The New York Times | Johnny Barnes,
novio de mucho tiempo de la fallecida Clara Walker
Saint Louis— Clara Walker,
madre de nueve y abuela de ocho, estaba asomándose por la ventana de su casa
hace tres años al escuchar lo que inicialmente creyó que eran balazos de un
programa de crímenes en la TV.
Sin embargo, en ese momento
Anthony Jordan, de quien las autoridades dicen que era un sicario conocido como
“El Padrino”, estaba afuera rociando balas a diestra y siniestra, y dos de
ellas alcanzaron a Walker, matándola.
“Saint Louis es un lugar
peligroso ahorita. Están por todos lados”, comentó Johnny Barnes, el novio de
mucho tiempo de Walker, durante una entrevista.
Las autoridades relacionaron
la muerte de Walker con una pandilla callejera peligrosa de Saint Louis que
tiene nexos con un cártel mexicano de la droga, el cual ha distribuido en el
pasado mariguana y cocaína por todo el medio oeste. Sin embargo, en años
recientes, los traficantes mexicanos han inundado el área de Saint Louis con
una nueva y potente forma de heroína, reduciendo drásticamente los precios de
la droga e incrementando su potencia para atraer a consumidores de los
suburbios.
La dispersión de la heroína
barata ha llevado a un incremento del número de casos de sobredosis, de
adicción y de violencia en las ciudades de todo el país.
“Las pandillas necesitan
tener muchos clientes dado que la droga es tan barata”, explicó Gary Tuggle, el
jefe en Philadelphia de la Agencia Federal Antidrogas (DEA por sus siglas en
inglés), quien observó el mismo fenómeno cuando era jefe de la misma agencia en
Baltimore. “Lo que estamos observando es que estas pandillas se vuelven más
violentas conforme tratan de expandir su territorio”, agregó.
Para atraer clientes, los
cárteles, normalmente a través de un representante local, instruyen a las
pandillas para que vendan la droga hasta por 5 dólares la “tacha” de un décimo
de gramo de heroína en polvo, la cual podría durarle todo el día a un usuario
nuevo. A veces, las pandillas distribuyen muestras gratis, de acuerdo con los
agentes de la DEA.
La pureza de la heroína
decomisada por los agentes antinarcóticos en las calles de las ciudades de
Estados Unidos ha ido aumentando significativamente en años recientes, comentan
los agentes federales, llegando a un 50 por ciento de un cinco por ciento que
contenía hace apenas algunos años en Saint Louis, y en Philadelphia llega hasta
un 90 por ciento de pureza.
En 2014, Saint Louis tuvo el
índice más alto de homicidios de todas las ciudades con más de 100 mil
habitantes. Sus 157 homicidios de ese año subieron un 18 por ciento para llegar
a 188 en 2015 y aunque el ritmo ha bajado un poco en los primeros meses de este
año, la ciudad va de nuevo perfilándose para estar entre las ciudades grandes
más peligrosas del país.
El problema de la heroína
difícilmente puede ser ignorado por las autoridades de la ciudad. Entre
aquellos que han sucumbido ante el problema de la droga se cuenta a un sobrino
de Steve Stenger, funcionario del Condado de Saint Louis, quien murió de una sobredosis
en 2014. Un hermano del alcalde Francis Slay fue arrestado bajo cargo de
posesión de heroína en 2012, y el hijastro de Jennifer Joyce, la fiscal de la
ciudad, fue arrestado el mes pasado por el mismo cargo.
Los cárteles mexicanos,
incluyendo el de Sinaloa, que domina la distribución de drogas ilegales por
todo el medio oeste, en general se han abstenido de participar directamente en
la violencia en Saint Louis, comentan los agentes policiacos. Sin embargo los
lugartenientes de los cárteles han buscado incitar rivalidades entre las
pandillas callejeras, dicen las autoridades.
(EL DIARIO DE JUAREZ/ The New York Times
| Domingo 03 Abril 2016 | 14:23 hrs)
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