- El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hizo a
México dependiente de Estados Unidos en un alimento básico: el frijol. Lo
anterior, pese a que en el país se concentra la mayor diversidad del planeta,
pues de las 150 variedades silvestres que existen, un tercio se encuentra en
tierras mexicanas con gran variedad de tamaños, colores y requerimientos
ecológicos, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (Conabio).
La semilla se consume y se
produce cada vez menos en el país y a partir de la firma del TLCAN la situación
empeoró, al grado de que hoy, Estados Unidos provee del alimento a México. El
informe Frijol 2016 de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la
Agricultura (FIRA) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) y el
Banco de México (Banxico) reveló que en 2015 la producción disminuyó un 23.9
por ciento, respecto al año 2014, con lo que llegó a las 969 mil 100 toneladas.
El consumo per cápita de la
semilla en México también ha mostrado una tendencia a la baja desde las últimas
tres décadas, ya que de un promedio de 16 kilogramos consumidos por persona
cada año en la década de los 80, en la actualidad cayó hasta la mitad, a 8.4
kilogramos.
Aunque usted no lo crea: México ya no
produce ni el frijol que se come; cada año trae más… sí, de EU
En entrevista para
SinEmbargo, Ernesto Guevara, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones
Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), explicó que con la entrada en vigor
del TLCAN, México entró en una “gran desventaja”, ya que se le otorgó acceso a
la producción estadounidense y significó un daño para los productores
mexicanos, pues “se prefirieron las importaciones” que los productos locales.
“Se estimularon las
importaciones, bajo el argumento de que era más barato. Se debilitó mucho la
estructura nacional”, dijo.
En el mismo sentido, Humberto
Castro, investigador en la Universidad Autónoma Chapingo especialista en
producción de frijol, indicó que el TLCAN trajo consigo la baja de los precios
locales, con lo que se ha desincentivado a los productores.
“Nos desmoraliza, nos
desanima. Se ha ido fomentando la importación de granos, más que incentivar y
motivar. [El TLCAN] nos ha hecho dependientes y nos pone en riesgo al no tener
volúmenes internos de granos y al depender de otros países, puede haber un
colapso y podemos entrar en desabasto, es bastante grave esa parte. Fue un
error de México haber incluido al sector agropecuario en el TLCAN”, criticó.
En un texto compartido con
este medio, Gerardo Noriega Altamirano, profesor investigador en la misma
institución, indicó que “el consumo nacional es mayor a la producción de
frijol, ello explica que se acudan a las importaciones de frijol para complementar
la demanda que existe en el país. Las importaciones de frijol son provenientes
de Estados Unidos, México es primordialmente un país deficitario en frijol. Con
la entrada en vigor del TLCAN en 1994, a partir del 1 de enero de 2008 las
importaciones de frijol procedentes de Estados Unidos y Canadá tienen acceso
libre de arancel en el mercado mexicano, al cumplirse el periodo para su
desgravación de 15 años”.
El ingeniero Castro comentó
que México ahora tiene “posibilidades de renegociar el TLCAN y de darle
protección a la producción nacional”.
“Es importante trabajar al
interior con los productores mexicanos. Merecemos estar como prioridad ante los
granos importados y se debe favorecer el consumo nacional con inversión en infraestructura
y uso eficiente del agua, debido a las sequías porque hemos dependido de las
lluvias y en los últimos años han venido a menos, ahora las sequías son más
frecuentes”, subrayó.
En los años del TLCAN, México se ganó
una epidemia de obesidad y perdió autonomía alimentaria
El líder campesino Ernesto
Guevara calificó el papel del Gobierno mexicano como “muy lamentable y muy
limitado” en los apoyos económicos para impulsar la producción nacional. “No ha
habido una política muy clara de fomento y eso ha significado que la producción
nacional no se ha estimulado como se debiera. Hay una pérdida significativa en
el consumo per cápita del frijol”, comentó.
Asimismo, criticó, que la
política del Presidente de Estados Unidos Donald Trump se basa en mantener las
exportaciones hacia México y en renegociar aquellos rubros donde son
deficitarios.
“No veo ningún concepto de
renegociación que nos pudiera beneficiar, sino por el contrario. Tenemos una
gran dependencia del maíz y el frijol proveniente de Estados Unidos y así lo
quiere mantener [el Gobierno de Trump]”, planteó.
Aunado a ello, señaló que
tras la desaparición de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares
(Conasupo), en 1999, se le dio el tiro de gracia a la producción local de la
semilla, ya que no hubo una sustitución de la instancia encargada de acopiar y
distribuir gran parte del producto.
De acuerdo con la Conabio, en
2012, el frijol ocupó el tercer lugar de superficie sembrada en el país con más
de un millón 700 mil hectáreas y una producción de un millón de toneladas. Los
principales estados productores son Zacatecas, Coahuila, Sinaloa, Durango,
Nayarit y Chiapas. Entre 2003 y 2013, en el país vecino del norte, en Myanmar,
Brasil y Tanzania, la productividad en dicho cultivo creció, mientras tanto, en
México, China e India, se redujo, según el informe de los FIRA.
“Es muy importante que la
posición del Gobierno mexicano sea siempre en defensa de los intereses de
México y la renegociación que a nosotros nos podría beneficiar sería que se
saque el tema agropecuario del TLCAN. Eso nos va a permitir pensar en
fortalecer a los productores de México y así se cuida la alimentación de sus
habitantes. En cualquier negociación se debe proteger el derecho de los
mexicanos. No se deben perder de vista los intereses de los mexicanos”, remarcó
Guevara.
UN TEMA DE SALUD
El profesor Noriega
Altamirano concluyó que “otra limitante para promover el cultivo son los
hábitos alimenticios de una sociedad contemporánea que cada día incrementa el
consumo de alimentos industrializados. Las leguminosas deben revalorarse y
reposicionarse en los mercados y en las mesas de los mexicanos”.
De acuerdo con la
organización El Poder del Consumidor, el frijol “es un paquete completo de
nutrimentos sanos, ya que naturalmente es bajo en grasas, en colesterol, alto
en fibra, en hidratos de carbono de lenta absorción, y proteínas”.
Finalmente, el ingeniero
Humberto Castro aseguró que la mejor alternativa para México sería poseer una
reserva nacional y fomentar la producción nacional y así dar un paso hacia la
independencia alimentaria, ya que, además, alertó, el grano proveniente de
Estados Unidos no es fresco ni libre de pesticidas por lo que la salud de los
mexicanos se ve afectada.
(SIN EMBARGO.MX/ Ivette Lira/ abril 23,
2017/ 8:00 pm)
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