Hace un par de meses Proceso ya había
mencionado la inocultable participación militar en los hechos trágicos de
Iguala, el 26 y 27 de septiembre del año pasado, cuando 43 estudiantes de
Ayotzinapa fueron desaparecidos. Ahora, este semanario pudo consultar los
mismos documentos que dieron pie a aquellas revelaciones, pero esta vez, sin
censura, sin los nombres tachados… Son las declaraciones ministeriales de 36
oficiales y soldados del 27 Batallón de Infantería, que dan nombres, apellidos
y rangos de quienes presenciaron lo ocurrido, y que evidencian contradicciones
y lagunas que el mismo personal castrense ha tratado de ocultar.
MÉXICO, DF (Proceso).- A poco
más de 14 meses de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa,
un nueva revisión de los testimonios que 36 oficiales y soldados del 27
Batallón de Infantería, con sede en Iguala, rindieron ante la Procuraduría
General de la República (PGR), revelan severas contradicciones entre mandos y
subalternos que dejan serias dudas sobre el papel que jugó el Ejército la noche
del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del año pasado.
Las declaraciones originales,
sin censura, obtenidas por Proceso ponen en evidencia los pendientes de la
investigación, que está en una nueva etapa ahora en manos de la Subprocuraduría
de Derechos Humanos de la PGR, como parte de los acuerdos firmados entre el
Estado mexicano y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
(GIEI), creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para conocer
el destino de los normalistas.
Ya en el reportaje
“Inocultable, la participación militar”, firmado por Anabel Hernández y Steve
Fisher (Proceso 2027), se daba parcialmente cuenta de las actividades de
vigilancia y participación del Ejército en la operación del Centro de Control,
Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4), tomadas de las versiones públicas de
los testimonios, censurados por la PGR y obtenidos gracias a la Ley Federal de
Transparencia.
Las declaraciones originales,
sin tachar, obtenidas por este semanario abundan en contradicciones y en falta
de pericia de los agentes ministeriales de la Federación al interrogar al
personal castrense; esto justifica la insistencia del GIEI en aplicar
cuestionarios directos al menos a 27 militares.
Las declaraciones de los 36
militares fueron tomadas en Iguala los días 3 y 4 de diciembre del año pasado,
67 y 68 días después de ocurridos los hechos y están incluidas en los tomos 19
y 20 de la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014.
En su calidad de comandante
del 27 Batallón de Infantería, el coronel José Rodríguez Pérez –relevado en
julio pasado– da cuenta de su mando sobre 600 personas, pero a partir de las
23:00 horas del 26 de septiembre 2014 sólo habría comisionado a menos de 40
efectivos del Servicio de Fuerza de Reacción para dar seguimiento a los ataques
armados a los normalistas.
Rodríguez Pérez envió a
personal del Servicio de Fuerza de Reacción. Al teniente Roberto Vázquez
Hernández le asignó 20 soldados y una camioneta blindada y al capitán segundo
de Infantería José Martínez Crespo “un oficial y doce de tropa”.
El primero acudió al Hospital
General a tomar datos de los primeros tres heridos de arma de fuego, y a la
carretera a Santa Teresa, donde fueron atacados integrantes del equipo de
futbol Avispones, que viajaban en un camión, y tripulantes de dos taxis. En el
sitio hubo tres fallecimientos.
A Martínez Crespo se le
asignaron patrullajes frente al Palacio de Justicia, al Hospital Cristina y a
la calle Juan N. Álvarez (Proceso 2027).
Fragmento del reportaje que se publica
en la revista Proceso 2040, ya en circulación
(PROCESO/ GLORIA LETICIA DÍAZ/ 5 DE
DICIEMBRE DE 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario