Yetlaneci Alcaraz/ Proceso
BERLÍN (apro).- Ocho
ciudadanos de origen turco, un griego y una policía alemana fueron asesinados
en un periodo de 10 años por el grupo nazi autodenominado Clandestinidad
Nacional Socialista (NSU).
A menos de tres
semanas de que comience el juicio contra la banda terrorista de extrema
derecha, la polémica se ha desatado y las críticas le llueven al Tribunal
Regional Superior de Munich, pero no por algo concerniente al caso, sino por
haber excluido a periodistas turcos y griegos de la cobertura del que será, sin
duda, uno de los procesos judiciales más importantes y con mayor cobertura
mediática de los últimos años en Alemania.
El pasado lunes 25,
la oficina de prensa del Tribunal informó que sólo acreditaría a 50 medios para
cubrir el juicio, que dará inicio el próximo 17 de abril. En la lista de
acreditados no hay prensa extranjera, ni si quiera un medio turco y/o griego,
pese a que de dentro del grupo de víctimas de la banda neonazi había ciudadanos
con ese origen.
El conflicto amenaza
con tomar dimensiones diplomáticas, toda vez que el gobierno turco, a través
del viceministro presidente para la Atención de Turcos en el Extranjero, Bekir
Bozdag, lanzó una fuerte crítica a la decisión del Tribunal alemán y exigió que
se abran espacios, tanto para medios como para diplomáticos turcos, en la sala
donde se llevará a cabo el proceso.
“Si Turquía no puede
estar representada en un juicio de este tipo, ¿dónde entonces?”, expresó el
funcionario en declaraciones al canal de noticias turco A Haber y retomadas por
el semanario alemán Die Zeit.
Pero no sólo la
prensa de ese país fue excluida del proceso. El embajador turco en Berlín,
Hüseyin Avni Karslioglu, y diversos funcionarios del gobierno de Ankara,
tampoco fueron considerados para participar en la audiencia.
Ante ello, el
representante turco citado por Die Zeit puso en duda la neutralidad e
imparcialidad del tribunal en el caso. “¿De qué tendría miedo el juez en caso
de contar con la presencia de representantes turcos en la sala? Ello significa
que existe un temor porque hay una compostura subjetiva”, aseguró.
Los propios
periodistas alemanes han hecho eco de la molestia e indignación que generó la
decisión entre sus colegas extranjeros. Medios reconocidos como los semanarios
Der Spiegel y Die Zeit, o la cadena pública alemana ARD, han dedicado un
extenso espacio al tema. Criterios polémicos A principios de marzo, la oficina
de prensa del Tribunal Regional Superior de Munich dio a conocer los
requerimientos para obtener las acreditaciones de prensa del juicio en contra
de la célula terrorista NSU. En total fueron 325 los periodistas que
solicitaron un asiento dentro de la sala 101 del citado tribunal. Sólo 50 lo
obtuvieron.
Además de los ocho
medios turcos que lo intentaron, tampoco lo lograron grandes e influyentes
medios, como The New York Times, la BBC de Londres, The Herald Tribune o las
agencias de noticia AP y AFP. Junto con ellos, el resto tendrá que seguir los
pormenores del proceso a través de los medios acreditados, pues tampoco habrá
una transmisión de circuito cerrado en alguna sala alterna al tribunal.
Ante las críticas,
la corte de Munich de inmediato salió en su defensa. Aseguró que el
procedimiento fue anunciado y conocido por los medios desde el primer momento y
que, por cuestiones de seguridad, no se realizaría ningún cambio.
El criterio
fundamental que asumió el tribunal para otorgar las acreditaciones se dio
estrictamente en función del orden cronológico en el que se recibieron las
solicitudes. Y el número de éstas (sólo 50) también se limitó al tamaño de la
sala.
En el debate por la
designación de acreditaciones intervino el gobierno federal, que exigió al
tribunal bávaro otorgar mejores posibilidades de trabajo a los periodistas
turcos. La comisionada de Integración del gobierno federal, María Böhmer, llamó
al tribunal a reflexionar sobre su decisión, pero el llamado fue inútil.
Un cambio de la sede
del juicio, a fin de tener más espacio para los representantes de los medios,
quedó descartado de forma tajante. El portal online de Der Spiegel citó
declaraciones de la directora de prensa de la Corte de Munich, Margarete
Nötzel, en los que explica los motivos.
En primer lugar,
porque ya el Senado de Bavaria escogió esa sala para realizar ahí el juicio.
Dos, porque justamente con esa finalidad es que se remodeló y modernizó el
espacio. Y tercero, porque es la sala más grande de todo el estado, que cuenta
con las medidas de seguridad necesarias para el caso: protecciones de acero en
las paredes para repeler ataques externos, amplia protección para los acusados
y suficiente espacio para los funcionarios de justicia y seguridad del
tribunal.
También destacó la
infraestructura del lugar: celdas para los detenidos y alojamiento provisional
para los participantes en el juicio.
La indignación de
los periodistas llegó a tal grado que el popular e influyente diario alemán Das
Bild anunció que cedería su lugar dentro de la sala al periódico turco Sabah.
En tanto, el periodista free lance Christian Fuchs, autor del libro Die Zelle,
quien también cuenta con acreditación, dijo que la compartiría con el diario
Hürriyet, también turco.
No obstante, la
respuesta del tribunal continuó siendo negativa. Argumentó motivos de
seguridad.
La sala 101 del
Tribunal Regional Superior de Múnich, donde se llevará a cabo el proceso,
debido que fue en el estado federado de Bavaria donde se cometieron cinco de
los 10 crímenes de la banda terrorista, tiene cabida para alrededor de 250
personas, con igual número de asientos. 110 de éstos estarían reservados para
la opinión pública, 50 para representantes de los medios de comunicación y el
resto para el personal del propio tribunal, autoridades y miembros de
seguridad.
Así es como uno de
los juicios más esperados e importantes del país continúa envuelto en la
polémica aun antes de dar inicio.
(PROCESO/ Yetlaneci Alcaraz/ 29 de marzo de 2013)
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