Hablar
de Manlio Fabio Beltrones Rivera es hablar de una institución en la
política y de un referente obligado en el quehacer del gobierno en
México, desde que prácticamente se dio a conocer al país, como
subsecretario de Gobernación al lado de Fernando Gutiérrez Barrios
Es el héroe y el villano favorito de muchos en el país.
Es visto como el político más hábil, inteligente, pragmático y estudioso de los fenómenos sociales.
Unos lo
ven como un Dios, para otros representa un demonio; pero lo más
interesante es que esas reacciones las genera tanto dentro de su
partido, como fuera de él.
A mediados de los 90, recibió un golpe; fue acusado de nexos con el crimen organizado, lo cual nunca se le comprobó, salvo por la publicación de un reportaje, Manlio Beltrones provocó un inusitado movimiento en los medios de comunicación cuando demostró y se publicó en Estados Unidos, su trabajo para el combate contra el crimen organizado.
Quizá lo más duro que le ha tocado vivir, ha sido la muerte de su madre Beatriz, quien falleciera de cáncer.
Beltrones
Rivera es un hombre que se ha repuesto de crisis políticas, de golpes
de los enemigos más duros y ha mostrado que cuando muchos apenas van, él
ya viene de regreso.
Luego de
ser Gobernador, pasó cuatros años manejando un bajo perfil, desde la
CNOP, pero con el control político en Sonora, que le permitía seguir
conduciendo decisiones estatales en el PRI.
Cuando
Eduardo Bours Castelo gana la gubernatura y siendo su adversario
político, Beltrones se queda con muy pocas piezas para jugar en el
ajedrez del PRI estatal.
Pero tuvo 6 años para tender redes con los políticos más influyentes a nivel nacional, de todos los partidos, lo que le permitió quedarse a un paso de ser candidato a la Presidencia.
Recientemente le dieron otro golpe, del que sus adversarios pensaron que no se repondría.
Lo
acusaron de recibir dinero perteneciente a las partidas presupuestales
asignadas para los estados del país, y lo denominan “moches”.
Siempre se está hablando algo de él y siempre que se habla de él, es un referente en el manejo político nacional.
Propios y extraños lo reconocen como el hombre fuerte del PRI en Sonora.
Se habla
de él como quien será el fiel de la balanza, el “gran votante” en la
designación de candidatos para el 2015, sobre todo lo que tiene que ver
con la elección de Gobernador del estado.
A
través de este reportaje de investigación y semblanza, no pretendemos
más que mostrarle los mejores y los peores momentos en la vida de Manlio
Fabio Beltrones Rivera, quien sin duda está en la cúspide de su carrera
política.
Estos datos le servirán a usted para saber cómo tejió fino en las cúpulas partidistas cuando dejó la gubernatura.
Los
reporteros de Diario del Yaqui trataron de hablar con quienes fueron sus
adversarios políticos cuando gobernó, pero nadie quiso dar entrevistas
sobre el tema; entre ellos se buscó al priísta Bulmaro Pacheco Moreno y
al ex panista Manuel Espino Barrientos. No hubo respuesta.
Desde joven era hábil
En las negociaciones legislativas, Beltrones Rivera conoce qué, cómo, cuándo y por qué. Su carrera política la inició poco después de graduarse de la licenciatura de Economía por la Universidad Autónoma de México (UNAM) en 1974.
Su
olfato negociador le ha permitido colocarse como uno de los políticos
más importantes no sólo de Sonora, sino de México. Luego de terminar su
carrera, fue secretario particular del Subsecretario de Gobernación
durante el periodo de 1977-1982.
Tres
veces diputado federal, en dos ocasiones senador, domina el “teje y
maneje” de los asuntos legislativos, por ello, ha sido elegido
coordinador del grupo parlamentario en dos ocasiones.
A los 18
años se hizo miembro activo del Partido Revolucionario Institucional y
formó parte de la dirigencia del Frente Juvenil. Luego de terminar su
carrera profesional, el oriundo de Villa Juárez inició su carrera
política desempeñándose como jefe del departamento de Delegaciones
Distritales en el Distrito Federal.
Fue en 1982 cuando ocupó por primera vez una curul en la Cámara de Diputados.
Representó a Sonora, el distrito IV en la LII Legislatura. Tres años
después lideró al priísmo sonorense al ser designado dirigente del PRI
Estatal, para luego, ser secretario de Gobierno en la administración de
Rodolfo Félix Valdés en el periodo de 1985-1987.
A sus 35
años, Beltrones Rivera buscó un nuevo escalón en su carrera política y
fue elegido Senador por Sonora en 1988. Durante este periodo solicitó
licencia para ser subsecretario de Gobierno durante la gestión de
Fernando Gutiérrez Barrios.
Rumbo a la gubernatura de Sonora
En 1990
el futuro del candidato a gobernador era incierto para el PRI. Había
diferencias entre los principales actores del priísmo en Sonora. Los
tiempos se mostraban difíciles, pues en México se encontraba la
negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la Entidad fungía un
papel de suma importancia.
El
entonces dirigente estatal del tricolor, Miguel Ángel Murillo Aispuro,
contemplaba en ese momento a tres posibles precandidatos: al nacido en
Villa Juárez, Manlio Fabio Beltrones Rivera, al magdalenense Luis
Donaldo Colosio Murrieta y al oriundo de Cananea, Claudio X González.
Los
últimos meses del inicio de esa década fueron definitorios; por una
parte, el empresariado sonorense liderado por Jorge Valencia Juillerat,
exigían un candidato a gobernador con la suficiente experiencia política
y en negociaciones de tipo comercial e industrial que hiciera frente al
TLC.
Poco
después, Claudio X González fue descartado como posible candidato ante
la exigencia de la XIV Asamblea Nacional del PRI: que el candidato debía
tener el arraigo suficiente en Sonora para lograr aspirar a la
gubernatura, requisito que el entonces asesor del presidente de la
República, Carlos Salinas de Gortari, no cumplió.
Para
enero de 1991 -inicio del año electoral- el PRI ya tenía dos cartas
fuertes para Sonora: Beltrones y Colosio, aunque también se mencionaba
un tercer aspirante, al senador Bulmaro Pacheco Moreno y poco después se
sumarían a la lista Alejandro Sobarzo y Armando López Nogales, aunque
estos tres últimos sin trascendencia al momento de elegir al candidato.
Esta
decisión no cayó del todo bien a los actores del priísmo en Sonora. Para
el ex diputado federal, Juan Manuel Verdugo Rosas, el hablar solo de
dos posibles precandidatos era una falta de respeto para quienes tenían
la aspiración.
Sin embargo, había voces que solo Colosio o Beltrones podrían ganar; para ese momento la situación para el PRI era más clara.
Ya en
marzo las cartas del PRI se veían mejor: Luis Donaldo Colosio Murrieta
fue descartado al pronunciarse a favor de continuar con su labor en el
Senado de la República y promover las reformas que él mismo había
impulsado.
El 9 de
marzo de 1991, Manlio Fabio Beltrones fue electo precandidato y contaba
con el apoyo del sector obrero, campesino, popular y de los 70 comités
municipales del PRI en Sonora.
Ya como precandidato, Beltrones se refirió siempre a una campaña de altura con sus contendientes:
(DIARIO DEL YAQUI/
Gil Medel y Elvidia Ayala /Miércoles, 14 Mayo 2014 00:44)
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