El fundador del PRD y hoy promotor de
López Obrador advierte, en entrevista con Reporte Índigo, que México podría
afrontar otra crisis como la ocurrida tras el triunfo de Carlos Salinas
Porfirio Muñoz Ledo es
enfático: hay peligro de una insurgencia civil si no hay elecciones limpias
este 2018. Peor aún: el nuevo poder que se ha dado a las Fuerzas Armadas puede
servir para decretarse un estado de sitio si ocurre esa insurgencia: “O se
liberan las ataduras del pasado o nos van a ahorcar”, sentencia.
Con motivo del lanzamiento
del libro “Porfirio Muñoz Ledo. Historia oral. 1933-1988” (Debate, 2017), el
político mexicano recibe a Reporte Índigo en el estudio de su casa, en las
Lomas de Chapultepec.
Lo rodean libros, lo mismo de
política que de literatura o historia. Detrás de él, una fotografía donde se le
ve abrazando a Fidel Castro y una imagen de la Plaza de la Constitución llena a
reventar, en un mitin de Andrés Manuel López Obrador.
Sus ojos se encienden al
hablar del fragor de las batallas políticas de 1988 o del 2006; pero los invade
una nube gris cuando piensa en los hechos que, dice, torcieron el avance
democrático del país.
Sus manos hablan ya de sus 84
años de edad, pero no así la claridad y lucidez plena de su conversación: al
hablar de política, Porfirio Muñoz Ledo revive cada uno de los momentos en los
que ha ayudado a esculpir este país.
El político conversa con
Reporte Índigo de temas que van desde las elecciones del 2018; la necesidad de
un cambio en el país; las “tonterías” de Vicente Fox; o el camino de la
democracia en México; hasta su legado y sus arrepentimientos.
Lo hace con el sentido que le
da ser partícipe de la historia moderna de México y con la convicción de que
hay mucho por hacer para que el país logre florecer en medio de tanta
inmundicia.
> ¿Cómo ve el panorama electoral del 2018?
Porfirio Muñoz Ledo (PML).-
Estamos afrontando un posible 88. El gobierno quiere volver a meter las manos.
Yo he invitado al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y a Ifigenia Martínez para que
encabecemos un grupo de ciudadanos, intelectuales, periodistas, expertos en
materia electoral, y hagamos un pedimento al INE muy enérgico de lo que están
haciendo: no están sancionando abusos, se están inclinando al gobierno, y
también ante el Trife (Tribunal Electoral) y ante la Fepade. Estamos en ese
trabajo, porque sí estamos arriesgando (en México).
De hecho, la transición
democrática se atoró y hasta abortó con las tonterías de Vicente Fox; en vez de
desmantelar el sistema, de implementar una democracia moderna —como fue la
condición que le pusimos para apoyarlo, la Comisión de la Reforma Política del
Estado que yo presidí, que hizo a un lado y yo me tuve que ir del país—, él
hizo el fraude electoral más grande que desde el Gobierno se haya hecho, con
descaro.
Basta recordar el tema del
desafuero. Perdió el desafuero pero dijo al final Fox: ‘el desafuero lo perdí
pero al final me desquité’. Entonces ahí se acabó lo que había de democracia.
Ya el fraude del 2006 de Vicente Fox, fue espantoso; luego, el fraude del 2012.
En 2015 fue el experimento del Estado de México y de Coahuila.
Tenemos un panorama muy
difícil. Aquí es un momento definitivo para la Nación. La gente no va a dejar
que haya otro fraude electoral, ¡que no se hagan ilusiones! Pero tenemos que
pararlos públicamente.
> ¿Qué pasaría en México si llega a concretarse
otro triunfo del PRI?
No, yo lo veo imposible, ante
las encuestas de hoy. Yo ya lo veo imposible, ni inflándolo, ni pasándole
recursos públicos. Pero hay que evitar que lo hagan.
El peligro estaba en que
hubiera una competencia final PRI-Oposición, es decir, López Obrador. Pero eso
no se va a dar. Entonces, ¡no sé qué va a hacer el gobierno! Como Meade está en
las encuestas, ¿cómo lo van a inflar? Ya está en el 12 por ciento, por ahí,
cuando mucho. No. Lo que sí, es que pueden tener la tentación de inflar a
Anaya; una especie de Fox II. Pero también eso les va a costar mucho trabajo.
“La gente no va a dejar que
haya otro fraude electoral, ¡que no se hagan ilusiones! Pero tenemos que
pararlos públicamente”
- PORFIRIO MUÑOZ LEDO
POLÍTICO MEXICANO
(Eso sería) carísimo para el
país. La gente puede hacer una insurrección civil bajo muchas modalidades:
desobediencia civil, mítines, etcétera. No sé a dónde puede llegar.
La economía está gravísima.
La inseguridad y la deuda: están endeudando a dos generaciones de mexicanos.
Así es. Pero se está en una economía muy precaria, que es el fin del
neoliberalismo, eso espero (…) Estamos casi en el límite.
> ¿Las condiciones son distintas a las de 1988,
cuando no hubo una insurrección? ¿Sí puede haberla ahora?
Sí puede haber una
insurrección, sí. Civil, no armada; sí la puede haber. Yo digo que en 88 pudo
haberla; hubo mítines que llenaron la Plaza de la Constitución. Lo que pasa es
que se siguió (adelante) por el propio traslado del poder a Salinas; ya no negociaba
Miguel de la Madrid, y pues los actores, los partidos políticos, empezaron a
negociar con el poder. Ahí se desvaneció la posibilidad de un movimiento de
insurgencia civil más grande. Pero ahora sí creo que ocurriría.
> ¿Ve en un futuro cercano que la situación de
México pueda cambiar?
Tiene que ser este año. ¡O es
este año o ya no fue! Es el futuro del país el que se está jugando. Podemos
llegar a un estado de sitio. Yo hablé de un posible golpe de Estado (…) bueno,
golpe de Estado quiere decir un estado de sitio. Porque ahí está el Ejército,
al que se le han dado facultades extraordinarias además, por eso la Ley de
Seguridad Nacional (Interior) es muy peligrosa. ¿Qué pasa frente a una
insurrección? Ahí es donde está el tema. México puede tener una situación muy
difícil en el 2018. O se liberan las ataduras del pasado o nos van a ahorcar.
> ¿Cómo ve a los precandidatos presidenciales?
Es obvio que la mayoría de la
ciudadanía mexicana está con Andrés Manuel; yo también. De hecho, fue mi
sucesor en el partido (como presidente del PRD) y creo que es la posibilidad de
un cambio en el país y creo que lo creemos la mayor parte de las gentes.
A Anaya lo están inflando. Y
Meade se está hundiendo, eso es lo que está en todas las encuestas.
> En su libro menciona que en 1988 hubo impresión
clandestina de boletas, el uso fraudulento de credenciales de elector. Hoy se
usan esas y otras formas para ganar las elecciones…
Es lo que hay que evitar, así
lo están haciendo. Están usando los recursos públicos para comprar votos. Pero
la opinión pública sigue estando de este lado, esa es la contradicción.
Entonces, con tal diferencia en las encuestas, es muy difícil que lo hagan.
Pero tenemos que ser muy activos frente a los órganos electorales. Porque el
Gobierno anda divulgando por todo el mundo que los órganos electorales son
imparciales, con lo que parece que ya los tiene en la bolsa. Vamos a ver si
siguen en esa línea.
Y no han sacado las
conclusiones de lo de Oderbrecht. Si hay artículos de la Ley, de la Constitución,
que permitirían —sobre todo a la luz de lo que investigó el fiscal de
Chihuahua— quitarle el registro a un partido, ¡pues claro que sí! Y no lo
hacen.
> ¿Por qué sigue pasando lo mismo? ¿Por qué no
cambian las cosas?
Porque en este país hay una
oligarquía muy pesada, una trama de intereses muy fuerte, y porque el fraude
del 88 cambió el destino de México.
Hay momentos de democracia en
México. Un experto mexicano, historiador, dice que ha habido tres momentos de
democracia en México. Uno, de la restauración de la República de Juárez, a su
muerte; otro, desde la llegada de Madero en 1910, hasta la traición de
Victoriano Huerta en 1913; y la tercera, de 1997 al 2002.
En el 97, gracias a la
legislación electoral nueva, nosotros, la Oposición, tuvimos mayoría en el
Congreso y nos juntamos. El PRI no quería y no creía que nos íbamos a juntar;
hicimos mayoría en el Congreso. Es cuando a mí me toca la presidencia del
Congreso, que le contesto el informe a Zedillo; ese es un gran momento
democrático del país.
Pero luego viene la elección
de Vicente (Fox). No se puede hacer una coalición como la teníamos en la Cámara
de Diputados de toda la Oposición, porque hay actores que no quieren. Pero yo
sí apoyo la idea de una alternancia democrática, a condición de la reforma del
Estado. Creamos una Comisión de Reforma del Estado, que yo presidí. Y Fox
traicionó todo eso; lo mandó al cesto de la basura a pesar de que se
comprometió públicamente. Ahí me voy yo del país, no quiero presenciar esa
traición. Y se desbarranca la transición y luego el principal actor del fraude
electoral es Vicente Fox. Pues, ¿dónde quedó la bolita?
> Luego viene la crisis del 2006…
En lo de Calderón hubo
señales cruzadas. Con la idea de que no había que crear el problema, la
fracción de la Oposición, la del PRD entonces, no tomó las decisiones. Un
senador del PRD le abrió la puerta de atrás a Calderón —no digo el nombre-. Y
luego tenían ahí huevos, que podían haber dado una hueviza importantísima. Lo
que dicen los que estuvieron a cargo de eso, es que hubiera, el Ejército, que
estaba atrás apuntando: pues era la gran foto que hubiera dado la vuelta al
mundo. Se pudo haber impedido la llegada al poder de Calderón, claro que sí. Es
mi convicción.
“Es obvio que la mayoría de
la ciudadanía mexicana está con Andrés Manuel; yo también. De hecho, fue mi
sucesor en el partido (como presidente del PRD) y creo que es la posibilidad de
un cambio en el país”
- PORFIRIO MUÑOZ LEDO
POLÍTICO MEXICANO
> ¿El movimiento de la sociedad civil organizada
puede considerarse una forma de revolución social?
(Las ONGs) están fuertes,
pero hay que coordinarnos todos. En el periódico hay un manifiesto, un pedimento
de la sociedad civil sobre las elecciones. Morena lo hizo frente al INE.
Entonces, sí hay un movimiento social importante. No aspiro, ni aspiramos a
coordinarlo, cada quien tiene que moverse por su cuenta y a ver si puede llegar
a articularse.
> ¿Cuál es el legado que dejará Porfirio Muñoz
Ledo?
Es el esfuerzo de un mexicano
de su tiempo, que desde la juventud tuvo la vocación de la política y de la
vida intelectual. Y que, finalmente, logró en sus actividades dejar una huella
democrática, social y nacionalista. Y yo percibo que hay una inmensa
congruencia de lo que partí en mi juventud y a lo largo de mi vida pública.
> Algunos políticos, a cierta edad, hacen actos de
contrición. ¿Usted haría algún acto de contrición? ¿Se arrepiente de algo?
No.
> ¿Haría todo igual entonces?
No, (porque) muchas de las
cosas que promoví no triunfaron. El 88 para mí fue un descalabro muy
importante, yo tenía una idea distinta, lo he dejado como testimonio de lo que
realmente pasó. Pero no es un acto de contrición; yo hice lo que estuvo de mi
parte.
Yo no tengo arrepentimientos
en política. Simplemente hubo cosas que promoví que no salieron, ese es otro
problema. Pero que yo haya promovido algo contra mis convicciones, eso no
ocurrió (…) Errores de táctica siempre los hay; si yo hubiera sido una gente
disimuladora, más moderada cuando estuve en el gobierno, a lo mejor soy
presidente. Por eso dije una vez ante una encuesta de líderes de opinión:
‘¿Usted hubiera sido Presidente?’. ‘Sí, si actúo de otra manera’. Yo no fui,
porque actué conforme a mis convicciones. Es mejor pasar a la historia que
tener poder.
Cinco momentos clave en la vida de Porfirio
1972-1977
Ocupó las secretarías del Trabajo y Previsión Social y
la de Educación Pública en los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y José López
Portillo.
1987
Renuncia al PRI y conforma con Cuauhtémoc Cárdenas el
Frente Democrático Nacional que más tarde se convertiría en el PRD.
1997
En ese año ya como opositor al gobierno respondió al
tercer informe de gobierno de Ernesto Zedillo.
2000
Fue candidato presidencial por el PARM y más tarde
declinó en favor de Vicente Fox (PAN)
2001
Luego del triunfo panista, fue designado embajador de
México ante la Unión Europea.
(DOSSIER POLITICO/ TOMADO DE: IMELDA GARCÍA / REPORTE
ÍNDIGO/ 2018-02-02)
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