En julio de 2016, inmerso en los
escándalos por tráfico de influencias y otros ilícitos cometidos en España y en
México, el entonces presidente del Grupo Villar Mir y de la empresa OHL fue
nombrado titular del patronato de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio
Marañón. Su llegada a este cargo y sus negros antecedentes provocaron la
renuncia de nueve patronos de la institución, que tiene vínculos con Enrique
Peña Nieto y el gobernador mexiquense Eruviel Ávila, entre otros priistas.
MADRID (Proceso).- El 12 de
septiembre del año pasado la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón
(FOM) formalizó el arribo de Juan Miguel Villar Mir, principal accionista de la
firma OHL, como presidente de su patronato, lo que causó controversias en la
agrupación. Cuando se cumplió el protocolo, el cargo estaba acéfalo, pues dos
meses antes Eduardo Serra había presentado su dimisión.
Serra tiene un sólido
currículum, pues fue secretario de Defensa en el gobierno de Felipe González,
titular del Ministerio de Defensa con José María Aznar, así como consejero
económico del rey Juan Carlos I.
El nombramiento de Villar Mir
se dio pese a las múltiples investigaciones judiciales a los ejecutivos de esa
firma en España. A ello se suma el escándalo de su filial mexicana por los
acuerdos ilícitos con funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto y el del
mexiquense Eruviel Ávila en el Estado de México.
Por lo que atañe a la
institución –que preside José Varela Ortega y que a principios de siglo se
llamaba simplemente Fundación Ortega y Gasset–, son del dominio público sus
vínculos con el PRI, así como el apoyo directo otorgado a militantes de ese
partido, entre ellos el veracruzano Fidel Herrera Beltrán.
Asimismo, tuvo entre sus
alumnos “destacados” a Javier Duarte de Ochoa, quien años después sustituyó
como gobernador a Herrera, su tutor. Hoy, Duarte, a quien el presidente Peña
Nieto presumió a principios de su sexenio como uno de los integrantes del
“nuevo PRI”, está preso en Guatemala, acusado de los delitos de delincuencia
organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Tal es el acercamiento de la
fundación con el PRI que en 2015 Varela Ortega, nieto del filósofo José Ortega
y Gasset, dijo en una entrevista radiofónica en México que el capítulo mexicano
de “su entidad” –ubicada precisamente en el Estado de México e inaugurada por
Felipe de Borbón, entonces príncipe de Asturias– fue inspirado por Peña Nieto
cuando era gobernador del Estado de México.
Asimismo, el priista Otto
Granados, uno de los profesores predilectos de la fundación y vocero de la
Presidencia en México durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari, fue
quien organizó las visitas del exmandatario mexicano y la del senador Manlio
Fabio Beltrones en 2010 para dar conferencias magistrales en la sede madrileña
de esa institución.
LAS DIMISIONES
El 19 de julio del año
pasado, durante la sesión del patronato del FOM, estalló la crisis. Ese día
Serra presentó su dimisión, entre otras causas por no compartir los criterios
de Varela Ortega y del vicepresidente de la fundación, Gregorio Marañón Beltrán
de Lis, nieto del médico y científico Gregorio Marañón, sobre el ingreso de
Villar Mir.
De inmediato se sumaron las
de Emilio Lamo de Espinosa, Javier Gómez-Navarro, Andrés Ortega, Mercedes
Cabrera, Pilar del Castillo, Fernando Vallespín, Esperanza Aguirre e Inés
Alberdi. Varios de ellos son exministros, políticos y académicos de prestigio.
Hombre de empresa que busca
sumar a su currículum la presidencia de una entidad educativa y cultural,
Villar Mir prometió aportar 5 millones de euros para ayudar a solventar los
problemas financieros de la FOM.
Los renunciantes sabían que
desde 2013 el constructor Villar Mir y altos ejecutivos de OHL han estado
envueltos en escándalos de corrupción. Incluso su yerno, Javier López Madrid,
ejecutivo de las empresas del Grupo Villar Mir y de OHL, fue sentenciado por su
implicación en el supuesto soborno de 1.4 millones de euros a Javier González,
expresidente de la Comunidad de Madrid, a cambio de que la compañía obtuviera
la concesión para construir y explotar el fallido tren en las comunidades
madrileñas de Navalcarnero-Móstoles.
En marzo pasado, las sospechas
de los patronos que dejaron la FOM se confirmaron al enterarse de que Villar
Mir declaró en calidad de imputado ante José Castro, juez de instrucción de
Palma de Mallorca, por las presuntas irregularidades en la fallida adjudicación
para que OHL construyera el hospital Son Espases en esa isla.
Semanas después, el 24 de
abril, el titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia
Nacional, Eloy Velasco, pidió información de 60 personas, entre ellas de Villar
Mir, relacionadas con la Operación Lezo, debido a que el nombre del presidente
del patronato de la FOM aparece en la documentación incautada por la Guardia
Civil sobre la trama de corrupción liderada por Ignacio González, quien fue
detenido el 19 de abril.
López Madrid cayó dos días
después, el 21 de abril, al descender del avión que lo trasladó desde Londres.
El yerno de Villar Mir sigue sujeto a investigación, aunque en libertad, pues
pagó una fianza de 1 millón de euros.
La FOM surgió en 2010, cuando
las fundaciones Ortega y Gasset y Marañón decidieron fusionarse para mejorar su
rendimiento financiero y sumar sus capacidades debido a que ambas tenían
problemas financieros.
Su labor se centra en la
promoción cultural, la formación de posgrado, así como el debate y la
investigación en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades. Cuenta
con cerca de 800 catedráticos en nómina y una plantilla de apoyo de 50
profesionales, según su sitio de internet.
La FOM tiene una importante
presencia en América Latina, donde México es uno de sus principales soportes.
Los gobiernos del Estado de México y de Veracruz han becado a innumerables
alumnos para que estudien en las aulas del Instituto Universitario
Ortega-Marañón en Madrid. De manera simultánea, se mantienen cátedras abiertas
en ambos estados con apoyo de los gobernadores.
Antes de su renuncia, Serra
intentó poner en venta el Coto de Castilleja, una finca rústica ubicada en el
municipio vallisoletano de Mayorga, cuyo mantenimiento supone una enorme carga
para la FOM.
Se trata de la finca que
habitó Ortega y Gasset al regresar de su exilio en Portugal. Pertenecía a la
familia Varela, pero fue adquirida por la FOM a propuesta de Varela Ortega y
desde 2013 se convirtió en un centro de estudios del patrimonio cultural y
natural, según el sitio InfoLibre.
Por esas fechas, Serra se
enteró de que Villar Mir sería integrado a la FOM y que aportaría 5 millones de
euros para aliviar la grave situación financiera de la institución, que
arrastra un pasivo de 2.5 millones de euros. Uno de los patronos deslizó que el
constructor en realidad “compró” la presidencia del Patronato con su promesa de
inyectar dinero a la institución.
En junio de 2016, un mes
antes de la ríspida sesión del patronato de la FOM en la que renunciaron Serra
y otros ocho integrantes, Villar Mir anunció en rueda de prensa que dejaría la
presidencia de OHL. Su lugar, dijo, lo ocuparía su hijo Juan Villar Mir de
Fuentes, hasta entonces vicepresidente del Grupo Villar Mir y de OHL.
El octogenario constructor
hizo el anuncio luego del annus horrobilis que enfrentó en su filial OHL-México
por la difusión de una serie de audios en Youtube que dejaban en claro las
maniobras de presunta corrupción y tratos preferenciales a su empresa por parte
de colaboradores de Peña Nieto y Ávila Villegas en el Estado de México, donde
mantiene la mina de oro de su imperio.
De inmediato las acciones de
la filial mexicana de Villar Mir sufrieron una caída histórica, al pasar de 42
a 16 pesos.
SOBREPRECIOS EN OBRAS MEXIQUENSES
Villar Mir hizo su imperio
tras adquirir empresas a precio de ganga y construyó una de las principales
compañías constructoras y de concesiones. Eso le permitió amasar una de las
principales fortunas en España, con un patrimonio que supera los 3 mil 400 millones
de euros, según el ranking de la revista Forbes.
Hoy, los escándalos empiezan
a minar a la compañía. En junio de 2016, cuando anunció que entregaría la
estafeta a su hijo, el valor bursátil de OHL había caído 60% en el primer
semestre del año.
La llegada del heredero no
fue bien recibida en los mercados. El primer día cayó 4% el valor de la acción.
A su vez, Moody’s, la agencia de rating, rebajaba la nota de la compañía de B2
a B3 y con perspectivas negativas.
Y Fitch rebajó la nota de OHL
casi a “bono basura”, lo que obligó a la compañía a anunciar en abril pasado un
plan para recortar deuda y “reflotar” el negocio.
A lo anterior se suma el
impacto negativo que tuvo en los balances de la filial mexicana de OHL, desde
que en mayo de 2015 se hicieron públicos los polémicos audios: La compañía tuvo
que destinar 137.7 millones de pesos al pago de asesores legales, multas y
auditorías, según las cifras del segundo trimestre de 2016 publicadas por
expansión.mx.
Este resultado incluye la
multa que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México impuso a
OHL-México por 71.7 millones de pesos (3.6 millones de euros) por inflar los
costos en el Circuito Exterior Mexiquense.
En ese monto no se incluía la
multa que en agosto pasado le impuso el gobierno del Estado de México por 38.3
millones de pesos (1.8 millones de euros) por diversas irregularidades
detectadas en el Viaducto Elevado Bicentenario.
Aun así, la matriz de OHL
afirmó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en Madrid, que de
acuerdo con la auditoría de PriceWaterHouseCoopers (PwC) y de la investigación
de la CNBV de México, las imputaciones contra su filial mexicana “carecen de
fundamento”.
LA FOM Y EL NUEVO PRI
En busca de reconocimiento
internacional, la FOM y su Instituto Universitario Ortega-Marañón llegaron a
México y firmaron acuerdos con diversos gobiernos del PRI.
En noviembre de 2012, Felipe
de Borbón inauguró las instalaciones de la Fundación Ortega-Marañón en la
Universidad Autónoma del Estado de México, en Toluca, a la que puso como
ejemplo del “hermanamiento histórico y cultural” entre México y España.
El acuerdo incluía el apoyo
del gobierno de Eruviel Ávila que, según estimaciones, osciló en medio millón
de pesos.
El 21 de febrero de 2014, el
PRI anunció que por medio de su Instituto de Capacitación y Desarrollo Político
(Icadep) formalizó un convenio de colaboración con la Fundación Ortega y Gasset
para que ésta impartiera un diplomado en comunicación y marketing político.
Pero pronto surgieron los conflictos.
La matriz de la FOM no reconoció el acuerdo que su filial mexicana realizó con
el Icadep. Incluso hoy continúan las denuncias cruzadas entre la matriz de la
institución y los directivos del capítulo México. Éstos sostienen que la matriz
de la FOM retiró el reconocimiento académico a alumnos que ya habían terminado
sus cursos.
El 15 de junio de 2015,
Varela Ortega dijo en entrevista con Jacobo Zabludovsky que buscaba
“reconducir” el capítulo mexicano que tienen con la Universidad del Estado de
México y el gobierno de esa entidad.
Aseguró que la comisión
académica de la institución ni conoce ni había supervisado los seminarios que
se acordaron con el PRI, ni recibió el dinero que se había cobrado, lo que
“deteriora nuestra marca académica”, dijo.
Fue en esa entrevista cuando
el nieto de Ortega y Gasset afirmó que ese instituto fue “inspirado al
principio de sus orígenes” por Enrique Peña Nieto cuando aún era gobernador del
Estado de México.
Este reportaje se publicó en
la edición 2114 de la revista Proceso del 7 de mayo de 2017.
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ ALEJANDRO GUTIÉRREZ /9 MAYO, 2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario