Martín Mayoral L.
Eran alrededor de las 17:00horas del pasado lunes cuatro, el imponente
operativo de la Policía Estatal llegado a Caborca hace apenas unos días y
compuesto por al menos seis unidades, llegaron frente a un domicilio ubicado en
una colonia al este de la ciudad, se detuvieron para revisar un automóvil así
como a sus ocupantes, al frente las unidades 31 y 175 de donde bajaron varios
agentes, entre ellos quien evidentemente comandaba el operativo, abordaron de
inmediato al piloto de la unidad, lo interrogaron por espacio de varios minutos
y al revisarle le detectaron una pistola, le dijeron que estaba en graves
problemas, entre otras cosas le preguntaron para quien trabajaba, después de la
respuesta, su trato fue más suave, luego vinieron las llamadas de rigor, por
largos minutos se mantuvo la comunicación entre el jefe del operativo y otra
persona al otro lado de la línea, "mire jefe le podemos echar la
manita" , se escuchaba que el Policía Estatal le decía a su interlocutor,
luego más llamadas del jefe del operativo con quien parecía ser un superior, y
de nuevo otra llamada con su primer interlocutor, a quien le reiteró que le
podían echar la mano, "donde nos vemos en 10 o 15 minutos" decía a la
persona con quien sostenía la comunicación, al fin se pusieron de acuerdo y de
inmediato el operativo se retiró rápido y veloz así como llego, obviamente sin
consecuencias para las personas inspeccionadas, solamente la recomendación de
"les encargamos no anden armados en la calle".
Desafortunadamente para la sociedad este es el actuar general de las
autoridades encargadas de protegernos, y aunque de antemano sabemos las
respuestas, las dudas nos asaltan, ¿a eso vienen esos impresionantes
operativos?, a dar más impunidad a la delincuencia, a protegerlos, mientras que
a los ciudadanos de bien, que se esfuerzan por ganarse la vida honradamente los
hostigan y acosan cuando transitan por la ciudad, buscando el más leve pretexto
para molestarlos en su persona y en sus vehículos.
Será esa la encomienda del Secretario de Seguridad en el estado Ernesto
Munrro, el de irritar y molestar a los ciudadanos, ya habrá oportunidad de
preguntárselo personalmente, por lo pronto los ciudadanos debemos estar
conscientes que nadie nos cuidará mejor que nosotros mismos, las autoridades
por lo que se ve, están al servicio de otros intereses, ni dudarlo….Siguiendo
con lo policiaco, pero en el ámbito municipal, después del despido de los 20
elementos municipales que según las pruebas del C-3 resultaron positivos a
alguna sustancia prohibida, nada se ha dicho de continuar con la depuración de
las filas en la corporación.
Y es que el más grave problema de las instituciones municipales de
seguridad en todo el país no son precisamente las drogas, es sin lugar a dudas
la corrupción en las modalidades de complicidad y protección a la delincuencia,
pero a esos problemas nadie quiere entrarle, en nuestra ciudad, sin temor a
equivocarnos, el número de elementos con estas características supera en mucho
a los 20 que fueron dados de baja, pero a aquí entran otros intereses y
compromisos, que como decimos nadie quiere entrarle.
En esta administración en especial, las cosas cambiaron en ese sentido,
pero no para bien, sino para tener un mejor control desde una de la oficinas
principales de palacio municipal, ya le contaremos con detalles al respecto…..
Hasta luego.
(DIARIO DEL DESIERTO/ Columna VIENTO NEGRO de Martín Mayoral L. /12.03.2013)
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