Tribunal confirma la negativa
de amparo para trasladar al legendario capo a un penal de mediana seguridad en
Puente Grande. Limitaciones físicas impiden
a “El Padrino” desarrollar actividades laborales y deportivas en el CEFERESO 2
en Jalisco. El convicto espera su
incierto futuro intentando escuchar música (casi está sordo), y en un año ha
consultado 77 títulos de la biblioteca. Insiste en que no le dan atención
médica y lo mantienen aislado
Entre enfermedades, temores
de traslado y amparos fallidos, el narcotraficante mexicano Miguel Ángel Félix Gallardo
observa cómo transcurren los últimos años de su vida sin obtener mejoras en su
salud, ni un beneficio penitenciario, menos aún la anhelada remisión a una
prisión de mediana seguridad.
Desde el rígido modelo del
sistema penitenciario federal, el interno de 70 años de edad, disminuido
físicamente, recuerda con nostalgia aquellos sus primeros años de internamiento
en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, donde gozaba de relativa libertad
y las autoridades de esa cárcel le consideraba un “líder positivo”.
Hoy en día, preso en el
Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 2 “Occidente”, en
Puente Grande, Jalisco, donde observa buen comportamiento, el llamado “Padrino”
poco puede participar en las actividades que el personal del penal destina como
parte de su tratamiento individualizado.
Casi sordo, algo ciego y con
diversos padecimientos, Miguel Félix emplea su tiempo en escuchar música y -a
pesar de sus problemas de la vista- también dedica un espacio a la lectura.
El trabajo y las actividades
deportivas le están dispensadas, debido a la incapacidad médica.
El originario de Sinaloa
llegó al penal de máxima seguridad de Jalisco el 31 de enero de 2015,
procedente del CEFERESO 1 Altiplano, donde estuvo durante más de 20 años.
Un juzgado autorizó su
traslado a la tierra donde vive su familia, pero la satisfacción no fue total
porque la idea era arribar al reclusorio preventivo de administración estatal.
Desde que estaba en la
prisión federal en Almoloya de Juárez y hasta la fecha, Miguel Ángel Félix
Gallardo y sus abogados no han dejado de luchar jurídicamente contra el
régimen.
El 1 de abril próximo pasado
recibieron un nuevo revés.
El Primer Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito engrosó la sentencia en la que se confirmó
la negativa de amparo dictada meses atrás por el Quinto Tribunal Unitario, de
trasladar al capo al penal de mediana seguridad en Puente Grande.
UN PRESO INTELECTUAL
Los diversos juicios de
amparo interpuestos por Félix Gallardo han permitido conocer más acerca de su
vida intramuros en el último año.
Las autoridades
penitenciarias han negado la mayoría de los actos reclamados, desde
aislamiento, tratos crueles e inhumanos, hasta falta de atención médica común o
especializada y la no entrega de medicamentos.
Informes brindados por las
prisiones federales en las que ha estado internado o la declaratoria de
cumplimiento de amparos antes concedidos, exponen que al reo se le han brindado
consultas médicas en las especialidades de odontología, endodoncia,
otorrinolaringología, oftalmología y gastroenterología, entre otras. También se
han suministrado medicinas.
A través del oficio
SEGOB/CNS/OADPRS/CFRS2/DG/0656/2016, recibido en el Juzgado Quinto de Distrito
en Materias de Amparo y Juicios Civiles Federales en el Estado de México, el
titular del Área Técnica del CEFERESO 2 informó sobre Félix:
“Actualmente habita en el
módulo de Centro de Observación y Clasificación, pasillo 1, estación 03,
edificio donde se encuentra el Área de Hospital y Áreas Técnicas, precisando
que dentro de dicha instancia habita únicamente el citado interno, en el
pasillo se encuentran ocho estancias, con 12 internos que cohabitan, son parte
de la población de la mencionada área”.
El informe refiere que el
recluso no participa de actividades laborales, debido a su situación médica,
estado de salud y que cuenta con incapacidad médica. Le sustituyen la actividad
por terapia ocupacional, como lo es el taller de música, actividad que se
programa de acuerdo a las posibilidades de la institución.
En ocasiones el propio
interno se exime de participar manifestando deficiencias auditivas y sólo se
presenta a firmar.
Participa de una manera más
activa en los programas escolares, “repasando contenidos de secundaria de
manera intrainstitucional, acude a la actividad cuando es convocado, empero ha
manifestado en reiteradas ocasiones no estar en condiciones de revisar los
materiales escolares asignados por las limitantes visuales y auditivas que
presenta, razón por la que durante el curso de las asesorías, sólo socializa
sobre temas alusivos a la historia contemporánea de México”, destaca el
documento.
Los registros de la
biblioteca del reclusorio federal de Puente Grande dejan en claro el gusto del
interno por la lectura.
De enero a enero, en un año
ha revisado 77 títulos de los géneros de literatura, religión, consulta y
generalidades. Entre los textos consultados se encuentran: “La Biblia Letra
Grande”, “Libros Escogidos”, “Salma Hayek”, “Visiones de la Muerte” y “La
Batalla del Irlandés”.
PROBLEMAS DE SALUD
Limitaciones físicas han
impedido al preso desarrollar las actividades deportivas programadas para los
internos del Centro de Observación y Clasificación, por lo que el personal sólo
le permite hacer deporte en modalidad libre, en la cual Félix Gallardo sólo camina
en el patio.
Miguel Angel Felix Gallardo
De acuerdo con documentos suscritos por la Oficina Médico Criminológica del
penal federal, al interno Miguel Ángel Félix Gallardo se le diagnosticó “Ptisis
Bulbi” en el ojo derecho y catarata senil izquierda.
“Debe exceptuársele de
actividades laborales y deportivas. No puede realizar deportes de contacto
(futbol, basquetbol, voleibol); puede caminar en patio y realizar actividades
propias de su edad; no puede realizar actividades que requieran de buena agudeza
visual y auditiva”.
Debido a lo anterior, el
legendario narcotraficante no puede comer lo mismo que la mayoría de la
población penitenciaria que cuenta con un menú general con todos los grupos de
alimentos, se le ha elaborado una dieta especial permanente sin embutidos,
alimentos procesados, condimentados, cítricos, lácteos ni caldos. La cantidad
de agua está limitada a dos litros al día.
“Cada tercer día se
proporciona cárnico (pescado, pollo o res), los cuales son asados sin
condimentos, los días que no le corresponde comer cárnico, se le sustituyen las
proteínas de estos por queso fresco y leguminosas, a fin de cubrir el aporte
proteico de alto valor biológico”, destaca el informe.
El interno puede consumir
huevo por las mañanas -tres veces a la semana completo y los demás sólo claras-
y se le otorga doble ración de fruta y verduras frescas o al vapor todos los
días en los tres servicios de alimento.
Los lácteos le son
sustituidos por avena en agua, té y jugos. Sus horarios son de 7:00 a 8:30 am
el desayuno, la comida de l:00 a 2:30
pm, y la cena se le sirve entre las 7:00 y 8:30 pm.
Félix Gallardo recibe sus
alimentos en la estancia en la cual habita, “toda vez que se encuentra ubicado
en el Centro de Observación y Clasificación, siendo que todas las personas que
habitan en dicho módulo reciben sus suministros alimenticios en su estancia, de
conformidad con el Artículo 63 del Reglamento de los Centros Federales de
Readaptación Social”.
LOS ÚLTIMOS AMPAROS
Pese a que las diversas áreas
del CEFERESO informan que al quejoso en amparos se le trata con decoro y
estricto apego a los derechos humanos, aseguran que no está incomunicado, han
remitido sus carnets de movimientos de visita familiar, íntima y de abogados, y
dicen que Félix no participa en actividades programadas porque no puede o en
ocasiones no quiere; el interno continúa presentando demandas de amparo.
Además del juicio de
garantías que le niega su traslado al Reclusorio Preventivo de Guadalajara, ha
promovido otra serie de demandas.
Temiendo un posible envío del
CEFERESO 2 a otra prisión de máxima seguridad, el recluso promovió el amparo
1832/2015 ante el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal de
Guadalajara, pero por no existir los actos reclamados, el juicio fue
sobreseído.
El 1 de diciembre de 2015
pidió un amparo ante el mismo juzgador ante la falta de autorización para
nombrar una persona de confianza.
Actualmente se desahogan
diligencias en espera de sentencia (asunto (1858/2015). Tres días después
presentó otra demanda de derechos fundamentales (1866/2015) ante el Juzgado
Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal de Guadalajara.
Reclama falta de atención
médica y tratos crueles inhumanos. Aún se encuentra en fase de recabar informes
de las autoridades penitenciarias y de dictado de resolución.
Asimismo, Félix reclamó un
presunto intento de trasladarlo a otra institución penitenciaria diversa al
CEFERESO 2, el 15 de marzo de 2016, ante el Juzgado Tercero de Distrito de
Amparo en Materia Penal de Guadalajara (468/2016). Pendiente de resolución.
Y por último, el 1 de abril,
se promovió un nuevo amparo ante el mismo juez (567/2016), también por falta de
atención médica por parte del área correspondiente en el penal de máxima
seguridad de Puente Grande.
(SEMANARIO ZETA/ FOTOS: archivo/
Investigaciones Zeta Lunes, 9 mayo, 2016 01:00 PM)
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