El subteniente Jorge Alberto Tadeo
Hernández está preso por la muerte de un sospechoso al que detuvo en 2011 en
Nuevo León. En espera de sentencia, acusa a sus superiores –los generales
Cuauhtémoc Antúnez Pérez y Guillermo Galván, así como el presidente al que
sirvieron: Felipe Calderón– de colgarse las medallas con sus éxitos y dejarlo
expuesto cuando falló en una labor policiaca. En una carta dirigida a distintas
autoridades, el oficial indica que no recibió capacitación para labores
policiacas y se le ordenó no llevar a un agente del Ministerio Público.
Únicamente se le dio la orden terminante: combatir al enemigo.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Hace cinco años, el 14 de febrero de 2011, la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) movilizó su aparato propagandístico para darle amplia difusión a la
captura de uno de los jefes regionales de Los Zetas en Nuevo León. Era parte de
la campaña militar del gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfico y una
respuesta del Ejército a los ataques de ese cártel, que incluso había
decapitado a nueve soldados.
El reconocimiento por la
captura fue para el jefe de la Séptima Zona Militar, el general Cuauhtémoc
Antúnez Pérez, actual secretario de Seguridad Pública en el gobierno
nuevoleonés de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. También, para el entonces
comandante de la IV Región Militar, el general de división Noé Sandoval
Alcázar, hoy subsecretario de la Defensa Nacional, quien fue condecorado con el
Mérito en la Campaña contra el Narcotráfico.
Fue el subteniente de
infantería Jorge Alberto Tadeo Hernández, comandante de una Base de Operaciones
Mixtas (BOM), quien al mando de 21 soldados del 22 Batallón de Infantería y
ocho policías estatales detuvo a Juan Carlos Olivera Acosta, El Sonrics, jefe
de Los Zetas en la zona citrícola de Nuevo León.
Lo detuvo afuera de su
domicilio. Olivera Acosta no se lo esperaba y había relajado su seguridad.
Sin enfrentamiento armado fue
apresado junto a otras dos personas, una de las cuales era una policía de ese
municipio.
La Sedena no sólo emitió el
comunicado de prensa en la Ciudad de México, sino que abrió las puertas de la
Séptima Zona Militar para presentar a los detenidos ante la prensa.
El subteniente Tadeo
Hernández había cumplido con la exigencia del general de Antúnez de aplicar la
directiva para el combate integral al narcotráfico 2007-2012 de la Sedena.
Una semana después aplicó de
nuevo la directiva contra el narcotráfico elaborada por el Ejército a partir de
“la visión” de Calderón.
Al frente de la BOM, Tadeo
Hernández detuvo en la zona centro de Monterrey a dos hombres sospechosos de
pertenecer a Los Zetas.
Los llevaron a la PGR, pero
en el camino a uno de los detenidos le dio un paro cardiaco por los golpes que
recibió.
Tras el fallecimiento, el
general Cuauhtémoc Antúnez Pérez ordenó al Ministerio Público Militar que le
iniciara una averiguación previa a Tadeo Hernández. Fue el único procesado.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2053, ya en circulación
(PROCESO/ JORGE CARRASCO ARAIZAGA /5
MARZO, 2016)
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