MÉXICO,
D.F., (apro).- En su primer día en funciones, el dirigente nacional del PRD,
Carlos Navarrete, advirtió que no se opone a que se vaya el gobernador de
Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, por los hechos registrados en Iguala.
Sin
embargo, advirtió que si se llegara a concretar tal posibilidad también deben
irse los gobernadores del Estado de México y Tamaulipas, los priistas Eruviel
Ávila y Egidio Torre Cantú, respectivamente.
“Cuando
hay toda una ofensiva diciendo que se vaya el gobernador (de Guerrero), yo digo
no me opondría (…) si se va junto con Eruviel y el gobernador de Tamaulipas”
(Egidio Torre), atajó el perredista durante la mesa de análisis de Noticias
MVS, primera emisión.
Al
fijar su postura como dirigente nacional respecto de la creciente violencia que
permea en uno de los estados gobernados por el PRD, Navarrete justificó que
Guerrero no es el único y puso como ejemplo el Estado de México, donde los
niveles de violencia son altos pero ahí si el gobernador cuenta con todo el
apoyo de la federación.
A
Eruviel Ávila “le mandan policía, le mandan Gendarmería, los casos los atrae
PGR y todo tranquilo”, fustigó el perredista.
En
el caso de Tamaulipas, donde también el gobierno federal ha echado a andar un
operativo federal para abatir al crimen organizado, Navarrete acusó que en una
reciente visita al estado no pudo salir del hotel donde se hospedada porque a
dos cuadras se escuchaban las balaceras.
El
líder nacional perredista reconoció un problema “severo” en Guerrero pero
criticó que el gobierno federal no le haya enviado elementos de la Gendarmería
Nacional.
En
el caso de Tlatlaya, donde fueron asesinadas 22 personas, insistió en que el
comandante supremo de las fuerzas armadas es el presidente Peña Nieto.
“Todos
los partidos podemos estar sujetos de que nuestros gobiernos sean penetrados
por el narcotráfico o por la vía de dinero o por la vía de plomo”, reconoció y
en el caso de Guerrero, donde hay pobreza, marginación, abandono y grupos
armados, “hay omisiones” de los gobiernos gobierno federal, estatal y
municipales, y en estos últimos hay complicidad y colusión, señaló Navarrete.
“Guerrero
nos muestra de lo que son capaces los delincuentes, son asesinos brutales”,
abundó.
Navarrete
consideró “obligada” una contraofensiva del gobierno mexicano contra el crimen
organizado en los estados azotados por éste, por lo que adelantó que el PRD se
lo propondrá al gobierno de Enrique Peña Nieto.
“No
hay duda que el Estado mexicano pasa por una enorme crisis en materia de
seguridad, está arrinconado en varias partes”, afirmó.
Se
trata, añadió, de una crisis profunda que tiene causas y razones, como en el
caso de Iguala, Guerrero y argumentó que el hecho de que el presidente haya
sacado de las primeras planas el tema de seguridad no ha contribuido a
combatirla.
“No
es solución a lo que estamos viviendo. El crimen organizado por el dinero que
maneja, y porque son asesinos fríos, penetra a los gobiernos de todos los
partidos. El crimen organizado no respetan banderas políticas”, dijo.
Lo
mismo puede haber un diputado del PRI ultimado en Jalisco, que un miembro del
Partido Verde Ecologista sentado junto al narcotraficante Héctor Beltrán Leyva,
apuntó.
(PROCESO/
LA REDACCIÓN/ 6 DE OCTUBRE DE 2014)
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