Reforma
México, DF.- Las bailarinas del table dance Cadillac, en la Colonia Anzures, eran forzadas a prostituirse.
Tras el operativo encabezado el viernes pasado por la Procuraduría capitalina en el que 46 mujeres fueron rescatadas, 17 de ellas declararon ante el Ministerio Público que, además de ser obligadas a brindar servicios sexuales, el jefe, las boleteras y los encargados de seguridad del antro les quitaban sus ganancias.
Ni siquiera les entregaban el 10 por ciento de lo que los clientes pagaban por sus servicios sexuales.
La tarea
Según la averiguación previa FDTP/TP-1/T1/030/13-06, iniciada por la Fiscalía contra el Delito de Trata, las bailarinas debían llevar a los clientes a unos cubículos privados ubicados en la llamada zona VIP.
En estos lugares era donde se llevaban a cabo los encuentros sexuales.
En el operativo del viernes donde se rescató a las mujeres, entre las que había mexicanas y extranjeras, también fueron detenidas 40 empleados del table dance.
Las afectadas relataron que una intermediaria cobraba a los clientes y a ellas les entregaban boletos que, al terminar su jornada, podían cambiar en la caja por una mínima parte del pago.
Las declaraciones de las víctimas sirvieron para que la Fiscalía ejercitara acción penal contra 14 empleados por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.
Bajo investigación
Entre los consignados ante un juez penal se encuentra Rodrigo Ampudio, administrador del Cadillac.
El resto eran trabajadores de seguridad, boleteras y garroteros, que fueron señalados por las mujeres como los responsables de obligarlas a ejercer la prostitución.
“Reforma” dio a conocer, en mayo pasado, que una joven de 19 años fue violada en el interior del Cadillac y documentó la presencia de bailarinas extranjeras que trabajaban en el lugar.
A raíz de este caso, la Procuraduría capitalina puso en la mira una presunta red de trata de personas dentro del table dance.
‘Aprovechábamos que estaban tomados’
Uno de los retos de las bailarinas del table dance Cadillac era que sus clientes pagaran las exhibiciones eróticas en privados y consumieran botellas de alcohol, que costaban hasta 9 mil pesos.
Cada tarde, por la noche y madrugada debían convencerlos, incluso que contrataran algún servicio sexual que ofrecían en los cubículos de la zona VIP del negocio. Por un privado exprés, como ellas le llamaban, cobraban 3 mil 500 pesos, lo cual les daba el derecho a los clientes de un baile y tener relaciones sexuales.
En los pequeños cubículos, con puertas de aluminio y vidrios oscuros, había tres sillones una mesa y un baño con regadera.
Pocas comisiones
Por el costo de la botella, las mujeres sólo se ganaban mil pesos; por cada baile menos del 3 por ciento, según la declaración de las 17 extranjeras, que trabajaban en el lugar y que declararon en la Fiscalía para Combatir la Trata de Personas de la Procuraduría del DF.
Según la averiguación previa FDTP/TP-1/T1/030/13-06, las víctimas realizaban sus bailes en la pista, algunas otras esperaban sentadas su turno.
Luego de quitarse la ropa y seducir a su auditorio bajaban del escenario para ofrecer sus servicios.
Iban con los clientes que ellas habían visto más entusiasmados con sus movimientos y les pedían que les invitaran una copa.
Después que pidieran una botella, luego un baile privado y finalmente un servicio de relaciones sexuales.
Esa era la regla del Cadillac: entre más consumiera el cliente mejor, declararon las bailarinas.
Cuando los hombres estaban cerca de ser convencidos, llega una mujer conocida como “Boletera” y vende los servicios de las bailarinas, es a ella a quien deben pagar.
Luego, “La Boletera” entrega a la desnudista el ticket que al final de la jornada canjean en la caja, pero con ganancias mínimas, la mayoría del dinero se queda en el Cadillac.
Lucila, una de las mujeres, cuyo nombre fue cambiado para proteger su identidad, declaró que a veces llegan a ganar hasta 12 mil pesos por día, sin embargo, en el tabla dance les pagan esa cantidad pero cada 15 o 20 días.
Presionaban a clientes
La PGJDF confirmó que de las 19 extranjeras que fueron liberadas durante un operativo realizado en el Cadillar el viernes pasado, 17 contaron como los empleados de seguridad también presionaban a los clientes para adquirir los servicios.
El modus operandi de los trabajadores del table dance era que se acercaban a los asistentes cuando las bailarinas trataban de convencerlos y les cuestionaban si aceptarían el ofrecimiento.
“Llegaban ellos y las boleteras, entre todos tratábamos de convencerlos, esa era la regla, aprovechábamos que bebían o que estaban tímidos”, declaró una de las bailarinas.
Tras el operativo encabezado el viernes pasado por la Procuraduría capitalina en el que 46 mujeres fueron rescatadas, 17 de ellas declararon ante el Ministerio Público que, además de ser obligadas a brindar servicios sexuales, el jefe, las boleteras y los encargados de seguridad del antro les quitaban sus ganancias.
Ni siquiera les entregaban el 10 por ciento de lo que los clientes pagaban por sus servicios sexuales.
La tarea
Según la averiguación previa FDTP/TP-1/T1/030/13-06, iniciada por la Fiscalía contra el Delito de Trata, las bailarinas debían llevar a los clientes a unos cubículos privados ubicados en la llamada zona VIP.
En estos lugares era donde se llevaban a cabo los encuentros sexuales.
En el operativo del viernes donde se rescató a las mujeres, entre las que había mexicanas y extranjeras, también fueron detenidas 40 empleados del table dance.
Las afectadas relataron que una intermediaria cobraba a los clientes y a ellas les entregaban boletos que, al terminar su jornada, podían cambiar en la caja por una mínima parte del pago.
Las declaraciones de las víctimas sirvieron para que la Fiscalía ejercitara acción penal contra 14 empleados por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual.
Bajo investigación
Entre los consignados ante un juez penal se encuentra Rodrigo Ampudio, administrador del Cadillac.
El resto eran trabajadores de seguridad, boleteras y garroteros, que fueron señalados por las mujeres como los responsables de obligarlas a ejercer la prostitución.
“Reforma” dio a conocer, en mayo pasado, que una joven de 19 años fue violada en el interior del Cadillac y documentó la presencia de bailarinas extranjeras que trabajaban en el lugar.
A raíz de este caso, la Procuraduría capitalina puso en la mira una presunta red de trata de personas dentro del table dance.
‘Aprovechábamos que estaban tomados’
Uno de los retos de las bailarinas del table dance Cadillac era que sus clientes pagaran las exhibiciones eróticas en privados y consumieran botellas de alcohol, que costaban hasta 9 mil pesos.
Cada tarde, por la noche y madrugada debían convencerlos, incluso que contrataran algún servicio sexual que ofrecían en los cubículos de la zona VIP del negocio. Por un privado exprés, como ellas le llamaban, cobraban 3 mil 500 pesos, lo cual les daba el derecho a los clientes de un baile y tener relaciones sexuales.
En los pequeños cubículos, con puertas de aluminio y vidrios oscuros, había tres sillones una mesa y un baño con regadera.
Pocas comisiones
Por el costo de la botella, las mujeres sólo se ganaban mil pesos; por cada baile menos del 3 por ciento, según la declaración de las 17 extranjeras, que trabajaban en el lugar y que declararon en la Fiscalía para Combatir la Trata de Personas de la Procuraduría del DF.
Según la averiguación previa FDTP/TP-1/T1/030/13-06, las víctimas realizaban sus bailes en la pista, algunas otras esperaban sentadas su turno.
Luego de quitarse la ropa y seducir a su auditorio bajaban del escenario para ofrecer sus servicios.
Iban con los clientes que ellas habían visto más entusiasmados con sus movimientos y les pedían que les invitaran una copa.
Después que pidieran una botella, luego un baile privado y finalmente un servicio de relaciones sexuales.
Esa era la regla del Cadillac: entre más consumiera el cliente mejor, declararon las bailarinas.
Cuando los hombres estaban cerca de ser convencidos, llega una mujer conocida como “Boletera” y vende los servicios de las bailarinas, es a ella a quien deben pagar.
Luego, “La Boletera” entrega a la desnudista el ticket que al final de la jornada canjean en la caja, pero con ganancias mínimas, la mayoría del dinero se queda en el Cadillac.
Lucila, una de las mujeres, cuyo nombre fue cambiado para proteger su identidad, declaró que a veces llegan a ganar hasta 12 mil pesos por día, sin embargo, en el tabla dance les pagan esa cantidad pero cada 15 o 20 días.
Presionaban a clientes
La PGJDF confirmó que de las 19 extranjeras que fueron liberadas durante un operativo realizado en el Cadillar el viernes pasado, 17 contaron como los empleados de seguridad también presionaban a los clientes para adquirir los servicios.
El modus operandi de los trabajadores del table dance era que se acercaban a los asistentes cuando las bailarinas trataban de convencerlos y les cuestionaban si aceptarían el ofrecimiento.
“Llegaban ellos y las boleteras, entre todos tratábamos de convencerlos, esa era la regla, aprovechábamos que bebían o que estaban tímidos”, declaró una de las bailarinas.
(ZOCALO/ Reforma / 02/07/2013 - 04:03 AM)
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