No encuentran por lo menos
una prueba. Ya pasaron los videos del sistema de seguridad y nada. Ninguna
imagen matrera o de ladinos movilizándose. Todas aparecen sin novedad y como
muchas anteriores.
También fiscalizaron
centímetro a centímetro el alambrado eléctrico de la prisión entera:
Conexiones. Enchufes. Circuitos. Transformadores. Cero desórdenes.
Ni accidental ni premeditado.
A don Efraín Tibón le encomendaron un trabajo pericial completo. Lo hizo
correctamente. Examinó desde elemental hasta complicado.
Su reporte fue claro al menos
hasta la semana pasada: ausencia de evidencia sobre intento de fuga en el penal
“Puente Grande”, cerca de Guadalajara. Entonces no se puede comprobar con hechos:
Jesús Héctor “El Güero” Palma
ni siquiera ensayó escaparse. Pero las autoridades carcelarias están amachadas.
Seguirán las investigaciones.
En gran parte a cargo de don
Juan Francisco Álvarez Cisneros, Delegado de Jalisco de la Procuraduría General
de la República. Recuerdo al señor Licenciado don Alejandro Gertz Manero.
Me sorprendió. Era 17 de
diciembre del 2002. De pronto Joaquín López Dóriga nos anunció en su
telenocturno: “…tenemos en línea telefónica al señor Secretario de Seguridad
Pública”.
Mostró imagen del caballero y
le escuchamos: muy a su tiempo descubrieron las intenciones de “El Güero”
Palma. Impidieron su fuga. Quiso y no pudo escaparse. Así lo relató el
funcionario.
Refirió movimientos
sospechosos de custodios. Visitas prolongadas al encarcelado. Y lo más
importante: reveló “raras” fallas eléctricas provocadoras de harta inseguridad
para abrir y cerrar las puertas.
Todo esto se lo enjaretó en
una hipótesis: le anunciaron a Palma su extradición y desesperado buscó la
fuga. Naturalmente, el caballeroso licenciado Gertz Manero no estaba en el
lugar de los hechos. Recibió informes.
Me inclino a considerarlos
infundados, y de buena fe aceptados por el señor Secretario. Naturalmente la
noticia provocó alboroto. Se dio a entender cómo y “por poquito ‘El Güero’ la
hacía” igual que Joaquín “El Chapo” Guzmán. La noticia rebotó en primera plana
de los diarios.
Casi exactamente dibujada
como si fuera laurel olímpico. Pero los datos oficiales no convencieron.
Rápidamente aparecieron recelos. Bajó el volumen noticioso. Empezó a
desmirriarse la teoría sobre extradición.
Es que para llegar a tal punto debe recorrerse
engorroso camino encasquetado de papelería y burocracia. Por eso hasta la fecha
ni siquiera han movido el caso en sus puntos clave legales. T
ampoco hay evidencias de
seducción a custodios. Por lo menos cierta excavación de túnel. Rastros de
escalar tapias. Ni bis en forma y fondo como huyó “El Chapo”.
Personal del penal fue
interrogado por los investigadores. También reos conocidos o cercanos de “El
Güero” y nada. Ni pizca. El caso se va olvidando poco a poco. No valieron
esfuerzos oficiales para convencer a los periodistas desconfiados. Por eso se
achaparró la versión “intento de fuga”.
A cambio “El Güero” Palma
salió ganando. Le colocaron en el terreno legal donde sus abogados están
acostumbrados al éxito.
Para empezar reclamaron
oficialmente: las autoridades de “Puente Grande” desobedecieron un amparo a su
favor. No debieron aislarlo.
Al contrario, respetar su
estancia con la mayoría de los reos. Pero pretextaron que es un hombre
peligroso y desoyeron al juez. Aparte revelaron cómo fue martirizado cuando lo
arrumbaron solitario.
No podía dormir. Los guardias
pegaban con sus macanas cerca de sus oídos. Se estremecía a cada rato. Y
terminaba asustado. No le dejaban en paz. Por eso los abogados solicitaron
amparo ganándolo pero no fue respetado.
Ahora Palma promovió un
incidente de inejecución. Foliado 01/2003. Por igual motivo hay otra queja
oficial. Contra el Consejo Técnico Interdisciplinario del penal.
Con hechos probaron el
aislamiento a pesar de la orden federal en contrario. Aparte los abogados de
“El Güero” se apersonaron en el Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal.
Solicitaron otro amparo:
contra actos que por la investigación de fuga pudieran afectar a Palma. Se
inició entonces el expediente 06/2003.
De “pilón” denunciaron en el
Ministerio Público Federal al entonces director del penal. Por sus pistolas y
contra las reglas los mantuvo en el interior de la prisión.
Precisamente luego de
alertarse el supuesto intento de fuga. Los abogados han ganado numerosos
juicios desde cuando encarcelaron a Palma. Llegaron al punto de no tener nada
pendiente y casi liberarlo.
Pero entonces le achacaron
otros delitos y debió permanecer encarcelado. Sabedores que la mejor defensa es
el ataque, los licenciados contratados por Palma se colocaron en esa posición.
Legalmente “El Güero” Palma y
sus abogados deberán esperar tres meses. Entonces conocerán los fallos en los
tribunales sobre sus amparos.
Obligadamente una u otra
parte apelará a la revisión. Y así se prolongará la estancia de Jesús Héctor en
“Puente Grande”.
Algunos compañeros
periodistas encadenaron el intento de fuga con el medio para un fin: reducir
horario de visitas a prisioneros en Almoloya.
Cierto o no, el resultado es
favorable a los encarcelados: retiraron a los directores de “Puente Grande” y
“La Palma”. A uno por el supuesto intento de fuga. A otro por encoger los
horarios.
Finalmente el tiempo para ver
a los encarcelados no fue como se pretendió. Salieron ganando los prisioneros.
Perdieron los funcionarios.
Ahora el cacareado intento de
fuga de Palma ya causó un revoltijo en los tribunales. Papeleo y más papeleo.
Nuevos expedientes. Y el valioso tiempo de los señores juzgadores. Nada
gratuito.
Todo con costo al presupuesto del Poder
Judicial de la Federación. Pero lo más peligroso: si trampean a Palma la
venganza se dará desde el interior o fuera del penal.
Las víctimas serían desde
empleados de la cárcel, funcionarios, juzgadores, hasta agentes del Ministerio
Público o secretarios.
Ya sucedió en Mazatlán y por
eso se aclaró: dos juzgadores fueron ejecutados. Fue un secreto a voces que
hubo evidentemente incumplimiento. Forzoso o no, para zafar de un delito a
Francisco Arellano Félix.
Por eso el intento de fuga ya
no es una noticia alborotadora. De nada servirá “ahogarla”.
Ahora en los tribunales es un
serio problema con dos ingredientes: rencor y venganza.
Tomado de la colección Conversaciones
Privadas de Jesús Blancornelas, publicado el 26 de enero de 2003.
(SEMANARIO ZETA/ Foto: Internet/ Dobleplana/ Jesús Blancornelas /Lunes, 13
junio, 2016 12:00 PM)
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