Las investigaciones sobre el
corrupto conglomerado brasileño Odebrecht y los sobornos en México, ya no se
van a detener. El Presidente Enrique Peña Nieto dio luz verde hace pocas
semanas para que se profundizaran, sin menoscabo de qué colaborador actual o anterior
de su gobierno pudiera salir involucrado. En seguimiento de ello, la Secretaría
de la Función Pública dio a conocer que encontró una “irregularidad” de 119
millones de pesos que vinculan a un funcionario de Pemex con la adjudicación de
una obra en la refinería “Miguel Hidalgo” en Tula. No se ha establecido
responsabilidad alguna todavía sobre esa persona, quien de acuerdo con lo que
se colige del comunicado, sigue trabajando en Pemex y que tuvo relación con
Braskem, la filial a la que se refiere la Función Pública y que es una de las
22 empresas ligadas a Odebrecht bajo investigación.
El caso al que se refiere la
Función Pública aparentemente es al contrato firmado por Pemex Gas y
Petroquímica, hoy llamada Transformación Industrial, con Braskem en diciembre
de 2015 por 115 millones de dólares para la construcción de vías de acceso y
obras externas para un proyecto de utilización de residuos en la refinería de
Tula. Ese mismo proyecto fue señalado por Luis de Meneses Wyell, quien hasta
esta primavera fue director de Odebrecht en México, y quien declaró a la
Fiscalía brasileña en diciembre que la empresa le pagó al ex director de Pemex,
Emilio Lozoya, para beneficiarlos con esa obra. Las fechas que mencionó Meneses
Wyell no coinciden con los tiempos en los que Lozoya estuvo en Pemex. Cuando se
le adjudicó el contrato Lozoya aún no dirigía la empresa, y cuando se hizo la
ampliación, fue el Consejo de Administración que lo aprobó.
Las personas involucradas con
la adjudicación original a Braskem son Miguel Tame, quien fue nombrado por el
Presidente Felipe Calderón director de Pemex Gas y Petroquímica, y que saltó al
gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto al ser nombrado por Lozoya como
director de Producción de Transformación Industrial, nombre con el que se
rebautizó esa área de la empresa. Tame es uno de los ex funcionarios -renunció
en febrero de 2016- que están siendo investigados por la Secretaría de la
Función Pública y la PGR por presuntos actos de corrupción, pero no es el
motivo de la “irregularidad” señalada con Braskem.
Otro funcionario involucrado
en la adjudicación en la refinería de Tula es Leonardo Cornejo, quien es el
director de Proyectos de Transformación Industrial, era el coordinador de
Proyectos de Modernización, quien firmó los contratos para la ampliación de la
obra en 2014 y 2015. Braskem, según Meneses Wyell, participó en ese proyecto
con la empresa hidalguense Construcciones Tapia, la que les había sido
recomendada, agregó ante la Fiscalía brasileña, por Lozoya. Construcciones Tapia,
sin embargo, no entraron a trabajar a Pemex de la mano del ex director de la
empresa, sino de Tame.
Cornejo es uno de la decena
de funcionarios y ex funcionarios de Pemex que ya fue llamado a declarar a la
PGR por el caso de corrupción de Odebrecht, y de acuerdo con personas que
conocen detalles de los interrogatorios, fue con quien más incisivos y
agresivos ha sido el Ministerio Público federal. Cornejo tampoco es el
funcionario que incurrió en “irregularidades” con Braskem, que señaló la
Función Pública, sino que se está apuntando a Armando García Espinosa,
subdirector de Administración y Finanzas del área de Proyectos de
Transformación Industrial, y quien también pertenece al grupo de la decena de
funcionarios y ex funcionarios de Pemex investigados por la PGR.
Las investigaciones sobre la
corrupción de Odebrecht se han enfocado al periodo donde Lozoya fue director de
Pemex, y las personas bajo sospecha pertenecían al grupo de colaboradores más
cercanos. Las ramificaciones de la presunta red de corrupción de la empresa
brasileña en México alcanza a ex funcionarios del gobierno de Felipe Calderón
del segundo nivel ejecutivo, como han sido las pesquisas, hasta ahora, de las
administraciones de Pemex durante el gobierno peñista. Sin embargo, de acuerdo
con información recabada, las investigaciones que abarcan a 22 filiales de
Odebrecht incluyen relaciones con empresas mexicanas que tenían vínculos con ex
directores de áreas y con familiares de antiguos miembros del Consejo de
Administración de la empresa, que es por donde pasan todos los proyectos, se
revisan y, dado el caso, se autorizan.
Es decir, el potencial de
corrupción de Odebrecht en Pemex no se limita a la decena de funcionarios y ex
servidores públicos investigados hasta ahora, sino abarca un abanico mucho
mayor de personas que pudieran haber estado involucradas durante cuando menos
las direcciones de Lozoya y Juan José Suárez Coppel. La investigación de la
Función Pública empezó el 22 de diciembre pasado, un día después de que el
Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que Odebrecht y Braskem
reconocieron haber sobornado a políticos y funcionarios de 11 países. De
acuerdo con los documentos de la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York,
Odebrecht pagó sobornos por más de 10 millones de dólares a funcionarios
mexicanos para asegurar que les dieran obra pública, con lo cual obtuvo un
beneficio de 300 por ciento.
La única obra que hasta el
momento se confirma que tuvo irregularidades en su adjudicación es la de la
refinería de Tula, pero está lejos de ser la única. La presión pública al
Gobierno ha tenido frutos, y aunque tarde, en comparación con el avance de las
investigaciones en otros países de América Latina, se empezó a caminar contra
la impunidad.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ Raymundo Riva
Palacio/ 13/09/2017 | 01:00 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario