Como
resultado de "no cerrar la boca"
"No
aguantó más y mandó a sus secuaces a que perpetuaran un robo en mi casa
habitación, hecho que se suscita después de que he denunciado, siempre con
elementos de prueba, la corrupción que persiste en las "fuerzas del orden"
a propósito de la detención arbitraria de que fui objeto el pasado 23 de
Noviembre y que denuncié oportunamente ante la Dirección de Asuntos Internos y
la Comisión Estatal de los Derechos Humanos", dice Isabel Dorado
Cartas al
director:
Esta Noche de Lunes
17 de Junio, Alejandro López Caballero no aguantó más y mandó a sus secuaces a
que perpetuaran un robo en mi casa habitación. Las pruebas constan en la serie
de fotografías anexas.
No encuentro otra
explicación a ese hecho, que se suscita después de que he denunciado, siempre
con elementos de prueba, la corrupción que persiste en las "fuerzas del
orden" a propósito de la detención arbitraria de que fui objeto el pasado
23 de Noviembre y que denuncié oportunamente ante la Dirección de Asuntos
Internos y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
No obstante que
ambas instituciones se sometieron a la voluntad del alcalde en turno y
dictaminaron que no había elementos para considerar una violación en contra de
mis derechos humanos, el dictamen de la CEDH me proporciona una serie de
elementos que seguramente serán retomados por la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, una vez que acuda a tal instancia ya que un elemento clave, entre otros
que denuncié en su momento, sale a relucir cuando la Coordinadora de Jueces
Calificadores, Alma Noelia Escoboza Chan, reconoce que mantuvo una conversación
telefónica con el Juez Calificador, en las primeras horas del día 24 de
noviembre, Jesús Gerardo Encinas Aguirre, mismo que me había externado que no
había elementos para que quedara detenido, pero que una vez que recibió la
llamada de su supervisora, me externó que estaba “en juego su chamba” y que no
le quedaba otra alternativa que privarme de la libertad. Está por escrito en el
dictamen de la CEDH y cierra un círculo de varias denuncias que sustenté con
documentos, de todas las arbitrariedades de que fui objeto.
Por eso la
desesperación de la mafia institucional que toma como pretexto los operativos
de fin de semana para extorsionar a los conductores de vehículos, haciendo de
los operativos un negocio muy lucrativo.
La verdad que es
desesperante el observar que se actúe con total impunidad y que con este tipo
de acciones traten de frenar mi férrea voluntad de llegar hasta las últimas
consecuencias en relación a la arbitrariedad de que fui objeto. Esta bajeza de
parte de Alejandro López Caballero lo coloca como un personaje sin escrúpulos
que no ha tenido la estatura de gobernante como para, al menos, concederme el
derecho de audiencia y aclarar con él, la serie de arbitrariedades de que he
sido objeto.
Jamás resolverá esta
problemática poniendo oídos sordos al reclamo ciudadano y mucho menos cuando
cuento con todos los elementos que evidencian el abuso de autoridad del que fui
objeto.
Quiero remarcar que
la única forma de combatir la corrupción es no siendo parte de ella, y si para
eso tengo que seguir sufriendo esta serie de vejaciones, creo que la causa si
vale la pena.
No me detendrán
estos intentos infantiles por tratar de amedrentarme. Estoy convencido que
tengo la razón y seguiré adelante, aunque López Caballero vea mermadas sus
ganancias en ese lucrativo negocio de perseguir borrachos.
Afortunadamente, no
le doy mucha importancia a las cosas materiales y lograré sobrevivir a este
otro atropello. Por supuesto, no espero que se aclare absolutamente nada, ya
que previamente, en tiempos de Javier Gándara, denuncié tres robos a mi casa
habitación y no pasó absolutamente nada.
(DOSSIER
POLITICO/ Cartas al Director / 2013-06-18)
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