En
un polémico anuncio en Israel, realizado para una marca de gafas, se sugiere
que una mujer con obesidad no puede ser bella
JERUSALÉN,
16 de septiembre.- La supermodelo israelí Bar Refaeli, de 29 años, se ha visto
en medio de un sonado escándalo al protagonizar un anuncio de gafas en el que
no deja en buen lugar a las mujeres que no tienen su ajustada silueta.
El
anuncio, que se ha colgado en YouTube, muestra a un hombre apreciando las dotes
de baile de Bar Refaeli alrededor de una barra de metro mientras expone toda su
sensualidad, pero cuando el sujeto se pone las gafas descubre que la bella
rubia de ojos azules es en realidad una mujer entrada en carnes.
Las
quejas no tardaron en llegar al Canal 2 de la televisión israelí, y mientras
unos espectadores consideraban que el anuncio describía a la mujer como un
"objeto sexual", otros aludían al desprecio que mostraba hacia
mujeres de siluetas más anchas, informó el diario Yediot Aharonot.
DECEPCIONANTE E INSULTANTE
"Es
decepcionante e insultante que una mujer como Rafaeli, que puede influir en las
actitudes del público, haga la deliberada elección de perpetuar las dañinas
percepciones sobre las mujeres", dijo Galia Wolloch, directora de la
asociación sindical de mujeres Naamat.
En
una de las cartas al defensor del espectador del Canal 2, un espectador exige
retirar el anuncio porque describe a la mujer como "objeto sexual",
mientras que otro alude a la supuesta decepción del varón cuando Rafaeli se
transforma en una mujer con más peso.
"No
todas tenemos la talla de Rafaeli (89-60-89), y no por eso somos peores",
dijo al diario una espectadora.
En
otras quejas y debates por radio, algunos comentaristas explicaron que el
anuncio sugiere que una mujer entrada en kilos no puede ser bella.
ES ACCIONISTA DE LA FIRMA
El
anuncio lo hizo la modelo para una firma local de gafas, Carolina Lemke, en la
que tiene un número indeterminado de acciones y que en el pasado estuvo rodeada
de polémica por desinformación al consumidor.
De
nombre alemán, por su diseñadora, la demanda exigía una millonaria compensación
porque la firma era en realidad israelí y las gafas estaban fabricadas en
China.
El
principal accionista debió explicar que la diseñadora, su propia mujer, era en
realidad alemana y de ahí el nombre de la firma.
El
Canal 2 de televisión tendrá que sopesar ahora si ordena retirar el anuncio por
herir la sensibilidad del público.
(EXCELSIOR/
1 EFE / Fotos: Especial/6/09/2014 15:10)
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