CIUDAD DE MÉXICO (apro).-
Antes, durante y después de la aprobación de la reforma energética el gobierno
del presidente Enrique Peña Nieto bombardeó a la población con mensajes
halagüeños en prensa, radio, televisión y redes sociales sobre las bondades que
dicha medida implicaría para la economía familiar.
Una y otra vez, las
autoridades insistieron en que la reforma energética se traduciría en bajas en
precios y tarifas de gas, energía eléctrica y gasolinas, cosa que a la fecha no
ha ocurrido ni ocurrirá, según dejó entrever este miércoles el titular de la Secretaría
de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
De paso por San Pedro, Nuevo
León, donde inauguró la nueva imagen de las gasolineras Oxxo-Gas, del grupo
Femsa, el funcionario dijo abiertamente que los mexicanos tendrán que
“acostumbrarse” a la variación en los precios de la gasolina y la energía
eléctrica.
Luego de explicar que los
recientes incrementos en los precios de las tarifas de energía eléctrica y
gasolinas obedecen a los aumentos en los insumos de la materia prima y los
costos de distribución, añadió:
“Lo que tenemos que
acostumbrarnos en México es que los energéticos son un bien en el mercado y que
los precios en los energéticos pueden subir, puede bajar, dependiente de las
circunstancias económicas, los precios internacionales, del crudo y las materias
primas que dan lugar a la generación de la electricidad”.
Ni más ni menos.
(PROCESO / LA REDACCIÓN/ 6 JULIO, 2016)
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