El
escándalo que involucra al empresario catalán Jordi Pujol Ferrusola
–quien presuntamente amasó una fortuna mediante el cobro de sobornos y
el lavado de dinero– tiene una “conexión mexicana”: según las
investigaciones de la justicia española, este hombre de negocios –hijo
de Jordi Pujol i Soley, quien fue presidente de la Generalitat de
Cataluña durante 23 años– realizó millonarias inversiones en México en
rubros tan diversos como hidroeléctricas, telecomunicaciones, turismo,
desarrollos inmobiliarios y centros de apuestas.
MADRID
(Proceso).- Jordi Pujol Ferrusola, de 46 años, primogénito de Jordi
Pujol i Soley, quien fuera presidente de la Generalitat de Cataluña
durante 23 años, es el principal objetivo de una investigación judicial
en España por presunto cobro de sobornos y lavado de dinero en que la
llamada “conexión mexicana” cobra fuerza conforme avanzan las pesquisas
policiales.
Desde 2003 México se convirtió en uno de los
principales destinos globales donde Pujol Ferrusola realizó millonarias
inversiones en el sector turístico –en Acapulco y en Baja California–,
así como en casinos con el dinero producto de las “mordidas” que fue
blanqueando en el sistema financiero de países con opaca fiscalización.
También hay indicios de inversiones inmobiliarias en la zona de Polanco y
de eventuales negocios en el procesamiento de basura, en
telecomunicaciones y en proyectos hidroeléctricos.
Este semanario
tuvo acceso a los documentos del caso, como la declaración judicial que
realizó Victoria Álvarez Martín, expareja de Pujol; a un fallo del juez
quinto de Instrucción de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, y al borrador
de un informe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de
la Policía Judicial española que se encuentra en ese juzgado. De esta
documentación se desprende una presunta conspiración criminal que abarca
el cobro de comisiones ilegales a las empresas beneficiarias de
contratos de la Generalitat, cuentas bancarias en paraísos fiscales,
blanqueo de capitales, espionaje político, así como lujos y conexiones
de la que fue “la primera familia de Cataluña”.
La policía
financiera descubrió un entramado de cuentas en bancos suizos y
británicos a través de una fundación de la que se desprende “un racimo
de ocho sociedades” que gestionaron 165 millones de francos suizos (137
millones de euros). Esta fortuna fue amasada presuntamente con “la
comisión” de 4% que las constructoras y empresas de servicios pagaban
por el importe total de cada adjudicación que recibían del gobierno
catalán.
Ese dinero se canalizaba a través de entidades vinculadas
al Palau de la Música, entidad pública cuyos directivos enfrentan un
juicio por corrupción. Una parte iba a cuentas de Convergencia
Democrática de Catalunya (CDC), uno de los brazos políticos del
gobernante Convergencia i Unió (CiU) que controlan los Pujol, y el resto
a cuentas privadas del expresidente, de su esposa Martha Ferrusola y de
sus hijos Jordi y Oriol, este último diputado catalán y alto cargo en
CiU.
El primogénito, cuya colección de autos y motocicletas de
lujo son sólo una de sus excentricidades conocidas en Barcelona,
transfirió recursos para sus inversiones en América desde el banco
Lombard Odier, con sede en Ginebra, Suiza, establece el documento
policial.
El 16 de noviembre pasado el diario El Mundo reveló las
cuentas en el extranjero de los Pujol y del actual presidente catalán
Artur Mas –promotor de la consulta independentista– e hizo la primera
referencia de las inversiones en México –en Acapulco, Guerrero, y en
Jalisco–, en Puerto Madero, Argentina, y en Houston, Miami y Delaware,
en Estados Unidos.
En México, Pujol “construyó un resort con hotel
y villas de lujo” sobre una superficie de 130 mil metros cuadrados, en
Punta Diamante, Acapulco, cuyos socios mexicanos son “Sergio Kam y
Rafael Aragonés, cuya inversión correspondiente a cada socio superó los
125 millones de dólares”, apunta el informe consultado por Proceso.
Se
trata del hotel El Encanto, cuya inauguración en Las Brisas fue
publicada en la revista Quién en diciembre de 2009 con gran despliegue
de fotografías de los inversionistas, del patriarca Jordi Pujol y su
esposa Martha Ferrusola, así como de algunos invitados, entre ellos
Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa y presidente
del Comité Financiero del consorcio; Elías Sacal, empresario dedicado a
bienes raíces, y Luis Manuel Peralta, entre otros.
Asimismo, tanto
la exnovia del junior como la policía sostienen que éste invirtió en
casinos en México. Según el citado informe, “Pujol es socio al 20% de
Carlos Riva Palacio Magaña”, a quien identifica como el “principal
accionista del casino Royale”, sociedad en la que “también interviene la
familia Madero, con la sociedad llamada Cymsa Corporation S.A. de
C.V.”.
Promociones e Inversiones de Guerrero S.A. de C.V., fue una
de las sociedades beneficiadas por los permisos para centros de
apuestas que el entonces titular de la Secretaría de Gobernación,
Santiago Creel, otorgó al final del sexenio de Vicente Fox. A esta
empresa de la que Riva Palacio es el principal accionista le autorizaron
106 centros de apuestas remotas y sala de sorteos de números, de las
que opera 24, además del Jai-Alai de Acapulco.
No obstante, este
empresario del juego, hijo de Carlos Riva Palacio, director del ISSSTE
durante el sexenio de José López Portillo y secretario general de la
Federación de Trabajadores al Servicio del Estado en el de Miguel de la
Madrid, no aparecía como socio del casino Royale de Monterrey cuando
éste sufrió el ataque incendiario del 25 de agosto de 2011 que causó la
muerte de 52 personas.
Ese casino operaba con el permiso otorgado a
Atracciones y Emociones Vallarta S.A. de C.V., de Rodrigo Madero
Covarrubias, José Francisco y Ramón Agustín Madero Dávila, quienes
pretendieron deslindarse de la propiedad del centro de apuestas. Sin
embargo, la inversión para su funcionamiento corría a cargo de Raúl y
José Alberto Rocha Cantú, dueños de Conexiones y Mangueras S.A. (Cymsa) y
de Entertainment Entreprises of México S.A.
El informe de la UDEF
arroja también que Pujol adquirió 30% de la sociedad explotadora de
Puerto Madero, en Argentina, perteneciente a un trust brasileño con
matriz en las Antillas Holandesas. Los policías fiscales descubrieron
que la ruta de los fondos incluía el Banco Cantrade Lausanne y el Lloyd
Bank de Ginebra, Suiza, y el Bank of Scotland de Londres.
Los
focos rojos se prendieron cuando los agentes detectaron la intervención
del gestor financiero suizo Arturo Fasana, viejo conocido de la policía
española por su gestión opaca de varias fortunas españolas en su país, y
también porque aparece en operaciones del caso Gürtel, la mayor trama
de corrupción política en ese país, y en el caso Bárcenas, que implica
al extesorero del Partido Popular (PP), entre otros.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1913 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
/ 2 de julio de 2013)
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