En
la disputa por el control de la plaza del narcomenudeo en La Paz, José Fernando
Torres Montenegro o José Francisco Ojeda Torres “El Pepillo”, es ahora el
responsable de los últimos ataques armados
Las
primeras indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)
de Baja California Sur, tras el reinicio de ataques armados en las últimas
cuatro semanas, apuntan hacia el jefe de la plaza del narcomenudeo de la Zona
Sur de La Paz, José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres
“El Pepillo” o “El Puma”.
Justifican
que el jefe criminal abrió otro frente de batalla entre narcomenudistas, y
tiene como brazo armado a su sobrino, Iván Ojeda Montenegro “El Pollo”,
considerado el presunto responsable material de organizar y ordenar los últimos
ataques en contra de vendedores de droga que habrían desertado de la
organización delictiva.
Los
narcomenudistas “le habrían volteado bandera a ‘El Pepillo’ y comenzaron a
trabajar en la venta, distribución y trasiego de droga con las células
criminales de los hermanos Jorge Alberto, Felipe Eduardo y Carlos Alberto
Guajardo García “Los 28”, y de Luis Antonio Montoya Beltrán “Don Carlos” o “El
Artista”, explicó un investigador.
Complementó:
Aprovechando la distracción en la persecución y captura de criminales de los
grupos bélicos de “Los Dámaso” por parte de las fuerzas de seguridad de los
tres niveles de gobierno, el cabecilla de “Los Pepillos” comenzó a alinear a
sus antiguos aliados, pero como se negaron a regresar y seguir trabajando para
la organización delictiva que encabeza, ordenó levantarlos y, de no haber
remedio, matarlos.
Así,
concluyen las investigaciones, la guerra entre narcomenudistas es protagonizada
por tres células del Cártel de Sinaloa:
1.- La de Luis Antonio Montoya Beltrán
“Don Carlos” o “El Artista”, sucesor de Rolando González Moreno “El Compadrón”
y jefe de la plaza de la Zona Norte de La Paz, quien según el último mapa
delictivo elaborado por autoridades federales y militares, es uno de los
principales operadores del capo Ismael “El Mayo” Zambada en La Paz.
2.- La de los hermanos Jorge Alberto,
Felipe Eduardo y Carlos Alberto Guajardo García “Los 28”, quienes desde julio
de 2014 pelean y tratan de apoderarse de las zonas Norte y Sur de La Paz,
vinculados al capo Dámaso López Serrano “El Mini Lic”.
3.- La de José Fernando Torres
Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres “El Pepillo”, jefe de la plaza de la
Zona Sur de La Paz, a quien se relaciona con Dámaso López Serrano “El Mini
Lic”.
Los agentes indicaron que la ola de
asesinatos de las últimas semanas ha sido protagonizada por “El Pepillo”, quien
está atacando a aquellas células criminales que en su momento pertenecieron a
su organización y operaban en los límites de las zonas Sur y Norte.
La
guerra de “El Pepillo” -tal y como la llaman los agentes de investigación
estatales, federales y militares- es “porque poco a poco va perdiendo el
control de su territorio, sobre todo en las colonias Agua Escondida, 8 de
Octubre, Olas Altas, El Mezquitito, Chametla y El Centenario”, y no ha podido
recuperar el dominio en su totalidad, derivado de que los responsables de esas
zonas voltearon bandera y ahora operan protegidos por “Los 28” y “Don Carlos” o
“El Artista”.
En
el último mapa delictivo, elaborado por autoridades federales y militares, “El
Pepillo” o “El Puma” aparece con los siguientes personajes como parte de su
estructura criminal:
* Alejandro Sánchez Trejo “El Frank”,
“El Frane” o “El Peinado”, como encargado de finanzas de la organización
delictiva.
* Édgar Amílcar Acosta Reyes “El Rayo”
como brazo armado, quien a su vez, tiene como jefe de sicarios a Iván Ojeda
Montenegro “El Pollo”.
* Los hermanos Ranulfo, Wenceslao y
Valerio, de apellidos López Portillo, así como José Luis González Portillo “El
Barbas” e Iván Trejo “El Police”, como encargados de la logística de la
organización.
* Martín Octavio Burgueño Reyes “El
Viejo Pelón”, responsable de reclutar sicarios, encabezados por Eladio Quintero
Manjarrez “El Tío”, identificado por ser tío de Abel Nahúm Quintero Manjarrez
“El Grande”; seguido de Rubén Adrián Dávila Quiñónez “El Chueco”, Fausto
Rodolfo Zavala Quiñónez “El Gato Meado”, Daniel Ovalles Vázquez “El Danny”,
Norberto Sánchez Meléndez “El Beto”;
Jesús Alberto Quiroga Villarreal, Aarón Eleuterio Gutiérrez Sosa, Germán
Reyes Ibarra “El Germán” y José Alberto Castro Barrera “El Alberto”.
* Carlos Ojeda Montenegro “El Chaly”,
responsable de la plaza del narcomenudeo en Todos Santos.
* Humberto Ojeda Montenegro “El Tito”,
encargado de la plaza del narcomenudeo en el Centro de Reinserción Social
(CERESO) La Paz.
LOS ATAQUES
En
este nuevo frente de guerra, donde la mayoría de los caídos son de “Los 28” y
“Los Mayitos”, los agentes de investigación de la PGJE confirmaron ocho ataques
armados en La Paz, del 13 de junio al 5 de julio:
1.- El 13 de junio fue levantada Valeria
Lizbeth Armenta Castillo “La Morena”, esposa del narcomenudista Eduardo Martín
Alvarado “El Kumi”. Fue tirada por la madrugada en colonia 8 de Octubre, en una
brecha de la prolongación del Bulevar Santa Rosa en la colonia Las Pitahayas,
cerca del Rancho San Rafael.
La mujer de 33 años recibió dos disparos
de pistola 9 milímetros, uno en la cara y otro en la espalda; había sido dada por muerta.
2.- El 13 de junio fueron atacados a
tiros los narcomenudistas Jesús Ignacio Mendoza “El Nachito” y Hugo Alberto
Lara Almaraz, cuando por la noche se encontraban en un domicilio en Calle Palo
Colorado entre Cardón y Calle Dos, Colonia Agua Escondida.
El primero de ellos murió cuando era
trasladado al Hospital General “Juan María de Salvatierra”, y el segundo
resultó con una herida en el lado derecho del abdomen, con orificio de entrada
y salida de pistola calibre 9 milímetros.
3.- El 22 de junio fue atacado a tiros
Jaime Ramón Navarro Hernández “El Jaimito” en la calle Víctor Manuel Ferrón,
entre Mar Bermejo y San Juan de la Costa, Colonia 8 de Octubre. El hombre de 31
años fue asesinado con una pistola calibre 40 milímetros.
4.- El 30 de junio fue ejecutado el
narcomenudista Jesús Arturo Báez García “El Chuy”, cuando se encontraba en el
patio del domicilio de Palo del Arco, entre Lomboy y Palo Colorado, Colonia
Agua Escondida.
Testigos explicaron que la víctima de 24
años estaba en el patio frontal de la vivienda, cuando se estacionó un
automóvil Toyota Corolla de color café, del cual descendió una persona,
portando un fusil de asalto, quien disparó, por lo que “El Chuy”, corrió y
entró al domicilio.
En la escena del crimen, la PGJE
encontró en el patio siete cartuchos percutidos calibres 7.62 y 39 milímetros,
y cuatro más en el interior de la vivienda.
5.- El 1 de julio fue levantado un
presunto narcomenudista, cuya identidad -al cierre de esta edición- era
desconocida. El hombre circulaba sobre Calle Sierra de las Vírgenes, entre
Sierra San Javier y Sierra La Giganta, Colonia 8 de Octubre.
Los vecinos reportaron detonaciones de
arma de fuego, y cuando llegaron las fuerzas de seguridad de los tres niveles
de gobierno, únicamente encontraron abandonada una motocicleta Italika FT-125
de color rojo, y seis cartuchos calibre
9 milímetros percutidos; además de una
grapa de cristal tirada en el piso.
Un par de metros más adelante, en el
patio de un domicilio particular, se encontró un casco de motociclista color amarillo
con negro marca Italika, ocho grapas de cristal y manchas de sangre en el piso.
Las autoridades de los tres niveles de
gobierno rastrearon la zona, pero no encontraron más.
6.- El 1 de julio fue atacado a tiros el
narcomenudista Saulo Thomas Dueñas Ramírez “El Jalisquillo”, cuando se
encontraba en Calle Puerto Manzanillo y Puerto Coatzacoalcos, Colonia Olas
Altas.
La víctima, de 21 años, estaba afuera de su domicilio cuando llegaron
dos sujetos a bordo de una motocicleta de color negro, por lo que uno descendió
y le llamó por su nombre. Fue entonces que propinó los tiros y huyó en moto,
con rumbo desconocido.
7.- El 2 de julio fue atacado el
narcomenudista Ángel de Jesús Barriga Castro, cuando se encontraba en Calle
Armonía, entre Geología y Avenida Tecnológico, Colonia Solidaridad Mezquitito,
por la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
El joven de 24 años, circulaba a bordo
de su automóvil Toyota Tercel de color rojo, placas de circulación 802-PMZ5,
cuando fue atacado con una pistola 9 milímetros, junto con un acompañante,
quien entró corriendo al campus universitario, desplegándose un fuerte
operativo para ubicarlo, el cual comenzó en el patio y se extendió a los
salones.
En tanto, el herido fue trasladado al
Hospital General “Juan María de Salvatierra”, sin embargo, murió en el camino,
derivado de tres heridas que presentaba en el cuerpo.
8.- El 5 de julio fue atacado a tiros el
narcomenudista Silvestre Carlón Navarrete y/o Silvestre Carmona Navarrete “El
Silvestre”, cuando se encontraba acompañado de su familia en la playa del
poblado “El Comitán”, al norte de La Paz.
El saldo es hasta el momento de cuatro
ejecutados, tres heridos y un desaparecido.
EL CONTACTO
De
los últimos asesinatos, la ejecución de “El Silvestre” es quizá la más relevante
por tratarse del responsable de la distribución de droga de los poblados
Chametla y El Centenario, principal punto de embarque y desembarque de armas,
drogas y sicarios.
Las
primeras investigaciones exponen que el jefe criminal tenía alrededor de 15
años operando en la zona en la venta, distribución y trasiego de droga,
primeramente al servicio de Adelaido Soto Aguilar o Eduardo Salas Martínez “El
Güero Layo”, y después con José Fernando Torres Montenegro “El Pepillo”.
Por
el tiempo que tenía operando en la zona, de acuerdo a las investigaciones, “El
Silvestre” se había convertido en un “criminal intocable”, ya que habría
logrado corromper a comandantes y policías de todos los niveles de gobierno que
velaban por la seguridad en Chametla y El Centenario, creando una red de
vínculos criminales tan sólida que le permitía operar y movilizarse de manera
impune, sin ser molestado y menos aún detenido, a pesar de que todos sabían
quién era, dónde vivía y cuál era su actividad delictiva.
El
mote de “El Silvestre” salió a relucir por primera vez en un expediente oficial
en el crimen de Everardo García Silva “El 20”, “El Gordo” o “El Gevi”,
asesinado en medio de una balacera la madrugada del 5 de mayo de 2015 en Calle
Venustiano Carranza número 2717, entre 5 de Febrero y Antonio Navarro, Colonia
Los Olivos de La Paz.
El
único sobreviviente del ataque armado de quien fuera identificado como
lugarteniente de Felipe Eduardo Guajardo García “El 28”, atestiguó que “El
Silvestre” era “el responsable de logística del embarque y desembarque de
armamento, droga y sicarios enviados en lancha por las Fuerzas Especiales de
Los Dámaso desde el campo pesquero de Arenitas, Sinaloa, hacia La Paz, Baja
California Sur, quienes habían definido como punto de atraque la playa aledaña
a una radiodifusora localizada a un costado de residencial Marina Sur, por una
zona conocida como ‘Cola de la Ballena’”.
El
testigo de nombre Santiago, dijo que fue contratado por dos sujetos
identificados con los apodos de “El Chavalo” y “El Tirita”, los cuales, tras
reclutarlo, lo enviaron junto con “El 20” y “El Negro” en una lancha dirigida
por dos pangueros.
El
menor de 17 años indicó que “el día que llegaron ya era de noche”, y eran
esperados por tres personas a bordo de una camioneta roja, Jeep Cherokee,
“quienes nos llevaron a una casa”.
Aunque
aseguró desconocer de quién se trataba, en el trayecto de la playa a la casa de
seguridad, escuchó que “le decían Silvestre, al señor que manejaba la
camioneta, el cual era gordo y pelón, quien nos llevó a una casa de seguridad
en Chametla, y nos tuvo en una casa como diez días; después nos sacó de ahí y
nos llevó a la casa donde al segundo o tercer día de haber llegado, fueron y
nos atacaron con armas largas”.
Los
agentes de investigación de la PGJE mostraron una foto de “El Silvestre” al
testigo, quien respondió: “Simón, ese cabrón es”, y agregó que sabía que “era
el jefe de la plaza de Chametla y El Centenario, porque ‘El 20’ me dijo, cuando pregunté quién era esa gente,
que trabajaba para ‘El Pepillo’, y a su vez, era el contacto de ‘Los 28’ para
recibir armas, droga y sicarios que estaban enviado desde Sinaloa para la
guerra contra ‘Los Mayos’”.
De
acuerdo con los agentes de investigación en el caso, “El Silvestre” quedó
atrapado en medio de la alianza entre “Los Pepillos” y “Los 28”, quienes al
dividirse y salir cada quien por su lado, “el único que perdió fue el jefe
criminal”.
Los
investigadores consideran que “El Silvestre” fue asesinado por “Los Pepillos”,
por haber volteado bandera e irse con “Los 28”, con quienes tejió una alianza
criminal, aprovechando su influencia en la zona de embarque y desembarque.
De
hecho, y en base a datos que los agentes han logrado recabar, “El Silvestre” ya
estaba operando con “Los 28”, después de que se vino la división entre ambos
grupos tras la ejecución de Humberto Juárez León “Don Maleno”, ocurrida el 16
de enero dentro de su casa, en Calle Bernardo Maldonado entre Luis Barajas y
Enrique Von Borstel, Colonia Revolución de La Paz.
La
ruptura fue confirmada casi de inmediato por el narcomenudista Eduardo Martín
Alvarado “El Kumi”, quien tras la ejecución de “Don Maleno” fue detenido y
consignado por posesión de marihuana y cristal.
En
su declaración, el delincuente terminó por confesar que “los responsables del
crimen eran sicarios al servicio de ‘El Pepillo’”, quienes habían planeado
levantar a los hijos de la victima de 54 años, identificados como Josué
Humberto, José Carlos y Jonathan Omar, de apellidos Juárez Mora, porque no se
habían querido alinear con ‘Los Pepillos’, después de haber pertenecido mucho
tiempo a esa célula criminal, ya que estaban comprando la droga a “Los 28”
porque la vendían “más barata” y de “mejor calidad”, desatando así la pugna.
(SEMANARIO
ZETA/ Investigaciones ZETA / 14 de
Julio del 2015 a las 12:00:44)
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