jueves, 13 de febrero de 2014

EL MERCADO NEGRO ARMA A LAS AUTODEFENSAS; AK-47, A $45,000

Aunque autodefensas michoacanos aseguran que su armamento fue donado por gente de los pueblos o arrebatado al crimen organizado, al interior del movimiento se gestó también una red de compra y venta de miles de armas de alto poder en el mercado negro.

Las más buscadas y cotizadas, de acuerdo con testimonios recabados por Crónica, han sido los fusiles de asalto AK-47 conocidos como “cuernos de chivo” y los semiautomáticos R-15.

En medio del conflicto —que surgió el 24 de febrero del año pasado— y ante la creciente demanda, se multiplicaron en la región los distribuidores clandestinos… Cada “cuerno de chivo” adquirido por los comunitarios vale entre 40 y 45 mil pesos, mientras que los R-15 cuestan en esta “tierra caliente” alrededor de 35 mil.

“Mucha gente ha comprado las armas en el mercado negro, y con esas andamos”, revela el Comandante Miguel Reyes, uno de los coordinadores de base de Tepeque, quien tiene una Beretta 92FC-S y un fusil AK-47…

“Pero el cuerno es prestado”, aclara.

—¿Y quiénes son los que prestan armas? —se le pregunta.

—Los que tienen dinero y apoyan el movimiento: no andan en las labores de campo, pero sí nos respaldan. ¿Por qué uno de dónde va a sacar 45 mil pesos para un juguete de estos?

—¿Y cómo se da lo del mercado negro?

—Se entera uno ahí con la gente: que venden un cuerno, quién lo vende, pues fulano, busca uno al vendedor y pregunta el precio y si se llega a un arreglo, adelante… A veces se te acercan personas y te avisan que hay armas disponibles, que las puedes conseguir en tal parte, hay que ir a ofrecer y se cierra el negocio.

—¿De dónde son los vendedores?

—De los municipios vecinos o de aquí mismo: en Tepalcatepec.

—¿Y venden sólo armas largas?

—Hay compañeros que tienen armas de calibre menor, pero esas se pueden comprar en las armerías del Ejército y son puras escopetas y rifles calibre .22 y esas no sirven aquí.

—¿Se ha sabido de militares metidos en el mercado negro?

—No, ni nosotros permitiríamos tratos con ellos, porque es una institución que respetamos. Al menos no se ha sabido, imagínese hasta dónde estaríamos llegando.

CONFUSIÓN. Nadie sabe hasta ahora cuántas armas poseen en total las autodefensas. Ni la Comisión de Seguridad en la entidad encabezada por Alfredo Castillo ni la Secretaría de la Defensa Nacional: aseguran que el cálculo o contabilidad está aún en proceso…

La única pista es el dicho de la vocería del movimiento: de Estanislao Beltrán, en el sentido de que en la actualidad operan 20 mil autodefensas en territorio michoacano, pero no específica si todos están armados, con qué tipo de arma cuenta cada uno y cuál ha sido el costo total del equipamiento.

LA DUDA PERSISTE…

Muchos de los integrantes se limitan a contar las hazañas de despojo contra Los Caballeros Templarios, como El Marcado, coordinador de base del municipio de Tancítaro:

“Hay veces que en los enfrentamientos con los Templarios caen elementos de ellos y esas armas las recogemos y con esas mismas les estamos dando, como los carros que les quitamos y que luego utilizamos para patrullar y llegar a sus terrenos. Y así vamos avanzando poco a poco, ellos solitos nos van dejando armas y carros para poderles pegar”.

Lo secunda El Charly, coordinador en Nueva Italia:

“Son necesarias las armas porque los malosos traen y si los paramos con palos, pues nos matan. Si tenemos es gracias a ellos”.

—¿Gracias a ellos?

—Las dejan y las agarramos. Vienen, pegan y se van corriendo, y muchas veces dejan sus armas. Además es una realidad que aquí en Michoacán la mayoría de la gente tiene sus armas en casa, como escopetas y 22, y esas también las traemos. No estamos tan armados como los Templarios, pero aquí estamos, con lo que se puede.

¿AUTORROBO? El descontrol en la compra-venta y asignación de armas ha sido tal que en algunas bases se han reportado ya robos o desapariciones: se ha descubierto que muchas de las extraviadas son revendidas a grupos de autodefensa de otras zonas del estado. Así ha ocurrido en La Ruana, donde nació el movimiento.

Confiesa Hipólito Mora:

“Hubo un tiempo en que no llevamos el registro de las armas compradas y se las entregábamos así nomás a los muchachos, y qué cabrones: cómo nos robaron armas para venderlas a otros, pienso que fue por la misma necesidad económica. Como no teníamos un orden, dábamos las armas aquí y allá y no sabíamos ni quién traía. Se han perdido muchas, pero hemos ido comprando y reponiéndolas poco a poco”.

—¿Y dónde las compran?

—Nos las traen gente de aquí mismo, ciudadanos de la misma región que ocupan dinero y venden lo que tienen.

—¿Mercado negro?

—Lo que puedo decir es que al menos aquí en La Ruana no tenemos tratos con persona alguna que se dedique a la compra-venta de armas de forma masiva, o que las traiga de Estados Unidos. Nada de eso.

INDICIOS. La última información de la Sedena —como parte del proceso de institucionalización de los grupos de autodefensa— refirió el registro de mil 450 armas, de las cuales 650 eran de grueso calibre… Si se considerara esta última cifra, al precio de venta promedio revelado por los comunitarios, se hablaría de una inversión aproximada de 26 millones de pesos. Sólo un cálculo…

Según las autodefensas, la compra de armamento ha sido posible por financiamientos especiales otorgados por ganaderos, aguacateros, empresarios y otros adinerados de las regiones “levantadas”. Se trata de partidas adicionales a las del presupuesto ordinario mensual que, de acuerdo con investigaciones de Crónica, supera los 30 millones de pesos.

Y mientras circulan billetes y armas, hay entre la población quienes ya no saben distinguir entre buenos y malos, como don Abel García, habitante de La Huacana: “Las autodefensas pasan por las calles con sus armas colgando, ni quién les diga nada y cabrón, esos no son policías… Ya no sabe uno qué son: si oficiales o comunitarios o Templarios, es un lío ya, están todos revueltos...”.

(DOSSIER POLITICO/ Daniel Blancas Madrigal / Crónica/ 2014-02-12)

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