El Departamento del Tesoro de Estados Unidos vetó a
familiares del narcotraficante Rafael Caro Quintero con la Ley Kingpin, y
señala sus negocios presuntamente ilícitos donde se practica lavado de
dinero. Los hijos del capo son personas públicas en Guadalajara.
Autoridades mexicanas aseguran no contar con investigaciones en su
contra. Entre las empresas acusadas de lavado, está El Baño de María, con sucursales en Tijuana y Los Cabos
Estados
Unidos de América los boletinó como miembros de las redes del
narcotráfico del legendario capo Rafael Caro Quintero. Se ha prohibido a
los norteamericanos realizar transacciones financieras o comerciales
con ellos y, a la vez, se ordenó congelar cualquier activo que puedan
poseer en esa nación.
Se trata de los hijos y de la esposa del sinaloense Caro Quintero,
encarcelado desde 1985 por el homicidio del agente de la DEA Enrique
Camarena Salazar. También están vetados por la Ley Kingpin, los
familiares políticos y colaboradores de Rafael, quienes participan en
por lo menos 15 negocios establecidos en Guadalajara, con sucursales en
otros puntos del país.
Sin definir o establecer los nexos criminales de estos parientes de
Caro Quintero, la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por
sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados
Unidos, hizo el anuncio el 12 de junio de 2013 en Washington, al
asegurar que el hombre reclamado en extradición, continúa su alianza con
el presunto narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, con
quien formó parte del Cártel de Guadalajara en la década de los
ochenta.
El director de la OFAC, Adam J. Szubin, refirió que “Rafael Caro
Quintero ha utilizado su red familiar y testaferros para invertir su
fortuna en empresas ostensiblemente legítimas y proyectos inmobiliarios
en la ciudad de Guadalajara”, por los que esa oficina continuará
señalando los bienes ilícitos de los narcotraficantes, y a aquellos que
intentan ayudarlos en sus actividades.
Los señalamientos
Los boletinados son: María Elizabeth Elenes Lerma, esposa de Rafael y
los hijos de ambos: Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Mario Yibrán y
Henoch Emilio, todos de apellidos Caro Elenes.
También se señala como miembro de la organización a Denisse
Buenrostro Villa, esposa de Héctor, y a Humberto Vargas Correa,
asistente del preso Caro Quintero.
La acusación norteamericana señala que éstas y otras personas, cuyos
nombres también enlistó, forman parte de una red criminal dedicada al
lavado de dinero, figurando como dueños o administradores de diferentes
empresas, entre las que se mencionan:
- El Baño de María, S. de R.L. de C.V. (productos de baño y belleza)
- ECE Energéticos, S.A. de .C.V. (gasolinera)
- Pronto Shoes, S.A. de C.V. (CX-Shoes)
- Hacienda Las Limas, S.A. de C.V. (centro turístico y spa)
Palabras de Gary Haff, jefe en funciones de la sección de Operaciones
Financieras de la DEA, enunciadas en un comunicado de la OFAC, señalan
que la designación de estas personas y compañías, son una herramienta
crucial que ayuda a los Estados Unidos de América a proceder contra
“criminales de carrera”, y dificulta que éstos utilicen los bienes de
procedencia ilícita que han acumulado.
Haff agregó: “Ninguno de sus esfuerzos podrá blanquear el dinero
sucio, obtenido mediante violencia y a costa de sus víctimas, incluyendo
al Agente Especial de la DEA, ‘Kiki’ Camarena. La DEA está comprometida
a que se haga justicia, y no descansaremos hasta que ellos y sus redes
criminales globales queden desarticuladas, sus activos sean incautados, y
sean privados de su libertad”.
Como ha sucedido con los presuntos delincuentes señalados por
alertas previamente emitidas por la OFAC, autoridades mexicanas aseguran
desconocer la información publicitada por el gobierno del vecino país
del Norte.
Henoch Emilio Caro Elenes, Roxana Elizabeth Caro Elenes, Héctor Rafael Caro Elenes
Ulises Enríquez, vocero de la Procuraduría General de la República
(PGR) Delegación Jalisco, aclaró que en esa entidad no existe
averiguación previa al respecto, mas desconoce si en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO),
a través de la Subprocuraduría Jurídica de Asuntos Internacionales, se
gesta alguna indagatoria a solicitud de los Estados Unidos.
Esposa e hijos de Caro
La familia de Rafael Caro Quintero ha sido una más en el Estado de
Jalisco. Mucha gente sabe quiénes son y dónde viven. El estigma de haber
crecido como hijos de un connotado narcotraficante los marcó y no
pasaron desapercibidos para la sociedad; pero a la fecha ninguno ha sido
vinculado a actividades delictivas, ninguna autoridad cuestionó o
investigó oficialmente y con anterioridad el origen de la fortuna
familiar.
Héctor Rafael, Roxana y Henoch nacieron en Culiacán, Sinaloa. Mario
Yibrán, el menor, vio su primera luz en Guadalajara dos años antes de la
detención de su padre. Todos crecieron en un fraccionamiento rico, al
Poniente de la zona metropolitana de Guadalajara, al amparo de su madre,
María Elizabeth, quien también estuvo al pendiente de su marido.
Al capo nunca le faltaron visitas, ni cuando estuvo preso en el
Reclusorio Norte del Distrito Federal, ni cuando fue trasladado al penal
de máxima seguridad de Almoloya de Juárez en 1992.
Luego les fue
acercado a sus familiares por las autoridades penitenciarias, al
llevarlo a finales de 2004 al CEFERESO 2 de Puente Grande, donde sus
malas conductas le valieron ser remitido en enero de 2005 al penal
federal de Matamoros. Hasta que finalmente, en 2010, ganó un amparo para
ser enviado a mediana seguridad, Reclusorio Preventivo de Guadalajara,
donde hoy habita.
Don Julio Scherer García tuvo oportunidad de hablar con Caro Quintero
en 2001, charla que plasmó en el libro “Máxima Seguridad”, de Editorial Aguilar.
Ahí, el recluso expresó al periodista su preocupación de que sus hijos
fuesen hombres de bien, alejados de la vida criminal que él llevó desde
su adolescencia.
En ese entonces, el capo se refirió muy orgulloso a su hijo Héctor
Rafael: “Ya se recibió el mayor en Administración de Empresas”.
En
efecto, el más grande de los Caro Elenes culminó sus estudios y destacó
como deportista en importantes competencias ecuestres, obteniendo
triunfos a nivel internacional, representando a México. Hoy “El Negro”,
como le conocen y que nació en 1975, forma parte del equipo de
equitación de Mercedes Benz, y en mayo reciente, obtuvo un primer lugar en otro torneo.
De su hija Roxana, nacida en 1978, Rafael le dijo a Scherer: “La
segunda se recibe en Mercadotecnia, si Dios quiere, en mayo”. La joven
dejó las aulas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey, Campus Guadalajara.
“El que sigue lleva dos años en Mercadotecnia”, refería Caro Quintero
sobre su hijo Henoch, nacido en 1980, ex estudiante del Instituto Alpes
y de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Finalmente, Rafael dijo del menor de sus vástagos al periodista: “Con
el que estoy batallando es como un carajo, porque es gordo”. El
narcotraficante hablaba de Mario Yibrán, venido al mundo en 1983 y
quien, a una corta edad, padecía de obesidad.
“Tuve suerte con ellos y quiero que se fijen en mí para que no se me
descarrilen. Tanto año yo sufriendo aquí, que ellos no me vayan a hacer
una tontería. Por necesidad, por vaquetones, por lo que sea”, expresó convencido el sinaloense en aquella entrevista.
Los negocios familiares
María Elizabeth, nacida en 1952 y sus hijos, los Caro Elenes, nunca
se han escondido de nadie. Aprendieron en la universidad a sobrellevar
las preguntas de sus compañeros y sostener la mirada ante quienes, sin
decirles, ya sabían de quién son descendientes. Cuentan con credenciales
de elector a sus nombres verdaderos y tienen cuentas de Facebook y otras redes sociales.
Vivieron
en la calle San Gonzalo, en el fraccionamiento Santa Isabel. Eran
vecinos de sus primos, los Caro Payán, Caro Urías y Elenes Zazueta.
Algunos de esos parientes sí se metieron en problemas con la Ley, y
varios de ellos ya no viven para contarlo.
Los miembros de la familia Caro Elenes eran vistos en los distintos
negocios que establecieron en Guadalajara y Zapopan. La más productiva
de las firmas es El Baño de María, S. de R.L. de C.V., con sucursales en conocidos centros comerciales tapatíos: Gran Plaza, Plaza México y Plaza Patria, así como en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara y otros tres domicilios de esa ciudad.
La negociación de productos de baño y belleza también tiene
sucursales en Puerto Vallarta, Mazatlán, Monterrey, Celaya, Los Cabos y
Tijuana.
Denisse Buenrostro Villa, la esposa de Héctor Rafael, y nuera de Caro Quintero, es una de las administradoras de El Baño de María.
“La China”, como le llaman sus amigos cercanos, nació en 1980 y también
fue estudiante de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Ha procreado
dos hijos con su esposo y actualmente se encuentra a la espera del
tercer heredero.
Los otros negocios son la distribuidora de calzado Pronto Shoes, S.A. de C.V. (CX-Shoes), con locales en Guadalajara, Guanajuato, Distrito Federal, Veracruz y Monterrey; así como Blue Point Salt, S.A. de C.V., que se dedica a la comercialización de sal natural fina en el municipio de Zapopan.
Sin duda, uno de los establecimientos favoritos no solo como negocio, sino como sitio de descanso de María Elizabeth Elenes, es Hacienda Las Limas,
ubicada sobre el Kilómetro 49, entre los cruceros de Atoyac y Amacueca,
en Jalisco.
Fue llamada así por la huerta de limas que rodea la finca
rústica convertida en hotel o posada spa, con 18 habitaciones y en cuyos
alrededores no hay diversión alguna o distractores, solo un clima
cálido seco que se sofoca con los baños en la alberca fría o los
jacuzzis ubicados en la azotea de la finca.
Pese al gran atractivo del silencioso descanso en la hacienda, ésta
permanece semivacía la mayor parte del año, pues no tiene los
reflectores de la publicidad. Todas las habitaciones tienen decoraciones
diferentes y nombres en su ingreso, como “El Cielo”, “El Amanecer” y
“La Gloria”, entre otros.
El Caro Quintero de hoy
Rafael Caro Quintero promueve desde 2011 un amparo directo en contra
de la sentencia de 40 años de prisión por el secuestro y homicidio del
agente Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, además de
delitos contra la salud por haber sembrado marihuana en el desierto de
Chihuahua, entre otros ilícitos acumulados.
Desde su llegada en abril de 2010 al Reclusorio Preventivo de
Guadalajara, algunas voces insisten en señalarlo como el líder
“invisible” del autogobierno carcelario. Sin embargo, la versión oficial
vertida por las autoridades en su expediente, es que el reo guarda un
excelente comportamiento, porta el uniforme todas las veces y luce
limpio. “Se pintó el cabello de negro y se rasura a diario. Quiere verse
más joven”, aseguró un empleado del penal.
Caro habita el dormitorio 1-bis, que a diferencia de otros
departamentos, no está sobrepoblado. Inicialmente eran él y unos
cuantos, hasta llegar a 10 internos. No más. Recibía la visita de su
familia y hasta se quedaban a dormir. También una conductora de
televisión local le hacía constante compañía, pues le admira. Hoy el
número de personas en el módulo ha crecido, pero todos son aceptados por
el afamado prisionero, que a cada visita ofrece su platillo favorito:
machaca norteña.
El líder al que reconocían los internos era José Manuel Garibay Félix
“El Gordo”, quien en junio de 2012 fue liberado, pero prolongó su
reinado porque “los presos lo pedían para dirigirlos”, hasta que a
finales de febrero de 2013 fue asesinado, y su cuerpo, localizado sobre
una carretera en las inmediaciones de Guadalajara. Aquellas voces
vinculaban a Garibay con Rafael, pero nunca se comprobó. Oficialmente ni
se investigó.
En Puente Grande, aun antes de ser interno, los reclusos que
mencionaban al sinaloense lo hacían como “Don Rafa”, y actualmente las
propias autoridades, al ser cuestionadas sobre la vida de este personaje
en la prisión jalisciense, se refieren a él con la misma deferencia.
La orden de extradición
Además de los cargos por el asesinato de Camarena, la autoridad
estadounidense en California y Arizona reclama a Rafael Caro Quintero
por lo que en México se conoce como delitos contra la salud.
Entre otras, existe la nota diplomática 660, de fecha 15 de enero de
1997. Quieren a Rafael en extradición para que sea juzgado en una Corte
de Distrito en el Estado de Arizona, acusado de varios ilícitos en el
proceso NCR 88 256-TUC-ACM, bajo los siguientes cargos:
- Conducir una empresa criminal, contraria a lo establecido por la
sección 884 del Título 21 del Código de los Estados Unidos (USC).
- Asociación delictuosa para distribuir e importar cocaína y
marihuana, contrario a lo dispuesto por la sección 846 y 963 del Título
21 del USC.
- Distribución e importación de marihuana, contrario a las secciones 841 y 952 del Título 21 del USC.
La autoridad jurisdiccional norteamericana dictó la orden de
aprehensión en contra del mexicano el 14 de julio de 1988, y fue hasta
el 15 de enero de 1997 que la Embajada de ese país, solicitó su
detención provisional con fines de extradición.
(SEMANARIO ZETA /ZETA Investigaciones/
junio 17, 2013)
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