domingo, 3 de mayo de 2015

NARCOS MEXICANOS, NUEVOS TERRORISTAS / ¿ESTAMOS EN GUERRA? / GOBERNABILIDAD: ¿PARA QUÉ? /


NARCOS MEXICANOS, NUEVOS TERRORISTAS

En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “la violencia y los bloqueos generados el viernes en Jalisco, pusieron en guardia a congresistas en Estados Unidos, quienes tomaron nota de los hechos y el modus operandi de los grupos criminales que operan en la región y desafían a las autoridades federales mexicanas. Nos comentan que los legisladores están cocinando la posibilidad de denominar como organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, entre ellos al de Jalisco Nueva Generación, en especial porque los bloqueos y la quema de vehículos —que el sábado continuaron en Puerto Vallarta— son considerados propaganda terrorista que busca generar el temor de la población, nos comentan desde Washington. El tema está en la cabeza de los congresistas estadounidenses”.

En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “luego de las acciones de violencia registradas el viernes pasado en Jalisco, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la Marina, el Ejército y la Policía Federal a mantener la coordinación con el fin de evitar nuevos eventos de este tipo. Un punto prioritario es Puerto Vallarta, debido a que este fin de semana se espera gran ocupación hotelera debido al puente vacacional y en el gobierno federal no quieren ninguna sorpresa”.

En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “el Consulado de Estados Unidos en Jalisco recomendó a los estadunidenses que eviten viajar a la zona metropolitana de Guadalajara. Confirmó los reportes acerca de que grupos delincuenciales bloquearon avenidas en la zona con una violencia inusitada. Los banqueros también pusieron el grito en el cielo, lo mismo que la clase empresarial de Jalisco y el país. Gerardo Gutiérrez Candiani, líder del CCE, demandó que lo ocurrido no quede en la impunidad. Se trata también de una herida emocional. Nadie quiere perder a manos del crimen organizado la segunda ciudad más importante de México”.

¿ESTAMOS EN GUERRA?

En Milenio, el articulista Román Revueltas Retes, escribe que: “en este país las mafias desafían ya el poder del Estado. Lo sucedido el viernes en Jalisco —y en Colima y en Guanajuato— no sólo marca un nuevo hito en la escalada de la violencia sino que nos muestra, de la manera más palmaria, la colosal capacidad de organización —es decir, de movilización— que están teniendo las organizaciones criminales en México. Le mandan un mensaje muy claro al Gobierno de Enrique Peña: no se metan con nosotros, señores [...]. Pero, entonces ¿tan poderosos son los criminales? ¿Cuentan ya con el armamento para enfrentarse a las Fuerzas Armadas de la nación, ni más ni menos? Es difícil saberlo pero, más allá del desafío que han lanzado y de que se atrevan a intercambiar disparos con soldados, lo que resulta realmente inquietante, luego de los sucesos de este día primero de mayo, es que puedan realizar tantas acciones de sabotaje, al mismo tiempo, en diversos puntos de una ciudad y de un estado de la Federación. Porque, para ello necesitan de muchos efectivos, de la misma manera como el Ejército requiere de tropas para realizar sus operaciones [...]. O sea, que enfrentamos la realidad de otro ejército, por así decirlo [...]. ¿Qué posible solución hay para el problema si existe una especie de semillero, en constante crecimiento, del que se podrán abastecer permanentemente las organizaciones criminales, por más que caigan, una y otra vez, los cabecillas y los jefes? ¿Vamos a encarcelar a millones de personas?”.

EL VERDE METE EN APRIETOS AL IFAI

En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “las trampas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para saltarse las trancas de la legislación electoral no sólo han puesto en jaque al Instituto Nacional Electoral (INE), ya también metieron en problemas al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). Ya se supo que hace unos días, en una de las reuniones privadas que sostienen los comisionados antes de sus sesiones de pleno, el partido del tucán fue la manzana de la discordia. Mientras algunos de los presentes querían abordar el tema de las posibles acciones ilegales del Verde en materia de tratamiento de datos personales, otros sostenían que lo mejor era dejarle el asunto al INE [...]. Por lo pronto, en el IFAI ganó la postura de no meterse en el tema. La duda es cuánto tiempo podrán sostener la estrategia del avestruz ante lo que claramente es una violación a la ley”.

EL PAPEL DE LAS ELECCIONES EN EL CAPITALISMO

En La Jornada, el historiador, investigador y periodista Guillermo Almeyra, escribe que: “en los regímenes capitalistas constitucionales las elecciones periódicas sirven a las clases dominantes para elegir cuál sector de ellas gobernará, para seleccionar y renovar el personal gobernante y para medir la temperatura política, es decir, el nivel de conciencia, organización y decisión de los sectores populares [...]. Para los pobres, discriminados, explotados y oprimidos el participar o no en las elecciones organizadas por el capitalismo allí donde ellos residen es sólo una cuestión de táctica [...]. En países donde aún hay cierta legalidad y donde los sectores anticapitalistas y progresistas son minoritarios [...] las elecciones deben ser utilizadas también para educar y organizar, demostrando la posibilidad de una alternativa al capitalismo, para hacer contracultura [...]. En países, en cambio, como México, donde no existe un estado de derecho y la dictadura del capital es cada vez más feroz y sangrienta, las elecciones sirven para recomponer el frente maltrecho de la oligarquía y lograr la apariencia de legalidad a la camarilla que dirige ilegítima e ilegalmente ese semiestado [...]. El objetivo, en un periodo de elecciones que debería ser de consulta popular, pero es en cambio de reorganización del poder de las clases dominantes, debe ser educar a los sectores populares para la alternativa, mostrar que ésta es posible, organizarla, darle cuerpo en realidades locales o regionales, golpeando así la conciencia de los trabajadores y oprimidos de otras regiones menos organizadas del país”.

GOBERNABILIDAD: ¿PARA QUÉ?

En el Reforma, el analista Luis Rubio, escribe que: “la gobernabilidad del país sigue siendo el corazón del problema y se nota en todos los ámbitos: en la falta de seguridad, en una justicia enclenque, en la discontinuidad permanente de la política económica, en las altas tasas de desempleo y, en general, en la falta de oportunidades [...]. La gran pregunta es [...] ¿cómo crear un régimen político que sea a la vez funcional y que rinda cuentas? Por años, el mantra político-intelectual era que se requería una serie de reformas [...] estoy convencido que sin un sistema de gobierno efectivo y adecuado para el siglo XXI las reformas son claramente insuficientes [...]. El reto del Estado de derecho es descomunal y, aunque hay casos exitosos de construcción institucional en el mundo, ningún ejemplo es aplicable nada más porque sí. Lo que es claro es que la solución no reside en un gobierno monolítico con férreo control partidista. Más bien, me parece que debemos comenzar por estudiar los incentivos a la polarización que genera el actual sistema electoral, evaluar los aciertos y errores de las sucesivas reformas -de 1996 a la fecha- para determinar [...] cómo se construye capacidad para gobernar”.

DESAPARECIDOS: LA CLAVE DEL RECLUTAMIENTO FORZADO

La Jornada, asegura en su Editorial, que: “en el telón de fondo de un país donde los casos de desaparición forzada suelen perderse entre la inacción oficial y la incertidumbre [...] organizaciones civiles y de derechos humanos han señalado que no pocas de esas víctimas podrían ser objeto de reclutamiento forzado por bandas de delincuentes para realizar actividades diversas, que van desde la cosecha de estupefacientes hasta el sicariato [...]. Tales denuncias no resultan descabelladas, antes vien tienen elementos de sustento documentados [...]. En conjunto, las decenas de miles de desaparecidos son un indicador fehaciente de que el Estado ha incumplido una de sus obligaciones constitucionales básicas e irrenunciables: la defensa de la vida y la integridad de los habitantes del país. La responsabilidad de las autoridades, sea por acción o por omisión, es, pues, ineludible [...]. Desde luego, no basta esclarecer el destino de los desaparecidos: se debe castigar a los responsables, independientemente de si forman parte de alguna organización delictiva o de la estructura gubernamental. La postergación de este esfuerzo acelera la descomposición institucional, ahonda el descrédito de las instancias formales ante la sociedad y prolonga la impunidad”.


(Sin Embargo / Redacción / mayo 3, 2015 - 06:10h )

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