Sin una clara identidad política –un no
priista que carga las históricas lacras priistas–, entre rumores que van y
vienen sobre su posible sustitución, rebautizada ya sin su nombre la coalición
que lo apoya, el aspirante oficial a la Presidencia, José Antonio Meade, ha
tenido escasos avances en su precampaña y se mantiene estancado en el tercer
lugar de las preferencias. Su discurso no incide, dicen algunos expertos. Y
Javier Lozano, su recién nombrado vocero, reconoce que tiene un reto muy grande:
convencer a los ciudadanos de que el PRI, más allá de la corrupción, “tiene una
parte muy positiva”.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
A un mes de iniciada su precampaña por la Presidencia, y con los sondeos de
opinión en su contra –lo colocan en tercer lugar, detrás de Andrés Manuel López
Obrador y Ricardo Anaya–, comienzan a circular versiones de que José Antonio
Meade Kuribreña podría ser sustituido como abanderado del PRI por su
coordinador de campaña, Aurelio Nuño.
Su discurso no ha pegado en la
opinión pública y tiene dificultades con los militantes del PRI para
identificarse como su precandidato, pese a que les pidió “háganme suyo” en su
primer acto de precampaña.
Las versiones de que podría
ser sustituido antes de que venza el plazo de registro para los candidatos
presidenciales comenzaron a circular los primeros días de este año. Pese a
ello, el pasado lunes 8, en una entrevista en televisión, Meade rechazó que
vaya a ser remplazado por un “candidato emergente”.
“Entonces no habiendo encontrado
espacios de debilidad, espacios que criticar, no teniendo la posibilidad de
poner propuestas serias, pues empiezan a buscar –yo creo que en los manuales, a
veces– algunas de estas fórmulas viejas, generar ruido o incertidumbre; pero no
se preocupen, por eso yo les voy a ganar”, sostuvo el precandidato en esa
entrevista.
Javier Lozano, vocero de la
precampaña de Meade, le asegura a Proceso que el exsecretario de Hacienda está
firme para ser candidato presidencial y rechaza las versiones de que Nuño lo
sustituiría en febrero.
“¡Esa es una barbaridad! ¡Es
una estupidez! Es algo que lo vienen alimentando los otros precandidatos. Si,
como ellos dicen, vamos a la baja, que no levanta la campaña, que va a haber
sustitución de candidato, no tendrían por qué ocuparse un minuto de nosotros.
En cambio, todos los días están hablando del mismo asunto, porque saben que el
verdadero rival a vencer es Meade, porque Anaya se va a quedar en tercer
lugar”, dice tajante.
Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso
2151, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ JOSÉ GIL OLMOS , 20
ENERO, 2018)
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