“El Azulito”, hijo de Juan José
Esparragoza Moreno “El Azul”, uno de los cofundadores del Cártel de Sinaloa, se
fugó la semana pasado de la citada cárcel, de donde no sólo salió por la puerta
principal, sino que en la celda, en la que duró menos de dos meses, se daba el
lujo de tener recámara, pantallas planas de televisión, internet de banda
ancha, un clóset para colgar su ropa, teléfonos celulares (móviles), entre
otros.
Ciudad de México, 21 de marzo
(SinEmbargo/Infobae).– La publicación de una serie de fotografías que muestran
los lujos con los que vivía el capo mexicano Juan José Esparragoza Monzón “El
Azulito” o “El Negro” en la cárcel de Aguaruto, en Culiacán, Sinaloa, pone en
evidencia nuevamente al sistema penitenciario, en el que, desde hace años,
traficantes de drogas gozan de comodidades de las que carece la mayoría de los
reos.
“El Azulito”, hijo de Juan
José Esparragoza Moreno “El Azul”, uno de los cofundadores del Cártel de
Sinaloa, se fugó la semana pasado de la citada cárcel, de donde no sólo salió
por la puerta principal, sino que en la celda, en la que duró menos de dos meses,
se daba el lujo de tener recámara, pantallas planas de televisión, internet de
banda ancha, un clóset para colgar su ropa, teléfonos celulares (móviles),
entre otros.
También recibía mujeres en
días que no eran de visita conyugal. Un día antes de su fuga, celebró una
fiesta con drogas, alcohol y prostitutas.
La recámara del hijo de “El Azul”. Foto:
EFE
Esto en medio de constantes
informes por parte de organismos de protección a los derechos humanos que desde
hace años alertan sobre sobrepoblación y la corrupción que impera en las
cárceles mexicanas.
Un informe de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló que en 73 de 130 prisiones estatales
hay reos que gozan de privilegios ante la incapacidad de las autoridades para
controlarlos.
Además de los lujos, resalta
el informe, los internos con influencias pueden disfrutar de dos celdas
mientras 30 personas se hacinan en una sola habilitada para que la ocupen sólo
cuatro reos. O que algunos internos tengan celulares, televisiones o armas pese
a ser objetos prohibidos.
NO PODÍA FALTAR “EL CHAPO”
El caso del hijo del “Azul”,
quien presuntamente habría escapado para asumir un puesto relevante en la
dirección del Cártel de Sinaloa, no es el único. En el pasado, el mismo
fundador de la organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha sido señalado por
gozar de privilegios que hicieron más fácil su reclusión.
En el Centro Federal de
Readaptación Social de Puente Grande, Jalisco (occidente), de donde se fugó por
primera vez, “El Chapo” organizaba constantemente fiestas a las que acudían
empleadas de la cárcel y reclusas. Desde adentro manejaba una nómina sólo de
los empleados de la cárcel, según documentó el periodista británico Malcolm
Beith, en su libro El último narco.
En su libro señala que, en un
festejo navideño, llegó un camión a entregar 500 litros de vino, que sirvieron
para amenizar una lujosa fiesta patrocinada por el capo, que incluyó langosta.
Los lujos los compartía
también con Héctor “El Güero” Palma, uno de sus socios, que se encontraba en el
mismo penal.
Una de las presuntas
sexoservidoras que visitaban el penal de Culiacán. Foto: Captura de pantalla de
video de El Debate”.
Guzmán Salazar se fugó de
esta prisión en 2001. En el video previo a su segunda fuga, esta vez del Centro
Federal de Readaptación Social de La Palma, en el Estado de México (centro), se
observa que antes de esfumarse por un túnel el capo veía en su celda una
pantalla.
En 2016, luego de un motín
donde perdieron la vida 49 internos, salieron a la luz los lujos con los que
vivían reos del cártel de Los Zetas en el Penal de Topo Chico, en Monterrey,
Nuevo León (Norte).
Al entrar a la prisión para
contener la violencia, las autoridades estatales encontraron celdas con sauna,
un bar, aparatos eléctricos, muebles y distintos altares a la Santa Muerte (un
culto con el que se identifican quienes se desarrollan en ambientes violentos).
En 2011 en el Centro de Reinserción
Social para Adultos en Hermosillo, Sonora (norte), se descubrió una celda de
lujo que parecía un apartamento con cocina, muebles de madera, baño y
electrodomésticos, refrigerador, DVD y aire acondicionado.
Ese mismo año, pero en un
penal de Chihuahua (norte), la prensa local publicó la existencia de una
prisión con bar, salón de billar y cancha para jugar tenis.
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AUTORIZACIÓN EXPRESA DE INFOBAE.
(SIN EMBARGO.MX/ Redacción / Sin Embargo marzo 21,
2017 - 5:48 pm)
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