Raymundo Riva Palacio
A escasas
tres semanas de terminar el gobierno de Marcelo Ebrard en el Distrito Federal,
el secretario de Desarrollo Urbano, Felipe Leal autorizó de último minuto al
Grupo Rentable mil 300 espectaculares a fin de que pudieran entrar al programa
de reordenamiento de la publicidad exterior. Entre los que fueron autorizados
se incluyó el 50% de los espectaculares en la comercialmente codiciada Glorieta
Insurgentes –estación de una de las principales líneas del Metro– contigua a la
Zona Rosa, al mismo grupo, mientras que el resto de los espacios que
solicitaban miembros de la Asociación Mexicana de Publicidad Exterior se
congelaron. Eran tiempos de bonanza para el Grupo Rentable y para su dueño,
Ricardo Escoto, el zar de la publicidad exterior durante los gobiernos de Andrés
Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, cuya hegemonía en el sector se acabó en
el gobierno de Miguel Ángel Mancera el año pasado.
Escoto no ha
dejado de presionar al Gobierno de Mancera para mantener los privilegios que
tuvo en el pasado, pero no ha tenido éxito. Peor aún, su suerte está cada vez
más vinculada a la de Ebrard y su familia, que están siendo investigados por la
Unidad de Inteligencia Financiera por presunto lavado de dinero. Escoto se
mantiene en el negocio, pero en diferentes condiciones a las que se crearon en
2010, cuando entró en vigor la anterior Ley de Publicidad Exterior, que sufrió
modificaciones hace 15 días. De esa ley surgió el Consejo de Publicidad
Exterior, cuyo presidente fue, precisamente, Escoto. El conflicto de intereses
no importaba en esos años, alentado por el Gobierno capitalino. El empresario
tenía experiencia en el manejo de su empresa en los grises entre la legalidad y
la ilegalidad, chapoteando siempre el pantano de la ilegitimidad. Las
investigaciones sobre Escoto forman parte del conjunto de pesquisas sobre el
entorno de Ebrard, que buscan determinar si durante su administración utilizó
su posición como jefe de gobierno del Distrito Federal para obtener recursos
que pudieran ser utilizados con fines personales y políticos. Hasta este
momento, según se ha podido saber, no hay una investigación directa en su
contra, y las que existen afectan sólo a su entorno inmediato. Escoto es un
puente diáfano hacia ese núcleo cerrado que rodea al exjefe de gobierno.
Información
financiera de Escoto, a la cual se ha tenido acceso, muestra que cuando menos
tres empresas relacionadas con él están siendo investigadas por presunto lavado
de dinero, defraudación fiscal y delincuencia organizada. Una de ellas es
Servicios Empresariales Ninuet, S.A. de C.V., a la que se está revisando desde
2011, cuando se detectaron irregularidades en inyección de recursos a monederos
electrónicos utilizados por partidos políticos. Otra es Publiwall, S.A. de
C.V., investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de
Hacienda por presuntos fraudes y pagos por asignación y otorgamiento de
concesiones de publicidad exterior. A lo largo de los gobiernos de López
Obrador, Ebrard y Mancera, Escoto recibió depósitos en efectivo de las autoridades
capitalinas, importantes en el del primero, pocos en el del actual jefe de
gobierno, y significativos en el sexenio anterior. Las autoridades federales no
investigan a nadie en los gobiernos de López Obrador y Mancera, relacionados
con Escoto, y están totalmente enfocadas en la administración de Ebrard.
Varias de las
empresas relacionadas con Escoto aparecieron en la lista del Sistema de
Administración Tributaria como contribuyentes morosos, y algunas otras, como
Publicidad Creativa Public, S.A. de C.V., y Servicios Asesoría Profesional
Ejecutiva SAPE, fueron incorporadas dentro de la lista negra de las 162
empresas que entregaron facturas apócrifas. A nivel personal, de acuerdo con la
información disponible, se puede apreciar que el empresario no declara
impuestos como persona física, pese a haber recibido ingresos por parte de un
grupo de empresas desde 2008. Por ejemplo, en 2013 recibió de Admin People MX,
S.A. de C.V., dos pagos por casi medio millón de pesos, cada uno por sueldo,
salarios y conceptos asimilados, por lo que no pagó impuestos. Entre 2008 y
2009 recibió de Máxima Productividad en Servicios, S.C., casi 2 millones de
pesos, por los que tampoco pagó impuestos.
Existen
cuando menos 25 empresas relacionadas con Escoto en México, y una más,
Publicidad Rentable Panamá, S.A., localizada en aquella nación centroamericana,
la preferida últimamente por los empresarios mexicanos para llevar sus cuentas
bancarias y operaciones financieras, luego del acuerdo de la Secretaría de
Hacienda con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, para intercambiar
toda la información bancaria. El Grupo Rentable no ha operado solamente con los
gobiernos perredistas capitalinos, sino que también tiene negocios en varios
estados y con distintas dependencias del Gobierno federal, como con la Comisión
Federal de Electricidad y la Lotería Nacional. Las investigaciones federales
sobre Escoto involucran también a varios de sus administradores, algunos de los
cuales realizaron operaciones financieras en efectivo, y quienes presuntamente
hicieron transferencias de recursos a los allegados de Ebrard, en particular a
Cervera, quien es diputado electo por Movimiento Ciudadano, y quien iba a
declinar la candidatura para que entrara Ebrard. Escoto, que no es un
empresario al que le guste estar expuesto en los medios, ha hablado poco de los
temas que se le han imputado en el último año –violaciones a la ley y
corrupción–, pero siempre ha negado cualquier ilícito. Hasta ahora no hay
acusación en su contra, pero las investigaciones avanzan, de acuerdo con la
documentación consultada, con bastante solidez.
(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA
PALACIO/ 28 DE JULIO 2015)
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