Redacción/ Proceso
México D.F.,
(apro).- En un lapso de tres meses, el estado de Michoacán registra dos
desapariciones, la de un militar retirado y la de un sacerdote, adscrito a la
Diócesis de Zamora.
El caso más reciente
es el del capitán retirado, Roberto Cerano Cervantes, quien fue visto por
última vez la semana pasada en la comunidad indígena de Cherato, donde fungía
como encargado de seguridad del municipio.
Roberto fue visto
por última vez el pasado viernes 22 y desde entonces surgió el rumor de que fue
privado de su libertad a la altura de la purificadora de agua “Monarca”,
ubicada en la avenida Fidel Velázquez, de la colonia Obrera, de esta ciudad de
Los Reyes.
Cierto o no, la
desaparición del militar retirado se suma al del sacerdote Santiago Álvarez
Figueroa.
El prelado
desapareció el 27 de diciembre de 2012, cuando se dirigía a su tierra natal en
Paredones, municipio de Jiquilpan, luego de oficiar una misa en el municipio de
Jacona.
Sobre este caso, el
secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, confirmó el pasado 8 de enero la
desaparición del cura.
En esa ocasión, el
funcionario estatal descartó que Álvarez Figueroa haya sufrido un accidente
durante su regreso de Jacona, una comunidad enclavada en los límites de
Michoacán y Jalisco, donde el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se
disputa la plaza con Los Caballeros Templarios.
El CJNG lo encabeza
Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y en la zona tiene como aliados a La
Familia Michoacana, Los Zetas, el cártel del Milenio, la Resistencia, los
hermanos Beltrán Leyva, los Amezcua y el cártel del Golfo. La hermandad
templaria es encabezada por Servando Gómez, La Tuta.
La región limítrofe
de Michoacán con Jalisco, donde se asienta el municipio de Jacona, es una de
las zonas más inseguras del estado, debido a las constantes ejecuciones y
enfrentamientos entre bandas rivales.
(PROCESO/ Redacción/ 29 de marzo de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario