La búsqueda Joaquín Guzmán Loera ha
llevado a las fuerzas armadas hasta la tierra que lo vio nacer; desde hace
menos de un mes los helicópteros de la Marina sobrevuelan la sierra de
Badiraguato en búsqueda del Chapo y su gente. Los elementos de la Marina
pusieron su base en un rancho que decomisaron supuestamente propiedad de
Aureliano Guzmán, aunque trabajadores aseguran que es propiedad de doña
Consuelo, madre del líder del Cártel de Sinaloa y narran la llegada y los supuestos abusos que
han cometido los elementos castrenses.
Un joven empleado de la
familia de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, líder del Cártel de Sinaloa, sufrió
golpes —con palos y tablas—, amenazas de muerte y tortura sicológica por
elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) durante un
operativo realizado en la zona serrana del municipio de Badiraguato.
Con el pretexto de la
búsqueda del capo, los uniformados sorprendieron a Luis Armando cuando buscaba
un par de vacas y un toro, muy cerca del rancho asegurado por la SEMAR,
atribuido a Aureliano Guzmán Loera. Luego de capturarlo, los marinos lo
hostigaron y golpearon en glúteos, piernas y espalda.
Cuando llegaron los elementos
de la Marina, a mediados de mes pasado, otro de los empleados de nombre Luis
Armando, estaba como a 200 metros en un carro en el que transportaba agua para
el rancho, junto con su hijo, un niño de cuatro años.
“Cuando llegaron ellos (los
marinos), cayeron en la noche, yo estaba como a 100 o 200 metros del rancho en
un vehículo que llevábamos agua pa´ la casa, cuando vi al boludo, salí huyendo
con mi niño, y pos ya no supe más”.
Luis Armando dice trabajar
para doña Consuelo Loera, cuidando el ganado que hay en el lugar; la semana
pasada, unos días antes de Navidad, dice que fue enviado a buscar dos vacas y
un toro que se habían salido porque nadie los está cuidando en el rancho donde
mantienen la base los marinos.
Estaba buscando por el arroyo
de San José del Barranco cuando cuatro elementos de la marina lo detuvieron, lo
trasladaron hasta el rancho Lagunilla, donde según reporta fue golpeado y
torturado.
“Desde que me agarraron, me
llevaron a puros arrempujones hasta donde tenían el vehículo y ya que llegué a
la base con ellos, allá al rancho pos me vendaron los ojos, y pos de ahí ya no
supe más, nomás que puro recibir golpes y preguntas y preguntas.
Le dijeron, agregó, que “les
entregara gente de los Beltranes, del Chapo, de los hermanos de ellos, y yo
pos’ lo único que les decía era que andaba campeando vacas, que iba enviado por
doña Consuela Loera Pérez, querían que les dijera donde había armas, gente
armada y todo eso, y pos’ yo cómo les decía si no sé nada de eso”, cuenta el
trabajador.
Según reportes médicos que
mostró Luis Alberto, los golpes no le dejaron fracturas, sin embargo sí fuertes
hematomas en la zona de los glúteos y
piernas, “me golpearon con una tabla y se les quebró, después agarraron un
palo, me pusieron una bolsa en la cabeza con trapos mojados y pos me tiraron al
suelo y me daban toques con pilas”.
El joven dice que fue
retenido por la Marina alrededor de las 9:30 de la mañana y lo soltaron ese
mismo día, pero no sabe a qué hora.
“Un chavalo de los mismos de
ellos les dijo que pos’ no les convenía llevarme algún cuartel o algo por los
golpes y él les dijo que mejor fueran y me soltaran donde me pudieran recoger y
fueron y me soltaron al mismo lugar donde me agarraron. Me amenazaron de
muerte, yo oí cuando le montó tiro y me la puso aquí a esta lado del buchi
(cuello), y pensé pos’ si aquí me tocó, pos’ que voy hacer… y no, después me
defendió uno de ellos y creo que lo empezaron a golpear.
“Yo como les dije a ellos, yo
solamente les dije era un simple trabajador al diario, que trabajaba con doña
Consuelo”.
Luego de que lo dejaron, Luis
Armando caminó hasta llegar a un poblado cercano, donde pidió ayuda para que lo
llevaran hasta Badiraguato, donde una ambulancia lo trasladó hasta un hospital
en Culiacán y estuvo internado por tres días.
MONTAN OPERATIVO EN RANCHO
Desde mediados de diciembre se dio a conocer que la
Procuraduría General de la República (PGR) en colaboración con la Secretaría de
Marina decomisó un rancho, supuestamente propiedad de Aureliano Guzmán Loera,
el Guano, donde montaron la base los elementos de la armada que mantienen
un operativo en búsqueda del Chapo.
Según fuentes entrevistadas
por Ríodoce, el rancho llamado
Lagunilla, ubicado en la serranía de Badiraguato, pertenece desde hace más de
30 años a Consuelo Guzmán Loera, madre del capo, y aseguran que en el lugar no
fue encontrado armamento ni drogas, solo ganado y pastura.
Hace aproximadamente dos
semanas, durante la noche, un helicóptero llegó hasta al rancho donde solo
había unos cuantos trabajadores que se encargan de mantener y cuidar el lugar,
mientras otro sobrevolaba, interrogando a las empleadas que según reportan las
mantuvieron ahí todo un día.
“Nos hicieron muchas
preguntas, nos tomaron fotos, pusimos las huellas… nos preguntaron todo del
rancho, que si quienes trabajaban ahí, que si cuantos había, que si de quién
era el rancho, que si habíamos visto gente armada y así… nos preguntaban por el
Chapo y por el hijo de él”, contó una de las trabajadoras.
—¿Y por el Guano no les
preguntaron?
—No, nomás que cuando nos
hicieron la declaración nos dijeron que el rancho era del Guano, y nosotros les
dijimos que nosotros no habíamos dicho eso, pero dijeron que ellos ya traían la
ubicación que ese rancho era de él, y pos’ así le pusieron en la entrevista que
hicieron.
—¿Hubo balazos cuando
llegaron los marinos ahí?
—No, no hubo disparos, ni
hubo nada.
(RIOOCE/ Cristian Díaz/ 3 enero, 2016)
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