El
hoyo por donde Joaquín Guzmán Loera se fugó de El Altiplano. Foto: Cuartoscuro.
Ciudad
de México, 16 de julio (SinEmbargo).–
Con la fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera del penal de alta seguridad de
“El Altiplano”, que en palabras del Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de
Gobernación, fue una “acción insólita”, no sólo “se echó a perder la visita de
Estado a Francia del Presidente de México, Enrique Peña Nieto”, sino que
también “se distrajo la atención de la apertura del sector energético de México
del 15 de julio” y quedó un “rastro de preguntas dolorosas”, publica The
Economist.
El
semanario británico dice en su edición de esta semana que la principal de estas
interrogantes es: “¿qué se puede decir sobre las instituciones de México,
cuando su más famoso criminal pudo salir de una prisión federal que está
protegida por una zona de exclusión aérea?”.
El
medio critica además el que Miguel Ángel Osorio Chong, “quien fue enviado a su
casa desde París para liderar la persecución”, sugiriera que el problema eran
las reglas que permiten a los reclusos bañarse en privado.
“Eso,
él lo sabe, es lo de menos. Todo apunta a la complicidad de funcionarios de la
prisión, aunque no está claro si fueron sobornados [...] amenazados, o ambos”.
The
Economist dice que después de este último “desastre” la presión se ha centrado
en Peña Nieto para despedir a Osorio Chong, pero “hasta ahora, no hay ninguna
señal de que lo hará”.
“Si
se queda en el cargo, Osorio tendrá que apaciguar a un gobierno estadounidense
enojado, cuyas agencias de seguridad fueron fundamentales para capturar a ‘El
Chapo’ el año pasado. [...] Si el señor Guzmán es recapturado, Estados Unidos
presionará para que lo envíen a una cárcel estadounidense, lejos de los lugares
donde su pandilla ejerce el poder”, dice la publicación.
El
medio asegura que si un funcionario de alto rango no es responsabilizado por el
escape, “la inestable credibilidad del gobierno del señor Peña sufrirá más”.
Dice que el Gobierno federal “ha sido siempre reacio a asumir la
responsabilidad de la corrupción endémica y la debilidad institucional”.
Como
ejemplo menciona la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal
Rural de Ayotzinapa y refiere que “el gobierno culpó sólo las autoridades
locales, como si ese tipo de corrupción no eran omnipresentes en todos los
niveles del Estado”
“La pieza maestra subterránea”. Foto:
Cuartoscuro.
Dice
que aunque las autoridades pueden afirmar que en general México ha hecho un
buen trabajo en los últimos años al mantener a sus prisioneros encerrados, la
verdad es que la “espectacular fuga de ‘El Chapo’, impresionó a pocos
mexicanos”.
Indica
que incluso antes de que él se fugara “de lo que se supone que es la prisión
más segura de México ya era conocido por ser aficionado a los túneles. Menciona
que “durante décadas la organización del tráfico de drogas, con sede en el
estado norteño de Sinaloa, ha hecho túneles para mover drogas, personas, dinero
y armas a través de la frontera de México con Estados Unidos”.
“La
pieza maestra subterránea del cártel es, sin duda, el túnel a través del cual
el señor Guzmán, también conocido como ‘El Chapo’, huyó poco más de un año
después de su captura. Casi una milla de largo, y lo suficientemente alto para
que el barón diminutivo de las drogas lo atravesará sin agacharse. Estaba
equipado con tubos de ventilación y una motocicleta montada sobre rieles, que
al parecer fue utilizada para transportar los escombros. Éste iba de la ducha
en su celda de la cárcel a una casa recién construida en una colina con vistas
a la prisión y cercana a una base militar”, precisa el reporte.
Y
agrega: ”Esta es la segunda vez que ‘El Chapo’ se ha escapado de una cárcel
mexicana; en 2001 huyó vestido como un guardia de la prisión o en un camión de
lavandería (nadie está seguro). Luego de su recaptura en 2014, el señor Peña,
dijo que otro de escape sería ‘imperdonable [...] esto [su escape] agriará las
relaciones con Estados Unidos, que había querido extraditar de México al Señor
Guzmán después de su recaptura”.
Dice
que la fuga de Guzmán Loera también plantea interrogantes sobre el futuro del
Cártel de Sinaloa, “el más poderoso grupo de narcotraficantes del país, cuyos
miembros son conocidos por matar y, a veces cortar a sus enemigos”.
“Incluso
si el fugitivo es hallado, la mayoría de las preguntas se mantendrá, junto con
la humillación que representó su desaparición”, dice.
Refiere
que mientras que Guzmán Loera estaba tras las rejas, el Cártel de Sinaloa llevó
a cabo sus negocios de manera normal, por lo que su regreso al servicio activo, si eso es lo
que se propone, podría escalar guerras de la droga de México.
“Después
de su fuga anterior el grupo se expandió en el territorio de otros traficantes.
Eso provocó una guerra entre bandas y con la policía, que ha dejado quizás 100
mil personas muertas en los últimos ocho años. Hoy en día, muchos de los
rivales de los sinaloenses se han debilitado por las detenciones y las muertes
de sus líderes”, publica el medio.
(SIN
EMBARGO.MX/ Redacción / julio 16, 2015 - 18:43h)
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