Suecia.- La pelea se planificó para antes del partido entre los equipos suecos GAIS y Helsinborg, a kilómetros del estadio donde se disputaba el juego para evitar la intervención de las fuerzas policiales.
Los hooligans, alrededor de 100, llegaron a la cita preparados hasta con
muñequeras y se pegaron a mano limpia, sin la ayuda de objetos
contundentes como palos, cadenas, piedras o armas de fuego.
Al final, el grupo de ultras vestido de rojo, representantes del Helsinborg y que contaban con la colaboración de violentos daneses del FC Copenhague, terminó sintiéndose ganador.
Al final, el grupo de ultras vestido de rojo, representantes del Helsinborg y que contaban con la colaboración de violentos daneses del FC Copenhague, terminó sintiéndose ganador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario