A cuñado de "El Chapo" ya lo habían detenido por el Ejército
Autoridades federales detuvieron a Inés Coronel Barrera, presunto suegro
del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa. La
aprehensión sucedió a menos de 48 horas del encuentro entre los presidentes
Enrique Peña Nieto y Barak Obama. Y por primera vez en una captura de presunto
narcotraficantes en la presente administración, sí hubo difusión oficial y se
entregaron a los medios de comunicación fotografías y un video con imágenes del
detenido.
Junto con Inés, padre de Emma, con quien supuestamente “El Chapo” contrajo
nupcias en Canelas, Durango, en 2007, también fueron aprehendidos su hijo Inés
Omar Coronel Aispuro, de 25 años, quien ya contaba con antecedentes penales;
Juan Elías Ruiz, de 25; José Heriberto Beltrán, de 23 y Reynaldo Ríos, de 50.
De acuerdo a la información proporcionada en conferencia por Eduardo
Sánchez Hernández, subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de
Gobernación (Segob), la Policía Federal localizó a Coronel Barrera y sus
cómplices en una residencia de Agua Prieta, Sonora que funcionaba como bodega y
donde se aseguraron 32 paquetes que contenían 255 kilos de mariguana. Además
cinco armas de fuego, cartuchos y cargadores, así como dos camionetas.
El funcionario declaró que Inés Coronel “se dedicaba a la producción de
marihuana en la sierra de Durango, así como de coordinar su trasiego en San
Luis Río Colorado, Cananea y Agua Prieta, en Sonora”. Siguiendo las mismas
rutas que, en su tiempo pisaba el narcotraficante Jesús Héctor “El Güero”
Palma, Inés pasaba sus cargas de droga hacia Arizona.
Los periodistas presentes en la conferencia de prensa cuestionaron a
Sánchez Hernández del porqué de que esta vez sí se dio a conocer el rostro del
presunto criminal, tanto en fotografía como en un video, contradiciendo la
política informativa que ha seguido el gobierno peñista, a lo que el servidor
público contestó que “es con el objetivo de que la gente lo identifique y pueda
presentar una denuncia”.
Cuando se le preguntó a Eduardo Sánchez por el nivel jerárquico que Inés
Coronel Barrera ocupa en la organización del cártel del Pacífico o Sinaloa,
respondió que para el gobierno federal no existen distingos y “los delincuentes
no tienen categorías ni rango”. Eso sí, no se dieron a conocer los apodos de
los detenidos.
El revuelo del arresto de los indiciados estriba en que Inés e Inés Omar
son padre y hermano de la joven Emma Coronel Aispuro, “Reina del café y la
guayaba 2007”, en Canelas, Durango. Un reportaje de la revista Proceso puso al
descubierto en ese año el matrimonio que el capo Joaquín Guzmán Loera contrajo
con la muchacha y el cierre que se hizo del pueblo entero para los festejos de
la boda, a la que asistieron importantes políticos de la región.
Sin embargo, lo que no informaron las autoridades es que a Inés Omar
Coronel Aispuro, cuñado de “El Chapo”, ya lo había detenido el Ejército
Mexicano el 9 de marzo de 2011 en una ranchería del municipio de Etchojoa,
Sonora, junto a otros dos sujetos y en poder de un arsenal y drogas.
En esa fecha, elementos del Sexagésimo Batallón de Infantería,
pertenecientes a la II Región Militar y desatacados en La Esperanza, atendieron
una denuncia anónima que indicaba la presencia de hombres armados en un sitio
donde se almacenaban armas y estupefacientes, ubicado en un camino vecinal que
conecta la carretera Huatabampo-Etchojoa con el poblado de Citavaro.
En el lugar, los soldados observaron a dos sujetos a la entrada al rancho,
quienes al verlos arrojaron al piso dos chalecos de color verde y se
introdujeron por una abertura de la malla ciclónica. Los militares hallaron dos
granadas de fragmentación en cada chaleco y fueron tras los sospechosos, a los
que atraparon metros adentro del terreno. Eran Cirilo García Contreras “El Chilo”
y Fermín David Pérez Moreno “El Moreno”.
Al continuar con la inspección del sitio, los miembros de las Fuerzas
Armadas descubrieron entre unos arbustos a Inés Omar Coronel Aispuro “El
Coronel”, junto al que localizaron una hielera que contenía tres rifles AR-15,
uno de ellos con aditamento lanzagranadas, dos granadas de fragmentación y 945
cartuchos útiles a diversos calibres.
En una habitación de la finca se aseguraron cinco granadas de
fragmentación, un fusil M-16, un fusil
calibre 5.56 tipo Galil y un rifle calibre .300. En otro cuarto en construcción
había cuatro granadas tipo piña, una granada de alto explosivo calibre 40,
siete chalecos antibalas y más proyectiles. Dentro de un costal en un pajar se
hallaron cinco paquetes encintados con casi siete kilos de mariguana y en una
cisterna descubrieron una maleta con una bolsa negra que también contenía
enervante.
Los tres detenidos, encabezados por Inés Omar, fueron puestos a disposición
del Ministerio Público Federal, quien los consignó ante el Juez Séptimo de
Distrito de Hermosillo, Sonora, donde se les dictó formal prisión el 16 de
marzo de 2011 por su probable responsabilidad en la comisión de delitos contra
la salud en la modalidad de posesión de mariguana, portación de armas de fuego
de uso exclusivo del ejército y acopio de armas. Tres meses después el Tercer
Tribunal Unitario confirmó el auto de bien presos.
En septiembre de ese mismo año, el Quinto Tribunal Unitario de Sonora
concedió el amparo a los procesados debido a que la detención fue ilegal, pues
los militares allanaron el domicilio sin contar con la orden de cateo y las
supuestas cuatro granadas que declaran haber encontrado en dos chalecos que
abandonaron los inculpados no forman parte del aseguramiento. Es decir, ése fue
el pretexto para ir tras los sujetos y finalmente no fueron entregadas durante
la cadena de custodia.
En noviembre siguiente, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal de
Hermosillo, confirmó el amparo en revisión: “Por la falta de impugnación
adecuada se confirma la concesión del amparo y protección de la justicia de la
unión a los quejosos por considerar que el cateo fue ilegal, toda vez que, como
lo estableció la autoridad responsable, no se acreditó la existencia de los
objetos que motivaron la intromisión a dicho predio sin orden judicial”.
Así salieron de prisión “El Coronel” Aispuro y sus amigos, quienes habían
dicho ser jornaleros a los que había contratado un hombre llamado “José” para
que regaran una parcela sembrada con trigo. Curiosamente, esos humildes
campesinos tuvieron una defensa particular muy aguerrida que los puso en
libertad.
Además de la cercanía de la visita de Barak Obama a México, la detención
del suegro y cuñado de Guzmán Loera, ocurre a unos meses del rompimiento de la
organización de “Los Coronel” o “La Corona” de Durango con el Cártel de Sinaloa
que encabeza “El Chapo”. Los duranguenses que están operando con mayor fuerza
en el occidente del país, en Nayarit y Jalisco, decidieron aliarse con miembros
del Cártel del Golfo, según información aportada por fuentes militares y
estatales en Guadalajara.
(Semanario ZETA/Luis Carlos Sainz Martínez/06 de mayo 2013)
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