GUADALAJARA
(Proceso Jalisco).- “Hubiera preferido que me dijeran: se mató en la
carretera”, dice Leonardo Moreno Suchil, padre de Julio César Moreno
Guzmán, el joven detenido por cargos de narcotráfico junto a Sergio
Alejandro Torres Duarte, su amigo de la preparatoria del Tec Milenio de
Guadalajara.
Llevan más de ocho meses encarcelados en Mazatlán
por un delito que no cometieron y por un error garrafal del gobierno
estadunidense, reclaman sus familiares.
Según la averiguación
previa 134/2012, integrada por el Ministerio Público de la federación,
los muchachos fueron detenidos en un retén cerca de Escuinapa, Sinaloa,
en noviembre de 2012, donde se encontró en su camioneta casi un kilo de
cocaína.
Aclara que la familia de Sergio Alejandro compró el
vehículo Sienna azul, marca Toyota, modelo 2004, a través de internet,
en una subasta convocada por autoridades de Estados Unidos en febrero de
2012.
En sus investigaciones, los familiares de los jóvenes ahora
detenidos averiguaron que la camioneta fue hallada el 4 de octubre de
2011 en una calle de McAllen y las autoridades la incautaron al
comprobar que era utilizada para transportar cocaína a territorio
estadunidense.
Roselia Duarte, madre de Sergio Alejandro, dice
que la compra por internet se realizó el 8 de febrero de 2012 y el
vehículo llegó a Guadalajara en mayo. Comenzaron a tramitar las placas
en junio, mientras circulaba con un permiso.
Posteriormente
hicieron los trámites de legalización en México, pero no se dieron
cuenta de que bajo un ducto del aire acondicionado, en el tablero,
estaba un paquete de cocaína de 914 gramos, envuelto en plástico oscuro,
que permaneció oculto por nueve meses… hasta que los federales
mexicanos lo detectaron en el retén de Escuinapa.
Carlos Sánchez
Quintero, padre de otro amigo de los detenidos y quien apoya a sus
familiares, explica que al personal estadunidense encargado de limpiar
el vehículo “se le olvidó extraer un ladrillo de droga” y los
compradores pasearon ese paquete durante meses, pues el gobierno de
aquel país admitió ya que se habían ubicado seis paquetes en la
camioneta pero sólo se extrajeron cinco.
“Los dos amigos de mi
hijo son buenas personas, igual que sus padres. No existe motivo para
mantenerlos en la cárcel, toda vez que ya se demostró su plena
inocencia”, dice, porque los jóvenes ya presentan problemas psicológicos
por el encierro injustificado.
Moreno Suchil indica que en los
documentos que respaldan la compra de la camioneta se establece que
Investigación Nacional (dependencia de Estados Unidos) notificó del
decomiso del estupefaciente en una camioneta Toyota con placas de
circulación 246-TPE-5 de Tamaulipas.
Obstáculos del MP
La
detención de los dos jóvenes jaliscienses se registró cerca de 100
kilómetros antes de llegar a Mazatlán en un lugar llamado Tecualilla,
municipio de Escuinapa, Sinaloa, dice Moreno Suchil.
Los
sorprendidos chamacos fueron consignados ante el Ministerio Público
Federal en la subdelegación Escuinapa de la PGR y acusados de tráfico de
droga.
“A nosotros nos avisan de la detención de mi hijo el 16 de
noviembre al filo del mediodía. Un agente de la Policía Ministerial nos
informó que tienen a mi hijo y al otro joven”, recuerda Moreno.
Concepción
Guzmán González, madre de Julio César, añade que recientemente abrieron
una página en Facebook para denunciar las arbitrariedades contra los
jóvenes.
Asegura que el abogado defensor les ha reiterado que no existen
elementos para mantener en la cárcel a los dos jóvenes, toda vez que ya
se demostró que son ajenos al delito que se les imputa y que las
autoridades de Estados Unidos aclararon ante el gobierno de México el
origen del paquete de droga encontrado en la camioneta.
No
obstante, dice la entrevistada, lejos de facilitar la liberación de los
estudiantes, la agente del Ministerio Público, Laura Nidia Llerena
Hernández, exige datos y documentos adicionales, lo que empantana la
situación de los muchachos.
Coincide con ella Leonardo Moreno: “Mi
hijo es un estudiante sin antecedentes penales, es buen chico,
trabajador, hijo de familia. Nosotros tenemos una tienda de mascotas en
Guadalajara. El MP pide pruebas obvias y que ya están pedidas de
antemano”.
Los datos en cuestión van desde el tipo de unidad y el
modelo de la camioneta incautada, hasta referencias de la fabricación y
la calibración de la máquina con que se hizo el peritaje químico de la
droga, así como el tipo y la calidad de la cocaína.
Además exige
que se hagan peritajes a los otros cinco paquetes incautados en Estados
Unidos para comprobar si son parte de la misma sustancia decomisada,
pero el gobierno del país vecino respondió que ya fueron destruidos,
acota Sánchez Quintero.
Las peticiones del MP pueden implicar que
los jóvenes permanezcan al menos otros ocho meses en la cárcel de
Mazatlán, por lo que los familiares de los detenidos decidieron
denunciar los hechos públicamente y pedir la intervención del presidente
Enrique Peña Nieto y del gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles
Sandoval.
Por si el daño moral fuera poco, un periódico del norte
se refirió a los detenidos como peligrosos delincuentes presuntamente
ligados al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), sin mencionar el
grave error cometido en perjuicio de los estudiantes, dice Carlos
Sánchez.
Roselia Duarte especifica que esa versión la difundió el
diario El Noroeste y que eso puso en riesgo la vida de los muchachos, ya
que los cárteles rivales del CJNG pudieron atentar contra ellos.
El
30 de julio los padres de Sergio Alejandro viajaron a la Ciudad de
México a pedir la intervención del procurador general de la República,
Jesús Murillo Karam, y al día siguiente buscaron al secretario general
de Gobierno de Jalisco, Arturo Zamora Jiménez, para demandar que se
agilice la liberación de los jóvenes, toda vez que se demostró su
inocencia.
“Se nos hace injusto que los mantengan presos. Ya no
están bien, se ven afectados por todo lo que les ha tocado vivir. Están a
punto de perder su nuevo ciclo escolar y por desgracia las autoridades
nos piden unos días más para analizar nuestro caso.
Esto nos parece
fuera de lugar porque las instituciones en Mazatlán están a punto de
irse de vacaciones el 5 de agosto y regresan hasta 21 o 22, y tenemos
que empezar de nuevo”, comenta la señora Roselia Duarte.
Y la
madre de Julio César Moreno concluye: “Nosotros teníamos la ilusión de
que nos darían una buena respuesta por estas fechas. Yo tenía la
esperanza de que antes del cumpleaños de mi hijo ya estuvieran libres,
pero no fue así. Ya se les demostró que la droga viene de Estados
Unidos, que los muchachos son inocentes. Mi hijo cumplió sus 19 años en
la cárcel a pesar de ser inocente”.
/8 de agosto de 2013)
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