VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- Pandillas centroamericanas de “maras”
salvatrucha se asientan en Tabasco y, aliados con “corruptos” operadores
políticos del PRD, invaden terrenos y despojan violentamente a sus
legítimos dueños, sin que las autoridades locales actúen en su contra.
Colonos expulsados de sus propiedades denunciaron lo anterior y
advirtieron que, hartos de abusos, violencia y enfrentamientos,
organizan un grupo de autodefensa para enfrentar a los invasores, “al
estilo Michoacán”.
El abogado Enrique Gamas Gamas, representante de más de 150
propietarios despojados de sus predios y casas en la colonia Ada Isabel
del municipio de Huimanguillo, Tabasco, relató que el pasado 10 de marzo
un grupo de unas 300 personas, liderados por el “operador político” del
PRD, Eurípides Cruz Rivera, apoyados por la diputa local independiente y
experredista, Jovita Segovia, invadieron sus propiedades “con violencia
y pandillerismo”.
En entrevista, acompañado de una veintena de colonos despojados,
explicó que la mayoría de los lotes están vacíos y otros tienen
construcciones a medias, pero todos, legítima propiedad de los
afectados, de acuerdo a las escrituras públicas y pagos del impuesto
predial en su poder.
Sin embargo, dijo, Eurípides, alegando que son terrenos deshabitados y
sin dueños, invadió las propiedades, llevando por delante a pandilleros
de los maras salvatruchas, de origen hondureños.
Estos, sobresalían “por su agresividad” y son identificados por sus
tatuajes, forma de hablar y pregonar que son “maras” de Honduras que
vienen “para quedarse en Tabasco”.
Los colonos presentaron denuncia por el despojo y Eurípides, con dos
de sus allegados, fueron detenidos y encarcelados, pero 8 días después
la juez sexta de lo penal, Guadalupe Vázquez Baeza, los dejó en
libertad.
El 14 de abril, Eurípides y su grupo volvieron a invadir las
propiedades, pero ahora con gente armada, y presumiendo que contaba con
el “apoyo” del gobierno del estado, pues la primera vez no le hicieron
“nada”.
Los afectados enviaron carta al mandatario Arturo Núñez para enterarlo que el líder invasor pregonaba que contaba “con el apoyo de usted señor gobernador”.
En la segunda ocasión, los invasores “llegaron más agresivos con los
compañeros colonos que ya viven ahí, robándoles sus pertenencias,
desbaratando sus propiedades y hostigándolos para salir de la colonia”,
relataron en otra carta, enviada el 6 de mayo al dirigente estatal del
PRD, Candelario Pérez Alvarado, para exigirle que fijara un público
deslinde con Eurípides, lo que nunca ocurrió.
Finalmente, por otra demanda, el 21 de mayo, “se detuvo el líder
principal de esta banda de estafadores, junto con la señora Juana Trejo y
dos personas más, incluyendo al delincuente Álex Jiménez López, quien
intentó agredir con arma de fuego a los (policías) ministeriales al
momento de la detención de Eurípides”, explicaron en otra misiva,
enviada al Secretario de Seguridad Pública (SSP) del Estado, Audomaro
Martínez Zapata, el pasado 6 de junio.
Resaltaron que Eurípides sigue preso en el Centro de Reinserción
Social del Estado y sin derecho a fianza, pero desde el penal “sigue
dando instrucciones” a quienes siguen posesionados de los terrenos y
cada día, “más violentos y agresivos”.
“Roban pertenencias a los colonos, los insultan, revisan y amenazan,
hasta volverse una situación insoportable como los hechos ocurridos el
30 de mayo”, informaron al funcionario y citaron que ese día, el
propietario José del Carmen Cruz Córdoba, fue agredido brutalmente.
Y que, además, el 1 de junio, “intentaron matar a machetazos al señor
Roberto Alegría Rueda junto con su hermano José Luis, por intentar
convencer a los invasores que desalojaran los predios; afortunadamente
lograron escapar y se les auxilió llevándolos al Hospital Regional”.
Se quejaron que por estas razones muchos colonos abandonaron sus
viviendas y lamentaron que el procurador General de Justicia, Fernando
Valenzuela Pernas, no ordene el desalojo de sus predios, pese a que los
invasores cometen el delito de despojo “en flagrancia”.
“Acudimos a usted para solicitarle de manera más atenta que envíe
patrullas con suficiente personal por las tardes noches, pues nuestra
colonia se ha convertido en madriguera de ladrones y narcomenudistas que
atentan contra la seguridad de los legítimos propietarios”, denunciaron
en su escrito dirigido a Martínez Zapata, general en retiro y titular
de la SSP.
Los colonos tienen en su poder videos y fotos de las agresiones en su
contra, entre ellos, uno donde se observa cómo un guardaespaldas de
Eurípides, identificado como Álex Jiménez López, amaga con su pistola a
los agentes ministeriales que detuvieron al líder invasor, durante un
operativo dentro de un establecimiento ferretero en el municipio de
Cárdenas, vecino de Huimanguillo.
Y también de cómo incendian un vehículo de unos de los propietarios de los predios.
El temor, dice el abogado Enrique Gamas, es que pandillas de los
“maras” ya se asentaron en Tabasco y en alianza con “líderes corruptos”
del PRD, despojan propiedades impunemente “y las autoridades no actúan”.
Por ello y hartos de las agresiones que pueden desembocar “en una
matanza”, los colonos organizan un grupo de autodefensa “para expulsar
por la fuerza a los invasores”.
”Nuestra paciencia llegó al límite. Haremos todo lo necesario para
defender nuestras propiedades si el gobierno no soluciona el conflicto”,
advierte don Roberto Abel Cruz Hernández, dueño de dos lotes invadidos.
“Sí, ya no aguantamos más, estamos hartos”, secundan las señoras
Fabiola Sánchez y Georgina Gómez, así como Vicente Rodríguez, despojados
también de sus propiedades.
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