Son varias las organizaciones
criminales que luchan por llenar el “hueco” que dejó El Chapo al ser capturado.
En ese “quebradero” de mafias destaca, en primer lugar, la guerra intestina que
se libra en el Cártel de Sinaloa, donde El Licenciado, recientemente
aprehendido, quería tomar el control; no contaba con que la familia de Guzmán
Loera está muy bien apuntalada. Por otro lado está el Cártel de Jalisco Nueva
Generación, el cual poco a poco le quita plazas a los sinaloenses y que, según
la PGR, es ya el más poderoso de México.
La captura de Dámaso López
Núñez, El Licenciado, el pasado martes 2, trabajaría en favor de Nemesio
Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación
(CJNG), con quien el detenido pactó una alianza a fin de tomar el control del
Cártel de Sinaloa, maniobra que, según el gobierno federal, haría a la mafia
jalisciense la organización del narcotráfico más poderosa del país.
Pero Nemesio Oseguera no
necesita ninguna alianza, de acuerdo con Raúl Cervantes Andrade, Procurador
General de la República, quien el jueves 4 reconoció que el CJNG es el más
poderoso de México. Ahora, con El Licenciado preso, El Mencho tiene el camino
libre para controlar, sin necesidad de su ayuda, plazas como la península de
Baja California, clave para el trasiego de drogas a Estados Unidos y que desde
abril de 2015 les disputa a los Arellano Félix y al propio Cártel de Sinaloa.
Por otro lado, a quienes sin
duda favoreció la aprehensión del Licenciado es a Iván Archivaldo y a Alfredo
Guzmán Salazar, hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, así como al hermano de
éste, Aureliano Guzmán Loera, El Guano.
De acuerdo con fuentes de la
Procuraduría General de la República (PGR), López Núñez había logrado
desestabilizar al Cártel de Sinaloa a grado tal que el pasado febrero intentó
él solo quedarse con el control de la península de Baja California, donde El
Chapo ya había incursionado; en febrero de 2012, fuerzas federales intentaron
sin éxito detenerlo en Los Cabos.
Además El Licenciado y su
hijo, Dámaso López Serrano, El Mini Lic, habían buscado pactar con la familia
Salazar, de abolengo dentro del Cártel de Sinaloa y gracias a la cual el grupo
criminal conserva el control del norte de Chihuahua.
Ahora, luego de la detención
del Licenciado, el Cártel de Sinaloa trata de regenerarse: al Guano y sus
sobrinos se sumará Miguel Ángel Guzmán Loera, El Mudo, otro hermano del Chapo y
quien el pasado martes 2 fue liberado del penal del Altiplano tras cumplir una
condena de 11 años por lavado de dinero.
EL ARTÍFICE DE LA FUGA
En enero de 2013 el gobierno
de Estados Unidos fichó a Dámaso López Núñez, quien había ayudado al Chapo
Guzmán a escapar del penal de Puente Grande, Jalisco, en 2001. Por esa hazaña,
El Licenciado se convirtió entonces en “teniente” del grupo criminal, encargado
del trasiego de narcóticos de México a Estados Unidos.
López Núñez, nacido el 22 de
febrero de 1966 en la comunidad El Dorado, en Culiacán, por recomendación de
Ismael El Mayo Zambada trabajaba para el Cártel de Sinaloa desde años atrás,
cuando era policía municipal.
Un hijo del Mayo, Vicente
Zambada Niebla, El Vicentillo, detenido en 2009 y extraditado en 2010 a Estados
Unidos, habló de la importancia del Licenciado en el crecimiento de la
organización criminal.
Declaró: “Dámaso era el
responsable de coordinar con los colombianos para establecer los envíos a
través de botes y submarinos que traían de Colombia la droga y los botes que
viajaban de México para llevar de regreso los pagos de la cocaína recibida”.
La reportera Anabel
Hernández, en el reportaje “Los Chapitos no tienen cómo pelear contra Dámaso”,
publicado el mes pasado en el portal Narcoviolencia, narra que en otras
ocasiones López Núñez transportaba la cocaína de Colombia a México en aviones
de fumigación que llegaban a cargar hasta media tonelada, con escalas en
Guatemala, Belice y Honduras.
Según El Vicentillo, López
Núñez también se encargaba de reclutar y organizar a los sicarios que peleaban
contra los enemigos del Cártel de Sinaloa.
En 2013 el departamento del
Tesoro de Estados Unidos incorporó al Licenciado a la lista de personas y
empresas no gratas, por sus actividades delictivas.
EL NUEVO PODER
En septiembre de 2006 las
autoridades estadunidenses ya ubicaban al CJNG como el grupo criminal mexicano
con mayor crecimiento de los años recientes y con influencia en 14 estados del
país, principalmente en Colima, Jalisco y Nayarit.
En el presente año se
considera la organización delincuencial con mayor presencia en el país,
superando incluso al Cártel de Sinaloa, con dominio en Michoacán, Guanajuato,
Veracruz, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, el Estado de México, la Ciudad de
México, Aguascalientes, Baja California, Oaxaca y Chiapas.
De acuerdo con la
investigación conocida como Panama Papers, El Mencho se inició en el Cártel de
Sinaloa, donde estaba a las órdenes de Nacho Coronel.
A la muerte de éste, el 29 de
julio de 2010, El Mencho le disputó el control de la organización a los
sobrinos de Coronel; quedó al mando de la misma Martín Beltrán, El Águila,
apoyado por José Ángel Carrasco Coronel, El Changel.
DISGUSTADO, EL MENCHO FORMÓ SU PROPIO GRUPO: EL CJNG.
El gusto les duró poco a los
sobrinos de Coronel: el 13 de mayo de 2011 el general de brigada y subjefe
operativo del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa, Édgar Luis Villegas
Meléndez, informó de la captura del Águila.
Dijo que a la muerte de Nacho
Coronel, Martín Beltrán había asumido el liderazgo de la organización delictiva
en Jalisco, movimiento avalado por Guzmán Loera.
Así, el ahora detenido Martín
Beltrán logró colocarse dentro de la cúpula de poder del Cártel de Sinaloa, al
mismo nivel que El Mayo Zambada o que Juan José Esparragoza, El Azul.
Martín Beltrán trasegaba
drogas que compraba en Centro y Sudamérica hacia Estados Unidos, por la ruta
del Pacífico. Mantenía su centro de operaciones en Jalisco y Colima; contaba
siempre con el apoyo de su primo El Changel.
Según Villegas Meléndez,
Martín Beltrán controlaba tanto al incipiente CJNG como al grupo delictivo
llamado La Resistencia.
Esta fue la primera detención
que benefició al Mencho.
Luego, en julio de 2013, fue
aprehendido El Changel.
En ese entonces, el general
Daniel Velasco Ramírez, comandante de la V Región Militar, declaró que la
captura del Changel había desencadenado una escalada de violencia en los
municipios de la Región Valles.
De manera simultánea, El
Mencho consolidó su poder mediante alianzas con el líder del grupo delictivo de
Los Cuinis, expertos en el tráfico de cocaína y metanfetaminas pero, sobre
todo, en lavado de dinero, según los Panama Papers.
El líder de Los Cuinis,
Abigael González Valencia, quien se formó en el ya desaparecido Cártel del
Milenio y fue detenido en febrero de 2015, es cuñado del Mencho. La Oficina
para el Control de Activos Extranjeros, del estadunidense Departamento del
Tesoro, los incluyó a ambos, en abril de 2015, en su lista de grandes
narcotraficantes.
“QUEBRADERO”
La ambición del Licenciado y
de su hijo llevó a una confrontación abierta con los hijos y los hermanos del
Chapo en febrero pasado.
Esto se hizo evidente gracias
a un narcomensaje firmado por el Cártel de Sinaloa, que señalaba que Dámaso
López, “el perro que mordió la mano que le dio de comer”, ya no pertenecía a la
organización. Hablaba también de que los combatirían a muerte, y también a sus
colaboradores, como Ulises Contreras y algunos comandantes de la Policía
Estatal.
Dámaso López se acercó
entonces al CJNG y ofreció consolidar su presencia en las plazas de Baja
California, Sonora y Nayarit, acuerdo que El Mencho aceptó: El Licenciado
controlaría del centro hacia el norte del país, mientras que Oseguera Cervantes
lo haría hacia el sur.
Sin embargo, fuentes
oficiales que pidieron el anonimato aseguran que al Mencho realmente no le
conviene una alianza con El Licenciado, pues éste, ayudado por Los Cuinis, ha
logrado consolidar su organización y podría adquirir más poder.
Otro punto a favor del Mencho
es que en este sexenio los cárteles más perseguidos han sido los de Sinaloa y
El Golfo, así como Guerreros Unidos y Los Rojos; estos últimos, a raíz de la
desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Con la aprehensión de su
padre, El Mini Lic está refugiado en Guadalajara y mantiene los planes de
asociarse con el CJNG.
Pero algunos habitantes del
Triángulo Dorado (área que comprende partes de Chihuahua, Sinaloa y Durango)
señalan que ahora mismo hay un “quebradero de organizaciones”: como acaba de
salir del penal del Altiplano un “hermano del Señor”, dicen, ya hay dos “señores
grandes”, además de los hijos que tienen el poder económico que rescatará a la
organización.
Hablan de familias, como Los
Salazar, que ya lo piensan antes de “voltear bandera” (traicionar); tras la
fractura, mucha gente se iba a ir con “los Chapos” y otra con “los Dámaso”,
pero ahora, suponen, la gente se alineará nuevamente con los de Sinaloa.
–¿Los Salazar pensaban
aliarse con los Dámaso (López)? –se le pregunta a un habitante del Triángulo
Dorado, quien pidió la reserva de su nombre.
–Sí, con la salida de Dámaso
del Cártel de Sinaloa pensaban quebrar todo. Dámaso se iba a llevar a mucha
gente. En menos de una semana hubo dos movimientos importantes: iba a haber
traiciones e iba a haber un “desparramadero” de gente. Y a la vez un reacomodo.
Aparentemente se está favoreciendo a Sinaloa. Están surgiendo nuevos jefes y
nuevas células que aún no se han desatado.
–¿Quiénes son los jefes que
han surgido?
–Las familias tradicionales
del Cártel de Sinaloa. Pero el punto importante es Nayarit. Allí va a empezar
el reacomodo. Después de las elecciones, con las primeras detenciones que se
realicen allí se va a ver de qué lado se inclinó el gobierno nayarita; quien
quede allí puede avanzar a Sinaloa y Jalisco.
(RIODOCE/ PATRICIA DÁVILA/ PROCESO EN 8
MAYO, 2017)
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