El secretario mexicano de
Relaciones Exteriores ha dejado clara la posición del gobierno de Peña Nieto
sobre el muro fronterizo, cuya construcción pretende concluir en breve Donald
Trump. Esa posición, sin embargo, no expresa un consenso entre las fuerzas
políticas del país y mucho menos en el seno de la sociedad mexicana. Es un
error de política exterior e interior plantear las cosas como lo ha hecho Luis
Videgaray, eludiendo el debate en un asunto central de la relación entre los
dos países.
Ha dicho el secretario: “Una
de las cuestiones fundamentales entre las naciones es el reconocimiento mutuo de
la soberanía. Y nosotros reconocemos que EU como cualquier otro país tiene
pleno derecho soberano para proteger sus fronteras de la forma que decida. Por
supuesto que México considera que la continuación de la construcción de un muro
en la frontera es un gesto no amistoso y probablemente es una decisión que se
podría calificar de poco afortunada. Pero es una decisión del gobierno de EU y
quiero dejar muy claro que la construcción del muro no es tema de la relación
bilateral”.
Sí es un tema de la relación
bilateral. En el momento actual, es el tema mayor. Es una manera en que el
gobierno de Estados Unidos atiende el vínculo con su vecino del sur. Es una
forma de encarar los problemas que se generan con la cercanía geográfica y la
lejanía socioeconómica. Es un medio a través del cual se expresa un odio hacia
los mexicanos y mexicanas, así como hacia los centroamericanos, que pasan la
frontera en busca de trabajo, estudio y bienestar. Es un medio de renunciar a
la búsqueda de soluciones compartidas y, por tanto, de rechazar la
interlocución leal de los gobiernos de ambos países. Es una fórmula que tiende
a alejar a las sociedades de ambos países y a escindir a esa parte de la nación
mexicana que habita en Estados Unidos con su origen. Es una manera de encarar los
problemas internacionales a través del autoritarismo de una de las partes. Es
un medio de convocar al desprecio nacional y racial. Y es también una acción
que tendrá nocivas consecuencias ecológicas.
Los límites de la soberanía
de los estados nacionales son cada vez mayores. No vivimos en un mundo en el
que cada país puede hacer exactamente lo que decide. Hay principios y normas de
la convivencia. La soberanía nacional estadounidense no puede ser cobertura de
agresiones, al menos no aceptadas por México como Estado, país y nación.
Videgaray se equivoca cuando vincula la construcción del muro exclusivamente al
tema de la soberanía de los Estados Unidos.
De nada servirá que el
gobierno mexicano se empeñe en separar el tema del muro del TLC. Se trata en el
fondo de lo mismo. El gobierno de Trump pretende modificar el tratado comercial
o denunciarlo (eliminarlo) para obtener ventaja en lugar de ir a la búsqueda de
entendimientos, colaboraciones, acuerdos. Es la política de “lo tomas o lo
dejas”. En ese plano, no existe diálogo verdadero. Esto no puede considerarse
como “acto soberano” y mucho menos algo que provoque mutismo de la parte
mexicana.
Terminar de construir el muro
fronterizo es un acto de agresión contra México, es una manera de dar por
solucionado un problema de relación internacional que, sin embargo, va a tener
otras muchas manifestaciones, pero tratadas de la misma forma autoritaria,
despótica y racista con que ahora lo hace Trump. Por ello, el gobierno de
México, así como todas las fuerzas políticas mexicanas, están obligadas a
actuar dentro de Estados Unidos y en los ámbitos internacionales para conjurar
esta forma de imponer a los vecinos esquemas de confrontación y conflicto.
La política expresada por
Videgaray refleja sin duda el punto de vista de Peña Nieto, pero ni siquiera es
admisible por todos dentro del gobierno. Por ello, el Congreso mexicano debería
manifestarse para detener ese intento de separar la construcción del muro de
los asuntos nacionales mexicanos.
En su mayoría, el mundo
actual ya no admite murallas como supuestas soluciones a los problemas de
convivencia humana. México tampoco lo puede hacer, tanto porque jamás lo hizo
como porque sería el más afectado por ese muro.
(VANGUARDIA/ OPINION/ PABLO GÓMEZ/
Domingo, Abril 23, 2017 - 13:09)
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