Washington— Estados
Unidos torturó a miembros de al Qaida detenidos después de los atentados del 11
de septiembre de 2001, reconoció el viernes el presidente Barack Obama, en unas
de sus declaraciones más amplias hasta la fecha sobre varias prácticas
controversiales de la CIA que el mandatario prohibió después de asumir el
cargo.
"Torturamos a
algunos señores", afirmó Obama en una conferencia de prensa televisada en
la Casa Blanca. "Hicimos algunas cosas contrarias a nuestros
valores".
Adelantándose a la
inminente difusión de un informe del Senado que critica la forma en que la CIA
trató a los detenidos, Obama dijo creer que el maltrato ocurrió a causa de la
presión bajo la que vivían los funcionarios de seguridad nacional para prevenir
otro ataque.
El presidente dijo
que los estadounidenses no deberían verse muy "mojigatos" al hacer
juicios ahora a través de la lente de una actualidad distinta, aparentemente
más segura.
Esa posición, que
Obama expresó cuando era candidato a la presidencia en 2008 y luego al
principio de su período, explica por qué el mandatario no presionó para que se
presentaran cargos penales a los funcionarios del gobierno de George W. Bush
que dirigieron el programa de la CIA. Hasta la fecha, muchos de esos
funcionarios insisten en que lo que hicieron no fue tortura, que es un delito
grave bajo la ley de Estados Unidos.
Los comentarios del
presidente son un golpe a los ex funcionarios, así como a unas 200 personas que
actualmente trabajan en la CIA y que desempeñaron algún papel en el polémico
programa de interrogatorios.
En 2009, Obama dijo
que él prefería "mirar hacia adelante, no hacia atrás" en el tema, y
decidió que ningún funcionario de la CIA que siguió orientación legal en los
interrogatorios —sin importar cuán viciada resultó ser— debía ser procesado.
Una investigación penal de larga data sobre si la CIA rebasó esas orientaciones
—que es un alegato en el reporte del Senado— fue cerrada en 2012 sin cargos.
Aún así, las declaraciones
de Obama del viernes fueron más enfáticas que comentarios anteriores sobre el
tema, entre ellas un discurso de 2009 en el que pregonó su prohibición de las
"así llamadas técnicas mejoradas de interrogatorio" y "métodos
brutales", pero absteniéndose de admitir que el gobierno de Estados Unidos
había cometido tortura.
"Creo que 'el
submarino' fue tortura y, cualquiera que hayan sido los fundamentos jurídicos
utilizados, fue un error", dijo en abril de 2009. Al hablar de "el
submarino" Obama aludía a una técnica de interrogación también conocida
como "ahogamiento simulado" (waterboard).
"Cruzamos una
línea", afirmó. "Eso tiene que ser comprendido y aceptado... Hicimos
algunas cosas que estuvieron mal, y eso es lo que este informe refleja".
Obama no se refirió
el viernes a otros dos argumentos centrales del informe del Senado —a punto de
ser publicado— de que los interrogatorios brutales no resultaron en la
obtención de información de inteligencia para salvar vidas, y que la CIA le
mintió a otros miembros del gobierno de Estados Unidos acerca de qué estaba
haciendo exactamente.
Obama también
manifestó su confianza total en el actual director de la CIA, John Brennan.
Éste se disculpó con los senadores después de que el contralor de esa agencia
de inteligencia halló que sus empleados, en una acción impropia, registraron
las computadoras de personal del Senado que efectuaba la pesquisa sobre las
prácticas de interrogación y detención posteriores a los atentados del 11 de
septiembre.
Se han hecho pedidos
en el Capitolio para que Brennan renuncie.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Associated Press | Viernes 01 Agosto 2014 | 17:38 hrs)
No hay comentarios:
Publicar un comentario