Integrantes
de la banda detenidos el 29 de junio, tras el frustrado plagio del hijo del
dueño de Farmacias Dorada’s, confesaron que “iba a ser el primero”, porque en
el destino turístico vive “demasiada gente de dinero”
Cabo
San Lucas, Baja California Sur.- Con una tasa oficial de cero secuestros, el
principal destino turístico del Estado, Los Cabos, pretendió convertirse el 29
de junio en el laboratorio de una banda de secuestradores que iniciaría
operaciones formales y criminales en la entidad.
La
primera víctima -según la confesión de los propios plagiarios plasmada en la
averiguación previa CSL/024/HOM/2015- sería el hijo del dueño de la cadena
Farmacias Dorada’s, Óscar Manuel Romero Vázquez, quien tras oponer resistencia
y exponiéndose al peligro, frustró su propio rapto, en una sucursal localizada
en Calle Chapultepec, entre Los Pinos y San Antonio, Colonia Arcos del Sol, justo frente al
Hospital General de Cabo San Lucas.
El
cabecilla de la banda, identificado como Juan Carlos Coria Contreras, de 27
años y originario de Coyuca de Catalán, Guerrero, confesó tener aproximadamente
ocho años viviendo en este destino de playa, tiempo en el que observó que no
había mucha delincuencia y sí demasiada gente de dinero, por lo que “estaba
fácil aventarse un jale de secuestro”, y “comencé a checar a qué personas
secuestrábamos y cayó en mi mente que el primero podría ser el hijo del dueño
de la farmacia donde era empleada mi pareja sentimental”.
El
8 de mayo, y para concretar su plan criminal, Coria viajó al municipio de
Tierra Caliente en el Estado de Guerrero, donde viven sus padres y familiares,
y en el marco de la celebración del Día de la Madre, expuso el negocio
delictivo a sus tíos y hermanos.
Los
de confianza -de acuerdo a su versión- eran los siguientes: el tío Moisés
Millán Coria y sus hermanos, Otoniel y Yahir Coria Contreras, además de su
amigo Ausencio Bracamontes Rodríguez.
“Me
senté y les comenté que estaba fácil aventarse un jale de secuestro, y
podríamos comenzar con uno, y después otros, porque había demasiada gente de
dinero”, expuso textualmente.
Fue
así como “sembré el interés en las personas que serían mis cómplices”, y aunque
“discutimos algunas cosas y analizamos muchas circunstancias, ese día no
pudimos concretar nada”.
El
primero de junio, Coria regresó a Los Cabos y, después de una semana, recibió
una llamada de su hermano Yahir, quien le preguntó: “¿Cuándo nos vamos a
aventar el primer jale de secuestro?”.
El
delincuente dijo que de entrada no le creyó, por lo que le respondió que “iba a
empezar a ver a qué personas podríamos secuestrar”, fue entonces que pensó en
el hijo del dueño de la farmacia donde su pareja era empleada. “Lo vi fácil, ya
que son mis conocidos, y sé que tienen mucho dinero, y no sospecharían de mí,
derivado de que me consideran su amigo, porque mi novia trabaja con ellos”.
Según
su confesión, el maleante empezó interrogar a su pareja, Evelin Judith Flores
Tirado, sobre los movimientos del negocio, familia y todo lo relacionado a los
propietarios, y después de haber obtenido datos, llamó desde un teléfono
público a sus familiares y les dijo que “se vinieran todos para acá”.
Una
semana después, llegarían a Baja California Sur:
* Moisés Millán Coria.
* Otoniel Coria Contreras.
* Yahir Coria Contreras.
* Ausencio Bracamontes Rodríguez.
Los
cómplices viajaron desde Tierra Caliente a la Ciudad de México, de ahí, tomaron
el vuelo en la aerolínea Volaris rumbo al Aeropuerto Internacional de San José
del Cabo.
Después
se dirigieron al puerto de Cabo San Lucas, a la Plaza Sendero y desde ahí marcaron
a Juan Carlos, quien momentos después pasó a recogerlos a bordo de una
camioneta Jeep Cherokee color negro.
El
delincuente los hospedó en el hotel Suites Don Juan, donde pagó 400 pesos por día, y regresó a su casa.
Un
día después pasó por sus cómplices y salieron a buscar un cuarto para
arrendarlo por un mes, encontrando una habitación en la calle Toltecas, esquina
Cuitláhuac de la colonia 4 de Marzo.
EL PLAN
Según
el cabecilla de la banda, consiguió una pistola calibre 25 con un amigo de nombre
Álvaro Rendón, la cual utilizarían para amagar a la víctima.
Una
vez hospedados, los integrantes de la banda se reunieron en el cuarto arrendado
por 3 mil 500 pesos, y acordaron que su primera víctima sería el hijo del dueño
de Farmacias Dorada’s, Óscar Manuel Romero Vázquez, de quien ya tenían la
información necesaria para plagiarlo, desde su media filiación, vehículo,
horarios de entrada y salida de las farmacias de sus padres, y hasta los
ingresos económicos de los negocios.
Fue
así como acordaron pedir un millón de pesos por el rescate y establecieron
secuestrar a su víctima en la sucursal localizada frente al Hospital General de
Cabo San Lucas, al ser el punto con menor grado de vigilancia policial de entre
todos los negocios.
El
plan fue el siguiente:
* Yahir Coria Contreras y Ausencio
Bracamontes Rodríguez, serían los responsables de conseguir una camioneta tipo
van para que pudieran caber todos al momento de consumar el delito, y los
encargados de vigilar a la víctima.
* Moisés Millán Coria vigilaría el
movimiento de la farmacia, donde pretendían levantar a Óscar y sacarlo.
* Otoniel Coria Contreras estaría en un
punto de seguridad a escasas dos cuadras de la farmacia, tomaría el volante de
la camioneta, una vez que sus cómplices hubieran consumado el secuestro y
estuvieran a bordo del vehículo.
* Juan Carlos Coria Contreras estaría
parado en el semáforo de la calle Leona Vicario, casi esquina con Libramiento,
cerca de la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, y subiría
hasta el final en la camioneta, una vez que la víctima fuera amagada y vendada
de los ojos, para así evitar el riesgo de ser reconocido.
El
plan de los secuestradores era que una vez a bordo de la camioneta, irían rumbo
al centro de Cabo San Lucas, donde se bajarían Moisés y Otoniel, y la unidad
seguiría su paso rumbo al arroyo “El Tule”,
en el corredor turístico de Cabo San Lucas y San José del Cabo.
El
cabecilla expuso que “cuando estuvieran en ‘El Tule’ iban a bajar de la
carretera, y se iban a meter 100 metros hacia adentro del monte, ahí bajarían a
la víctima, a quien dejaríamos al pie de un árbol frondoso, en espera de la
negociación con el padre, cuyo pago debía ser no mayor a 48 horas”, de lo contrario, lo matarían.
En
ese sentido y según el plan, “el dinero del rescate debía depositarse en
efectivo en una maleta de color negro, la cual debían dejar en la parada de
camiones del hotel Cabo Real”.
Entonces,
el frustrado plagiario recogería el dinero a bordo de un taxi, y una vez
contabilizada la suma, sus cómplices -Yahir y Ausencio-, quienes estarían
vigilando a la víctima, llevarían al
hijo del farmacéutico hasta la carretera y lo dejarían en libertad para que sus
padres pudieran recogerlo.
Los
cinco integrantes de la banda regresarían al cuarto de renta y se repartirían
el dinero en partes iguales, regresando todos a Guerrero, mientras que Juan
Carlos se iría de viaje a Culiacán, Sinaloa.
EL SECUESTRO FRUSTRADO
El
día del secuestro, Moisés Millán Coria llamó a todos sus cómplices por
teléfono, cuando observó que la víctima llegó entre once y doce del día 29 de
junio a la sucursal de Farmacias Dorada’s.
“Empieza
el secuestro”, les dijo, y Yahir Coria Contreras y Ausencio Bracamontes
Rodríguez, se subieron a un taxi pequeño. Solicitaron los llevaran a un punto donde
pudieran contratar un taxi tipo van con cabida para 12 pasajeros.
Una
vez en el sitio, del que no recordaron el lugar, se subieron e indicaron que
ocupaban viajar a La Paz, por lo que tendrían que pasar por tres personas más,
así como su equipaje, atrás del supermercado Chedraui.
El
chofer del taxi de color blanco, con el número económico 20, de inmediato se
dirigió al lugar, y al llegar le pidieron estacionarse frente a una casa vacía.
En eso Yahir sacó la pistola y encañonó al taxista: “Ocupamos el taxi y
necesitamos que cooperes, y no te va a pasar nada”.
Fue
así que el conductor del taxi se pasó para atrás, Ausencio le quito la camisa,
y después, comenzó a ponerle cinta canela en la boca, manos y pies; lo arrastró
hacia el último asiento de la parte trasera del vehículo, y ahí lo dejó.
Así,
y con el control del taxi, pasaron por Otoniel, quien tomó el volante y se puso
la camisa del chofer, para seguir hasta la farmacia.
El
tío, Moisés Millán Coria, se acercó a la unidad, le dieron la pistola y entró a
la farmacia en compañía de Yahir.
Una
vez adentro, amagó a la víctima, quien estaba en la caja y pidió se tirara al
suelo, porque iba a ser secuestrado, por lo que -según la versión de Yahir
Coria Contreras- “empieza un forcejeo, tumbando en el interior un aparador,
porque Moisés trató de pegarle a la víctima, por lo que al ver la resistencia,
que duró como dos minutos, yo lo agarro por la espalda y Moisés le pega con la
cacha del arma en la cabeza, así que la víctima se siente acorralada y empieza
a tirar golpes por todos lados”.
Al
ver la resistencia, los secuestradores optaron por salirse y se suben al taxi y
se van, topándose de frente a una patrulla, la cual, al ver la unidad, dio
reversa y encendió las torretas.
Los
criminales bajaron y salieron corriendo en diferentes direcciones; todos
fueron detenidos.
Ese
día, el cabecilla de la banda llegó a su casa de manera apresurada, y platicó
todo lo que había sucedido a su novia, recogió su ropa y le dijo que se tenía
que pelar porque había fallado el secuestro de su patrón.
LA LIBERACIÓN
A
pesar de haber sido detenidos, los cinco integrantes de esta banda de
secuestradores, quedaron en libertad casi de inmediato, después de que un
abogado particular, del cual hasta el cierre de edición se desconocía su
nombre, interpuso un amparo, argumentando una detención ilegal.
Los
secuestradores abandonaron Los Cabos de manera individual para trasladarse a La
Paz, donde según el testimonio de Otoniel Coria Contreras, “nos quedamos de ver
en la tienda Home Depot, y de ahí nos vamos todos al hotel Oasis, y nos
hospedamos”.
El
delincuente Ausencio Bracamontes Rodríguez confesó que salieron de Los Cabos
porque “tenían que arreglar algunas cosas que La Paz”, después de que el
primero de julio, agentes de la Centro de Operaciones Estratégicas de la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los detuvieron a bordo de
una camioneta Ford Expedition, cuando circulaban por la calle Uno y Palo de
Adán, en la colonia Agua Escondida en La Paz.
Los
agentes les marcaron el alto, y después de observar que circulaban a exceso de
velocidad, cuando hicieron una revisión de rutina, dentro del vehículo
encontraron:
* Una granada de fragmentación, color
verde olivo.
* Una bolsa de plástico transparente
tamaño regular, con cristal a granel.
* 75 billetes de 20 pesos (un total de
mil 500 pesos).
* Una báscula gramera marca Tanita.
Los
cinco secuestradores quedaron a disposición del Agente del Ministerio Público
de la Federación de la PGR, quienes hoy enfrentan dos procesos penales.
El
primero por tentativa de secuestro, privación ilegal de la libertad en grado de
tentativa y robo con violencia de vehículo en agravio del hijo del dueño de
Farmacias Dorada’s y del taxista; y el segundo por delitos contra la salud y
violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos de uso exclusivo de
las Fuerzas Armadas.
Sobre
este caso, los agentes de investigación sospechan que los plagiarios podrían
estar vinculados a una de las organizaciones delictivas que actualmente pelean
la plaza del narcomenudeo en La Paz, sobre todo porque después de haberse
frustrado el secuestro, fueron a recluirse a la capital del Estado y fueron
detenidos por segunda vez -en menos de 24 horas- en posesión de explosivos y
drogas, en una colonia actualmente en disputa por bandas del crimen organizado.
El
procurador Adonaí Carreón Estrada fijó su postura en torno al hecho, y expuso
que no va a permitir que el delito de secuestro vaya a sentar sus raíces en el
Estado, por lo que redoblarán el trabajo de prevención y vigilancia con las
fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, y pondrán mano dura en
este tipo de delitos, donde Baja California Sur, es la única entidad de México que, al momento, no registra un
solo delito de esta índole.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ BCS/ INVESTIGACIONES ZETA /
14 DE JULIO DEL 2015 A LAS 12:00:17)
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