Dámaso López Serrano, el Mini
Lic, reveló nombres de más de 100 integrantes (varios de alto rango) del Cártel
de Sinaloa que, libres o presos, continúan operando, incluyendo Ismael Zambada
Sicairos el Mayito Flaco, Ismael Zambada Imperial el Mayito Gordo, y Serafín
Zambada Ortiz, Rodrigo Aréchiga Gamboa el Chino Ántrax, entre otros.
Esa información, publicada
por Univisión, habría sido uno de los acuerdos para que el Mini Lic fuera
protegido por el gobierno de Estados Unidos, de lo que parecía una muerte
inminente, luego que estallara la guerra entre su padre Dámaso López Núñez, el
Licenciado, con los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, por el control de la
plaza.
Estos nombres y modo de
operación, al que el Mini Lic tenía acceso, robustecerán las acusaciones que
existen contra otros integrantes del Cártel de Sinaloa, pues no sólo brinda las
herramientas necesarias para que los fiscales Adam L. Braverman y Matthew
Sutton, tengan las pruebas necesarias para, llegado el momento, hundir a
quienes enfrentan acusaciones por parte de Estados Unidos, sino que el mismo
López Serrano podría aportar su testimonio contra narcotraficantes en careos
judiciales.
Justo después de revelar esa
información, el Mini Lic se declaró culpable de todos y cada uno de los cargos
por los que era acusado en una corte federal del sur de California, que es la
misma corte que lleva los juicios contra el Chino Ántrax, y Serafín Zambada
Imperial.
A pesar de haber aportado
señalamientos sensibles, el Buro de Prisiones de Estados Unidos (BOP), no
precisó si reforzaría la seguridad del Mini Lic dentro de la penitenciaria,
toda vez que el Metropolitan Correctional Center (MCC) de San Diego, donde el narcotraficante
se encuentra recluido, goza de buenas medidas de seguridad para protegerlo de
un eventual ataque.
“Estamos analizando reforzar
esa seguridad, pero de momento no hemos decidido nada”, dijeron fuentes del BOP
a Ríodoce.
Aun cuando ninguno de los
ahora enemigos del Mini Lic se encuentra en la misma prisión, según revela la
página del BOP, no se pudo precisar el lugar donde están recluidos el Chino
Ántrax o Serafín Zambada, aunque sus juicios siguen desarrollándose, según el
Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ).
No obstante, la información
revelada por el Mini Lic puede servir para hundir a quienes actualmente
enfrentan acusaciones o bien, procesos de extradición.
En el caso del Chapo, se
desconoce si los señalamientos hechos por López Serrano incluye información que
pueda ser utilizada en su contra, o si un careo entre el Mini Lic y Guzmán
Loera ocurriría, toda vez que nadie como los Dámaso López podría hundir más al
capo al haber sido el brazo operador desde que Guzmán Loera se fugara de la
cárcel de Puente Grande Jalisco, en enero de 2001.
LA RADIOGRAFÍA DE UN NARCOJUNIOR
Dámaso López Serrano, el Mini
Lic, se inició en el narcotráfico gracias a su padre Dámaso López Núñez el
Licenciado, luego que éste último ayudara al Chapo a escapar de la prisión de
Puente Grande Jalisco en 2001.
El Licenciado era nadie. Pero
haber ayudado al capo le dio reconocimiento y apoyo, y pronto empezó a crecer a
la sombra de Guzmán Loera. Entonces López Serrano tenía 13 años, y no tenía el
mote de Mini Lic, pero gracias a que su padre lo empezó a llevar a los eventos
que lo invitaba Guzmán Loera, empezó a tener contacto con los hijos de los
grandes capos, que se referían a él como el hijo del Licenciado. Y fue así como
se ganó el alias de Mini Lic.
Cuando ya estaba en la
mayoría de edad, su padre le empezó a emplear como su asistente, y después como
su coordinador de logística, y fue así que al Mini Lic le empezó a llover
dinero, relaciones, y después poder.
El expediente acusatorio
número 16CR1896DMS lo identifica desde 2005, cuando empezó a coordinar grandes
cargamentos que eran del Chapo Guzmán y de su padre, labor que le permitió
tener ingresos millonarios cuando apenas tenía 18 años de edad.
CON EL ‘MAYITO GORDO’. La traición.
Fue cuando empezó la fama, y
los autos de lujo, los banquetes, las mujeres, y los corridos en su honor. Su
ascenso había sido meteórico, y su fama ya le empezaba a ganar respeto, incluso
amistades con “los meros meros”: los hijos del Chapo y del Mayo.
Empezó a moverse con gente
armada y a tener su propio grupo de seguridad privada, es decir, sus sicarios,
pues no sólo creció para seguir mandando metanfetaminas y cocaína a Estados
Unidos, sino que se encargó de coordinar el envío de millones de dólares de
Estados Unidos a Culiacán.
Los informantes de la DEA
empezaron a escuchar de él, y fue cuando el gobierno se volvió hacia el nuevo
personaje, que por aquel tiempo no salía de conocidos restaurantes ubicados en
la zona de Tres Ríos de Culiacán, y se movía con total libertad en la ciudad.
TODO LO QUE EMPIEZA TERMINA
Pero el paraíso que el Mini
Lic había encontrado gracias a su padre no podía ser eterno. Tarde o temprano
habría de terminar. Y terminó. Fue aquel enero ingrato de 2017, cuando el jefe
de su padre, el Chapo Guzmán fue extraditado a Brooklyn Nueva York.
Su padre, que se había hecho
cargo de los negocios dirigidos por su antiguo jefe, recibió un reclamo por
parte de los hijos del Chapo, quienes le exigían el control de la facción que,
por una ley no escrita, les correspondía.
Ahí terminó todo. Las
facciones primero se replegaron en lo que arreglaban un desacuerdo que, al no
poder solucionar, acabó en una guerra que empezaba a balancearse a favor de los
Guzmán, hasta que ocurrió el arresto del Licenciado, en mayo de 2017. Ahí
terminó el reinado del Mini Lic, y lo que seguía a continuación era salvar la
vida.
Así fue como terminó a salto
de mata, hasta que acabó oculto en una casa de seguridad en Mexicali, desde
donde contactó a agentes de la DEA para solicitarles apoyo a cambio de
entregarse, y decirles todo lo que sabía.
EL ‘MINI LIC’. La farándula buchona.
NO
HABRÁ FINAL FELIZ
El 27 de julio pasado, Dámaso
López Serrano caminó a la garita con Calexico, donde ya varios agentes de la
DEA y de ICE lo estaban esperando. Y durante cinco meses, sus abogados Matthew
J. Lombard y Michael Littman, negociaron
con dos de los fiscales más feroces del sur de California, Braverman y Sutton,
un arreglo que beneficiara a su defendido.
El arreglo se dio, pero a
cambio López Serrano proporcionaría nombres y modo de operación de integrantes
de alto rango del Cártel de Sinaloa. Así fue como surgieron los nombres de los
hijos del Mayo Zambada, incluyendo el Mayito Gordo, el Mayito Flaco, el Chino
Ántrax, Iván Archivaldo Guzmán Salazar,
el Chapito, y Jesús Alfredo Guzmán Salazar el Gordo.
“La información que
proporciona el acusado sin duda será de mucha ayuda, para desmembrar a esta
organización criminal”, dijo Braverman en un comunicado.
La juez Dana M. Sabraw
programó para el próximo 12 de julio la fecha para emitir sentencia al Mini
Lic, la cual varía entre los 10 años de cárcel a cadena perpetua.
López Serrano también se
declaró culpable en otra acusación de narcotráfico que se le sigue en una corte
de Distrito del Este de Virginia, la cual continúa en estatus pendiente para
definir fecha en que le dicten sentencia.
Artículo publicado el 14 de enero de 2018 en la
edición 781 del semanario Ríodoce.
(RIODOCE/ MIGUEL ÁNGEL VEGA/18 ENERO, 2018)
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