FOTOS: cortesia
La guerra entre los hijos de “El Chapo”
por quedarse con el narcomenudeo, producción de anfetaminas y otros ilícitos
negocios como máquinas tragamonedas que controla la célula de Dámaso López,
tiene azorada a la población de Villa Juárez, Sinaloa, donde un comando de unas
30 camionetas con integrantes del grupo criminal de Los Chapitos han desatado
balaceras, en el enfrentamiento criminal han asesinado a dos comandantes y
desaparecido a tres policías
Culiacán, Sinaloa.- La
disputa sangrienta por recuperar la plaza de Navolato en manos de Los Dámaso,
tomando como centro neurálgico la sindicatura de Villa Juárez, ubicada a 30
kilómetros de la capital, se recrudeció con la incursión de un comando
integrado de por lo menos 30 camionetas, que desató balaceras, levantó a varias
personas y concluyó con el secuestro de un camión de jornaleros que fue
incendiado.
Según reportes de la
coordinación de seguridad en el estado, se trató de la célula delictiva de Los
Chimales, bajo las órdenes de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quien busca sacar
de esta región al grupo que comanda Dámaso López Núñez “El Licenciado”.
El análisis del grupo de
coordinación arroja que Los Chapitos intentan arrebatar el negocio del
narcomenudeo, así como toda actividad ilegal que deja recursos, como lo son las
maquinitas tragamonedas y la fabricación de metanfetaminas.
La Secretaría de Seguridad
Pública de Sinaloa, en voz del teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo,
subsecretario de Seguridad, admitió desde el lugar de los hechos que el rebrote
violento que se vivió el martes 21 de febrero fue motivado por la captura de
Francisco Javier Zazueta Rosales, alias “Pancho Chimali”, quien era el líder de
esta célula delictiva.
La Procuraduría General de la
República acusó a “Pancho Chimali” de ser el hombre que comandó el ataque al
convoy militar del 30 de septiembre pasado, que dejó como saldo 5 soldados
muertos y 11 más heridos en esta capital.
Fue detenido en un operativo
coordinado entre el Ejército, la Marina y la PGR en el fraccionamiento
Acueducto, durante la madrugada del sábado 18 de febrero.
Asimismo, la Fiscalía federal
señaló que Zazueta Rosales cuenta con un largo historial delictivo, fue
detenido en 2008 por portación de armas de fuego y envoltorios de droga, pero
más tarde recuperó su libertad, y desde entonces se le ubicaba como uno de los
principales lugartenientes de la organización de Joaquín “El Chapo” Guzmán, coordinador
del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y de la venta de drogas al menudeo
en la zona centro del estado.
El martes 21 de febrero,
mientras el gobernador priista Quirino Ordaz Coppel se paseaba en el Mercado
Garmendia muy de mañana, saludando a los locatarios y haciéndoles promesas de
mejorar las condiciones de los vendedores, Villa Juárez era sitiada por las
fuerzas de sicarios de los Guzmán Salazar.
Como sucedió el martes 7 de
febrero, Los Chimales ingresaron a la población, una de las 7 sindicaturas que
existen en Navolato, a través de las dos carreteras que la unen con Culiacán,
conocidas como La 20 y La 50.
Las unidades de nuevo
filmadas con celulares de ciudadanos, que luego corrieron por las redes
sociales, dieron cuenta el paso veloz de camionetas tipo pick up, y una
camioneta doble rodada artillada con un fusil antiaéreo que estaban marcadas
con letra X en sus costados.
Los sicarios realizaron
disparos al aire, ubicaron domicilios y sacaron al menos a cuatro personas que
fueron privadas de la libertad.
Sobre la carretera La 50,
cerca del Campo Romero, un camión amarillo que transportaba jornaleros a la
labor del día fue detenido, con lujo de violencia y palabras altisonantes
obligaron a los trabajadores a descender, atravesaron la unidad sobre la cinta
asfáltica y le prendieron fuego.
La Secretaría de Educación
Pública y Cultura confirmó la suspensión de clases por el paso del comando.
La psicosis se extendió hacia
la sindicatura de Costa Rica, ya parte del municipio de Culiacán, pues el C-4i
tuvo reportes de ciudadanos que advirtieron de grupos armados, sin que se haya
confirmado los hechos.
Sin embargo en esta ocasión,
a diferencia de dos semanas atrás, la Procuraduría no reportó personas muertas
en el operativo criminal.
En la primera incursión
violenta de Los Chimales cinco personas murieron, tres de ellas víctimas
inocentes, incluida una madre de familia que cayó en el fuego cruzado afuera de
una ferretería.
Tras abandonar la comunidad,
el Ejército realizó un operativo tierra y aire, y reportó la detención de dos
hombres armados en las inmediaciones del poblado Bachoco, en Navolato, los
cuales al ver a los soldados arrojaron dos fusiles a las aguas de un canal de
riego.
Al ser capturados portaban
pistoladas fajadas al cinto.
La SEDENA informó que los dos
pistoleros estaban vinculados a la incursión en Villa Juárez.
Horas más tarde del sitio a
Villa Juárez, apareció el primer cuerpo de la contienda, a unos kilómetros, en
las afueras de la comunidad de Balbuena, localizada cerca de la carretera La
50.
La víctima no fue
identificada, pero la Policía Municipal informó que se trata de un joven de
poco más de 20 años, el cual tenía manos y pies atados con cuerdas y con
heridas de bala en la cabeza y el cuerpo.
Más tarde fueron encontrados
los cuerpos de otros dos jóvenes en las inmediaciones del ejido El Quemadito,
perteneciente a la sindicatura de Costa Rica, al sur de Culiacán.
También tenían las manos y pies atados y con
similares impactos de bala.
Otro episodio librado en esta
guerra sucedió el jueves 16 de febrero, cuando el equipo de seguridad de “El
Licenciado” detectó a un grupo armado en la comunidad de Buenos Aires,
municipio de Elota, contiguo a Culiacán.
El enfrentamiento terminó con
una camioneta Ram pick up baleada y calcinada, y como se comprobó en las
periciales, estaba blindada.
Entre el domingo 19 y martes
21 de febrero, un grupo de jóvenes que se presentaron como gente de los hijos
del Chapo Guzmán decomisaron las ediciones de los periódicos de circulación
local Ríodoce y La Pared Noticias, donde se consignaba la respuesta de Dámaso
López Núñez a la carta difundida por el periodista Ciro Gómez Leyva, donde se
le acusa de orquestar un plan para eliminar a Iván Archivaldo, Jesús Alfredo
Guzmán Salazar y al mismo Ismael “El
Mayo” Zambada, quien se ha erigido en un especie de líder moral del cártel
sinaloense.
En el operativo, Los Chapitos
usaron varias células que se dedicaron esos dos días a comprar toda la edición
de ambos periódicos, evitando así su circulación.
“Los jefes no quieren que
circule nada de lo que anda diciendo ‘El Licenciado’”, expresó uno de los
jóvenes que estuvo comprando los periódicos e impidiendo que el público
adquiriera algún ejemplar.
Ante lo sucedido, el
semanario Ríodoce subió toda su edición a su portal web, donde un reportaje
firmado por periodista Javier Valdez señala que un colaborador de López Núñez
contó que nunca convocó a la reunión del 4 de febrero, fecha que la carta
indica que ocurrió el atentado en contra de Los Chapitos.
La espiral violenta que dio
inicio tras la fractura entre Los Chapitos y Los Dámaso, motivado por la
extradición del Chapo Guzmán a Estados Unidos –según confirmó la Secretaría de
la Defensa Nacional– no cesa en la zona centro del estado, y tan solo el
domingo 19 de febrero dos comandantes, uno de la Policía Municipal y otro de la
Estatal Preventiva, fueron ejecutados a balazos en dos hechos diferentes.
A las 07:00 horas, cuando la
PGR ya tenía bajo custodia a “Pancho Chimal”, el comandante de la Municipal
Jorge Eusebio Soto Sauceda fue privado de la libertad cuando conducía un
automóvil Toyota Corolla, color blanco, sobre el bulevar Enrique Félix Castro y
Enrique Cabrera, en la colonia Infonavit Humaya.
Los sicarios dispararon
contra el jefe policiaco para detener la marcha y subirlo a una unidad.
Soto Sauceda al igual que el supervisor
operativo de la corporación, Israel Ruiz Félix, formaba parte del grupo que
prestó auxilio a los militares tras la emboscada del año pasado.
Ruiz Félix permanece en
calidad de desaparecido desde hace un mes así como sus compañeros agentes Reyes
Yosimar García Cruz y José Antonio Saavedra Ortega.
El cuerpo de Jorge Eusebio
fue localizado a mediodía en las inmediaciones de la comunidad de San Pedro,
municipio de Navolato, en el área del río Culiacán, zona conocida como Las
Cribas.
En el seguimiento de los
plagiaros la Policía Ministerial y Municipal dieron con un campamento
clandestino de delincuentes dedicados a la ordeña de combustible de los
poliductos de Pemex.
Los delincuentes alcanzaron a
escapar tras una breve escaramuza, dejando bidones de gasolina y otros enseres
utilizados para el bombeo.
A las 11:00 horas, el comandante del Grupo
Elite de la Policía Estatal, José de Jesús Ríos, “Chuy Ríos”, fue ejecutado con
fusiles AK-47 cuando circulaba en una camioneta Ford modelo 1993, por una de
las calles de la sindicatura de Culiacancito.
El comandante “Chuy” Ríos
había sido condecorado como el Policía del Año en el 2013, y contaba con una
larga trayectoria en la PEP.
El subprocurador de la zona
centro, Julio César Romanillo Montoya, declaró que ambos homicidios todavía no
se podían conectar, pero que las investigaciones de la Procuraduría se
enfocarían a las mismas líneas que mantienen abiertas sobre el plagio de los
otros tres policías que pertenecen a la misma compañía de la corporación.
De acuerdo con fuentes de la
Procuraduría General de Justicia, el levantón de los tres policías y el
homicidio de los dos comandantes se relacionan con la recomposición de los
grupos de poder del narcotráfico.
Desde que comenzó la fractura
entre dos de las principales facciones del cártel de Sinaloa, los ataques de
uno y otro grupo también se han enfocado en desmantelar sus redes de
comunicación, así como la cadena de halcones en la ciudad y los puntos
estratégicos.
Los reportes del grupo de
coordinación de seguridad advierten que decenas de jóvenes que se dedican a
halconear fueron intimidados y retirados de los puntos a los que estaban
asignados, algunos otros fueron privados de la libertad, todo en aras de
desactivar la red de vigilancia y, como en el caso de las balaceras en Villa
Juárez, evitar que el grupo contrario tenga la suficiente capacidad de
reaccionar al momento de una incursión a territorio enemigo.
(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa/
Investigaciones Zeta / Lunes, 27 febrero, 2017 12:00 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario