Marcela Turati/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- El PAN y el PRD en el Senado anunciaron la ruptura de relaciones con
la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, a quien desconocieron como
interlocutora en los temas de política social.
Peor aún, durante la
comparecencia de la funcionaria en la Cámara alta, los senadores de oposición
exigieron a Robles Berlanga renunciar por el uso electorero de los programas
sociales en Veracruz en aras de salvar el Pacto por México.
A la constante
exigencia de que presentara su renuncia, seria, Robles respondió:
“Yo no tengo por qué
renunciar, porque no he hecho nada indebido, no he hecho absolutamente nada. Ni
estoy en esos videos, ni estoy en esos audios, ni estoy involucrada en lo
absoluto (…) al contrario, le dije a los delegados que eran funcionarios del
gobierno federal y que su jefe era Enrique Peña Nieto”.
En la ríspida
comparecencia ante las comisiones de Justicia, Desarrollo Social y Gobernación
–en la que durante cuatro horas hubo gritos y acusaciones entre legisladores–,
panistas y perredistas reprocharon que Peña Nieto hubiera minimizado la
denuncia –documentada con audios y videos– sobre la estructura de funcionarios
priistas veracruzanos que utilizan programas sociales con fines electoreros.
Molestos, en especial,
por el mensaje que envió Peña a Robles: “Rosario, no te preocupes, hay que
aguantar porque han empezado las críticas”.
El perredista Manuel
Camacho Solís señaló: “Esa frase marcará la Presidencia de Enrique Peña Nieto.
Me cuesta trabajo entender cómo un presidente que ha construido su prestigio
político mediante el Pacto por México ponga en riesgo éste y su prestigio
internacional por asuntos electorales“. Acto seguido: pidió la renuncia de la
exjefa de gobierno de la Ciudad de México.
“La discusión de hoy
no es sobre política social. (Alejandro) Encinas ya demostró el componente
electoral de la Cruzada contra el Hambre”, dijo Camacho a Robles, al señalar
que, si pone en la mesa su renuncia podría salvar el Pacto, y demostrar así que
está a favor del estado de derecho.
La segunda vez que
Robles fue increpada por no renunciar, respondió que pedirle a ella su renuncia
sería equivalente a que el PAN hubiera solicitado la renuncia del panista Juan
Molinar Horcasitas, al frente del DIF, por su responsabilidad en el incendio de
la guardería ABC.
Los máximos
cuestionamientos fueron hacia la selección de municipios urbanos que no
destacan por pobreza extrema, para ser incluidos en la Cruzada Nacional contra
el Hambre, así como la selección de delegados, a quienes se señaló de ser
“movilizadores electorales”, y al presunto desvío de recursos en Veracruz.
Robles dijo en
repetidas ocasiones que Boca del Río, donde se descubrió la colusión de
funcionarios, no está incluido en la Cruzada, y señaló que desde que supo del
caso pidió la renuncia de los implicados.
“(Los delegados) no
son expertos en combate a la pobreza sino entes del PRI con vasta experiencia
para medrar”, acusó Encinas.
El panista Roberto
Gil Zuarth dijo irónico a la funcionaria increpada: “Debe sentirse usted muy
honrada del presidente de la República, de que la escogió a usted y no al Pacto
por México”.
La senadora Adriana
Dávila, también del PAN, cuestionó: “¿Es una Secretaría de Desarrollo Social o
de Desarrollo Electoral? Las pruebas demuestran que es lo segundo porque cuando
el presidente la respaldó, no habló como titular del Ejecutivo federal sino
como primer priista del país”.
“Perdón Rosario, lo
único que no ha demostrado el presidente es ser un hombre de Estado. El
presidente está reinstalando la peor complicidad facciosa en el poder”, señaló
a su vez el panista Javier Corral.
Cuando el senador
panista por Veracruz, Fernando Yunes, pidió a Robles Berlanga que dijera si
ella había nombrado a los delegados panistas, a quienes se acusó de
“movilizadores electorales”, la titular de Sedesol respondió:
“Los delegados los
nombré yo, en atribución como secretaria de Desarrollo Social, son
nombramientos firmados por mí y los asumo plenamente”.
En la comparecencia
fue notorio el bloque formado por PRI y Partido Verde, cuyos legisladores
asumieron la defensa de Robles; incluso, se disculparon por el trato al que fue
sometida y, al final de la comparecencia, formaron una valla humana para
abrirle el paso y librarla de posibles reclamos.
Antes de que
saliera, la senadora perredista Lorena Cuéllar tomó el micrófono para anunciar
la creación de una comisión para investigar las irregularidades en el caso
Veracruz, pero de inmediato otra legisladora gritó que eso no había sido
acordado.
Posteriormente, los
senadores Gil Zuarth y Cuéllar Cisneros, en su calidad de presidentes de las
comisiones de Justicia y de Desarrollo Social, respectivamente, anunciaron que
propondrán la creación de una comisión para indagar el ‘mapacheo electoral’ en
Veracruz, y refrendar su desconocimiento a la funcionaria federal.
Durante la
comparecencia, todos los legisladores, incluidos los de los partidos que
salieron en defensa de Rosario Robles, pidieron a la funcionaria que creara
mecanismos para blindar la Cruzada Nacional contra el Hambre de su posible uso
electorero.
Incluso varios
destacaron que la estrategia del Sin-Hambre aún es un misterio y su página
electrónica no informa nada relevante.
Por su parte, Robles
defendió que los delegados federales tengan perfil partidista, y mencionó que
todos los delegados que ella “heredó” tenían un historial panista, y que ello
no los hacía incompetentes para sus cargos.
En dos ocasiones,
indicó que tocaba a los presentes legislar en cuanto a qué perfil pueden tener
los delegados federales.
No obstante,
petistas y perredistas recordaron a la exjefa de gobierno capitalino su
militancia en la izquierda, antes de convertirse en peñista.
El primero fue
Alejandro Encinas, quien irónico dijo a Robles: “Ya hace tiempo que no nos
veíamos, han cambiado mucho las cosas, antes compañeros de partido, hoy en
distintas trincheras”.
Aproximadamente una
media hora tomó a los senadores discutir para acordar la dinámica de las
últimas rondas, pues mientras los priistas intentaban que se acabara pronto,
los opositores exigían que se permitiera el uso de la palabra a todos los
senadores que se anotaran para ello.
En una de sus
réplicas, Robles echó en cara a los senadores: “Ya no estamos discutiendo los
muertos de este país, estamos discutiendo el hambre de muchos mexicanos porque
esta es una prioridad”.
A partir de ese
momento, legisladores como Diva Gastélum y Omar Fayad, del PRI, señalaron que
no era momento de sacar expedientes para lanzar acusaciones de quién provocó la
sangre en el país y aumentó el número de pobres.
(PROCESO/ Marcela Turati/ 23 de abril de 2013)
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