El diario alemán Süddeutsche Zeitung con sede
en Munich, recibieron millones de registros de una fuente confidencial y los
compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ
por sus siglas en inglés), que convocó a periodistas socios en todo el mundo.
Los más de 100 medios
internacionales que participaron de la investigación no pagaron por el acceso a
la información, que significa la mayor filtración de datos sobre lavado de
dinero a nivel mundial.
Los registros filtrados
provienen de la firma Mossack Fonseca, una empresa panameña, con sucursales en
48 ciudades del mundo, conocido por crear y administrar sociedades offshore,
fundaciones y fideicomisos en paraísos fiscales.
Entre los mexicanos
involucrados se encuentran el empresario mexiquense Juan Armando Hinojosa
Cantú, el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y Alfonso de Angoitia
Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas de Grupo
Televisa.
¿QUÉ SON LOS
PANAMÁ PAPERS?
376 periodistas, de 76 países, analizaron
durante un año de 11.5 millones de documentos filtrados de sociedades en
paraísos fiscales.
La operatoria de 12
presidentes actuales, además de ex mandatarios nacionales, y así como de un
centenar de políticos de todo el mundo, empresarios, celebridades y figuras del
deporte.
Los archivos incluyen a no
menos de 33 personas y compañías puestas en la lista negra del gobierno de los
Estados Unidos por haber hecho negocios con capos de la droga mexicanos y con
organizaciones terroristas como Hezbolá.
Los documentos, que van desde
1977 hasta el 2015, dejan en claro que grandes bancos impulsan de manera
importante la creación de compañías difíciles de rastrear en las Islas Vírgenes
Británicas, Panamá y otros paraísos offshore.
Los archivos contienen más de
15 mil 300 compañías de papel, usadas para ocultar clientes de más de 200
países.
Las sociedades offshore son
empresas que no registran ninguna actividad económica o comercial real.
Si bien no es ilegal tener
una firma en un paraíso fiscal, en muchos casos suelen ser utilizadas para
transferir dinero, realizar operaciones financieras o abrir cuentas bancarias
en el exterior, con atractivos beneficios impositivos y sin que se conozca a
sus reales dueños.
Como parte de sus servicios,
Mossack Fonseca ofrece la gestión de apertura de esas sociedades o la venta de
una ya conformada, además de su administración, a través de un manager propio o
de otras sociedades creada por ellos.
Los directores, que suelen
ser panameños y cumplen un rol formal, y hasta incluso, en algunos casos, los
accionistas que van a aparecer en los registros, para evitar que se conozca el
nombre real del beneficiario final.
La mayor parte de los
servicios que la industria offshore provee son legales si los utilizan quienes
obedecen a la ley.
Sin embargo, los documentos del Panamá Papers
demuestran que bancos, firmas legales y otros actores offshore no siempre
siguieron los requerimientos legales para asegurarse de que sus clientes no
estén envueltos en, por ejemplo, posibles maniobras de evasión de impuestos o
lavado de dinero.
En algunas instancias, según
muestran los archivos, intermediarios offshore se protegieron a sí mismos y a
sus clientes ocultando transacciones sospechosas o alterando registros
oficiales.
Vicepresidente de finanzas de
Televisa, involucrado en los #PanamaPapers, creó empresa para comprar
departamento en Las Bahamas Alfonso de
Angoitia Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas
de Grupo Televisa, contactó a Mossack Fonseca en el año 2005, a través de su
despacho: Mijares, Angoitia, Cortes y Fuentes.
El despacho le ofreció a Mossack Fonseca
integrar a su cartera a importantes empresarios de México, como Emilio
Azcárraga Jean, presidente de Televisa.
Uno de los productos de
Mossack Fonseca que más le interesó al despacho del ahora ejecutivo de la
televisora fue la creación de fundaciones.
A petición de entrevista del
portal Aristegui Noticias, Angoitia admitió haber adquirido esta empresa en
Bahamas “con el propósito de comprar un departamento y una membresía en un club
de buceo náutico ubicado precisamente en Bahamas, deporte que practica desde
hace muchos años”.
Sin embargo, aseguró que se
trató de una “adquisición pública y transparente”, por lo que le negó
relevancia al tema, según respondió el ejecutivo de Televisa a través del
vocero de la empresa, Alejandro Olmos.
“La adquisición de esa sociedad fue pública y
transparente.
Tan es así que esa empresa
quedó inscrita en el Registro Público de Bahamas, información que puede ser
consultada por cualquier persona. El licenciado Angoitia se encuentra en pleno
cumplimiento de las disposiciones fiscales que le son aplicables en México en
relación con UCETEL. No encontramos mayor relevancia en el tema, pero estamos
atentos por si se requiere mayor información”, dijo Olmos en la respuesta que
pidió se transmitiera de forma íntegra por el citado medio.
Angoitia, junto a Emilio
Azcárraga Jean, Bernardo Gómez González, y José Bastón Patiño, forman el grupo
de los llamados “Cuatro Fantásticos de Televisa”.
De acuerdo con la información
disponible, fue hasta 2014 cuando Angoitia creó su propia empresa, Ucetel
Incorporated, en las islas Bahamas, entre Cuba y Florida.
El 11 de diciembre de ese
año, la oficina de Mossack Fonseca en Bahamas recibió el certificado de
incorporación de la empresa propiedad del ejecutivo de Televisa.
Tres meses después, Angoitia
le pidió a la firma panameña incorporar como titular de una sola acción, con
valor de un dólar, a la empresa JTC Corporated Services (Suisse) Limited,
registrada en las Islas Vírgenes Británica, pero con dirección en Ritter House,
5th Floor, Wickhams Cay II, Roadtown, en Miami, Florida. Con ese sólo
movimiento de una acción, el ejecutivo de Televisa pidió también que se
registrara como director de Ucetel Incorporated a JTC Directors (Suisse) Ltd,
con sede en el territorio británico del Caribe.
En el formulario que entregó
a Mossack Fonseca para esa incorporación, Alfonso de Angoitia reportó que
Ucetel había sido creada como socio general de una Sociedad Limitada de Canadá
y que su capital era de 50 mil dólares, divididos en 50 mil acciones de un
dólar cada una.
El vicepresidente de
Televisa, la más importante de habla hispana, aseguró que era el único
beneficiario y que la procedencia de los fondos eran ahorros de su salario y
compensaciones.
Sin embargo, el interés de
Mossack Fonseca en Angoitia ha ido más allá de la compra de un departamento o
un yate, indica el semanario Proceso, que junto con Aristegui Noticias fueron
los únicos dos medios mexicanos involucrados en la investigación.
En sus primeros contactos con
el bufete de abogados mexicano, los agentes de la firma panameña ofrecieron sus
servicios a los socios del alto ejecutivo de Televisa.
Los documentos indican que un
empleado de Mossack Fonseca identificado como “J Palacios”, se reunió con
Carlos Malpica Hernández, entonces socio del despacho mexicano, para explicarle
los servicios de la firma especializada en la creación de empresas offshore.
Uno de ellos, el MF Trust,
que administra fundaciones privadas, apertura de cuentas bancarias y
administración general, así como los servicios de administración de Mossack
Fonseca.
Según el reporte de J
Palacios, Malpica le dijo que para entonces el uso de las corporaciones
offshore se habían reducido en ese tiempo en México, pero que estaba muy
interesado en la creación de fundaciones privadas, uno de los servicios de la
firma panameña.
Malplica “incluso tenía en
mente que el principal dueño de Televisa, que es uno de sus clientes, estaba
buscando una manera de organizar sus activos”, según el reporte del enviado de
Mossak Fonseca.
Y agregó:
“Las fundaciones privadas
serían una forma diferente e interesante de asistir a su cliente”, es decir, a
Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa.
Otro informe en el que se
hace seguimiento y evaluación del despacho Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes,
señala que gran parte de sus clientes son mexicanos y destacan que son los
abogados de Televisa.
“Han utilizado LLCs
(sociedades de responsabilidad limitada) de Dellaware y fideicomisos de las
Islas Caimán para fondos privados de capital”.
Explica:
“Pueden utilizar Caimán
legalmente porque solicitan al gobierno de Caimán un certificado de
transparencia, en el que se declaran las personas que aportan al fideicomiso o
a título personal. Con este requisito, la secretaría de Hacienda mexicana no
los graba como paraíso fiscal y pueden hacer deducciones”.
Según el documento, el
abogado del despacho del ejecutivo de Televisa Fernando Borja Mújica, “los
fondos privados se seguirán desarrollando y, “según él, serán el sustituto de
la Bolsa Mexicana”.
Más aún, que a pesar de las
prohibiciones legales a la banca privada para sugerir inversiones fuera de
México, “en realidad existe” esa conducta.
Optimista, indica Proceso, el
agente de Mossak Fonseca aseguró que tenían cien por ciento de probabilidades
de hacer negocios con los abogados de Televisa.
En la información filtrada no
aparece en lo inmediato que los hayan concretado. Sólo está el archivo de
Angoitia.
En la secuencia de documentos
que presentó al despacho panameño para acreditarse como beneficiario principal
de Ucetel Incorporated, Alfonso de Angoitia Noriega entregó una copia de su
pasaporte mexicano.
PERFIL DE ANGOITIA REALIZADO POR EL PERIODISTA JENARO VILLAMIL
Y PUBLICADO EN LA REVISTA PROCESO (TEXTO ÍNTEGRO TOMADO DE LA PUBLICACIÓN)
En los documentos oficiales
de Grupo Televisa ante la Bolsa Mexicana de Valores y ante la Securities
Exchange Commision (SEC) de Estados Unidos, Alfonso de Angoita aparece como
vicepresidente ejecutivo de Televisa y presidente del Comité de Finanzas del
Grupo Televisa. Es miembro del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo
de la televisora desde 1997.
Además, forma parte de los
consejos de administración de todas las empresas filiales de Televisa en el
área de televisión restringida y telefonía como son Cablevisión, Sky, Cablemas,
Operbes (Bestel), TVI, así como en la principal cadena de televisión de habla
hispana, Univisión, en donde la empresa de Azcárraga es socio de Haim Saban.
De Angoitia participa también
en los consejos de administración de Grupo Financiero Banorte y de Fomento
Económico México, y es presidente del patronato de la Fundación Kardias, que
combate las enfermedades cardiacas infantiles, organización civil que dirige
junto con su esposa María de la Concepción Legorreta.
Abogado especializado en
reestructuraciones financieras, Alfonso de Angoitia se incorporó en abril de
1997 al equipo directivo de Grupo Televisa que Emilio Azcárraga Jean armó tras
la muerte de su padre, Emilio Azcárraga Milmo.
Desde 1994, De Angoitia,
abogado egresado de la UNAM, fundó el despacho Mijares, Angoitia, Cortés,
Fuentes y Asociados que se convirtió en pocos años en uno de los más
influyentes debido a las redes de poder de Televisa y al vínculo político que
estableció De Angoitia con el gobierno de Ernesto Zedillo, el artífice de una
auténtica “operación de Estado” para que la mayoría accionaria de la televisora
recayera en manos de Emilio Azcárraga Jean y se evitara la pulverización de la
compañía por las disputas entre los familiares de “El Tigre” Azcárraga.
De Angoitia pronto se convirtió, junto con
Bernardo Gómez, amigo de la infancia de Azcárraga Jean, en el otro pilar de
esta especie de triunvirato que dirige los destinos de Televisa.
El otro integrante de “Los
Cuatro Fantásticos”, José Bastón, está al frente de la parte de contenidos y
programación del consorcio, pero tiene mucho menos poder que Angoitia y Gómez.
Durante el sexenio de Felipe
Calderón y especialmente en el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, el poder
y la influencia de De Angoitia crecieron al interior de Televisa, al grado que
es común que se maneje al interior de la compañía que entre él y Bernardo
Gómez, el operador político y responsable del área informativa del consorcio,
se disputan las principales decisiones de la empresa y de la sociedad.
De Angoitia fue el artífice
entre 2006 y 2010 del crecimiento de Televisa en los dos segmentos que se
convirtieron en el ancla de sus futuros negocios: la televisión de paga y los
servicios de telecomunicaciones.
En ese periodo, las ventas
del segmento de televisión de paga o restringida (cableras y Sky) crecieron
23.7 por ciento que contrastaron con el magro crecimiento de 0.5 por ciento en
el segmento de televisión abierta, el origen del poder y la fortuna de los
socios y accionistas de Televisa.
Este avance en el mercado del
triple play (video, telefonía e internet) llevó a Televisa a la confrontación
directa con Carlos Slim, el magnate de América Móvil que ayudó a la
reestructuración financiera del grupo y se transformó en su competidor en el
mercado de telecomunicaciones.
De Angoitia aprovechó al
máximo la prohibición en el título de concesión de Telmex para ofrecer
servicios de televisión restringida y con el apoyo de las autoridades de
telecomunicaciones y de competencia (CFC y Cofetel) Televisa acaparó en menos
de un lustro el 60 por ciento los servicios de televisión de paga.
La única competencia que tuvo
Televisa en este terreno fue Grupo Dish, una alianza formada en 2009 entre la
empresa Multivisión (MVS), EchoStar y Telmex. De Angoitia y su equipo de
abogados comenzaron desde esa fecha una disputa política y legal para acusar de
“ilegal” esta sociedad.
El 10 de julio de 2012, De
Angoitia fue el responsable de la operación tras bambalinas y de dar a conocer
la incorporación de Emilio Azcárraga Jean al Consejo de Administración de Grupo
Iusacell, en compañía de su presunto competidor Ricardo Salinas Pliego, de TV
Azteca.
Durante el gobierno de
Enrique Peña Nieto, De Angoitia fue el artífice de la negociación con Humberto
Castillejos, director jurídico de Los Pinos, para que Televisa saliera
beneficiada en la nueva reforma de telecomunicaciones, de tal forma que no se
reconociera su papel como “agente económico preponderante” en televisión
restringida.
De Angoitia y sus principales
colaboradores, como Francisco Fuentes Ostos del despacho Minjares, Angoitia y
Cortés, Alejandro Bustos Olivares, vicepresidente jurídico del consorcio, y
Adolfo Lagos, vicepresidente de Telecomunicaciones de Televisa, realizaron un
intenso cabildeo en el seno del nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones
(IFT), entre agosto y septiembre de 2015, para impedir que el organismo
regulador decretara a Televisa con “poder sustancial” en el mercado de
televisión por cable y televisión satelital (ver la edición 2031 de Proceso).
A pesar del poder acumulado y de su fama como
negociador implacable, De Angoitia enfrenta ahora el desafío de una nueva
crisis al interior de Grupo Televisa ante la disminución de la venta de
publicidad en televisión abierta, la caída de los ratings en sus principales
contenidos, el surgimiento de una nueva competencia que es la tv on line, cuyo
crecimiento ha sido exponencial (como en el caso de Netflix), y las deudas
acumuladas en dólares por Grupo Televisa.
La solución de Los Cuatro
Fantásticos ha sido emprender un recorte del 30 por ciento del personal de la
empresa, incluyendo a corresponsales, técnicos, administrativos, artistas, etc.
Televisa es una empresa en
crisis, pero sus cuatro principales ejecutivos, especialmente Alfonso De
Angoitia, están en su mejor momento y poseen una fortuna personal incalculable.
Por supuesto, buena parte de
los accionistas minoritarios de Televisa desconocen la existencia de, cuando
menos, una empresa “fantasma” a nombre del jefe de las finanzas de la
televisora.
(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/ Domingo, 3
abril, 2016 11:31 AM)
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