Tres de los hermanos Pineda Villa
–Alberto, Mario y Salomón–, cuñados del prófugo exalcalde de Iguala José Luis
Abarca, dieron origen al cártel Guerreros Unidos. La vida de esa familia se
inscribe en la historia de la lucha por el control de la Tierra Caliente
guerrerense, disputada por las mafias al ser ruta estratégica del narcotráfico.
Primero al servicio del Chapo Guzmán y luego a las órdenes de los Beltrán
Leyva, Alberto y Mario murieron en 2009. Salomón fue detenido ese mismo año,
pero quedó libre por deficiencias en la averiguación previa y hoy está señalado
como uno de los autores del ataque contra los normalistas de Ayotzinapa. Y pese
a que las autoridades lo dieron por capturado el jueves 9, en realidad ahora
mismo nadie sabe dónde está.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El
ataque de sicarios y policías municipales de Iguala, Guerrero, contra los
estudiantes de la Normal de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre, que dejó
seis muertos y 43 desaparecidos, podría haberse evitado.
En expedientes judiciales y
otra información recabada por Proceso se evidencia la negligente actuación de
la Procuraduría General de la República (PGR), que permitió que Salomón Pineda
Villa, El Salo o El Molón, estuviera libre. Las autoridades lo señalaban como
“máximo líder” del grupo delictivo Guerreros Unidos y fue uno de los autores
del ataque contra los normalistas.
Según la causa penal
101/2009, a la que tuvo acceso este semanario, El Salo –hermano de María de los
Ángeles Pineda, esposa del ahora exalcalde prófugo de Iguala, José Luis Abarca–
fue detenido en Cuernavaca, junto con su padre, Salomón Pineda Bermúdez; su
madre, Leticia Villa Ortuño, y nueve personas más el 5 de mayo de 2009, en un operativo de la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) Federal, encabezada por Genaro García Luna.
Antecedentes y testimonios
ministeriales señalaban al Salo y a sus hermanos como narcotraficantes que
operaban en Guerrero y Morelos por lo menos desde 2002, primero en forma
independiente, después como jefes operativos del Cártel de Sinaloa y luego de
los Beltrán Leyva.
Pero por las deficiencias de
la PGR –en el sexenio anterior, cuando la encabezaban Eduardo Medina Mora y
Marisela Morales– en la integración de la averiguación previa, el 5 de abril de
2013 el Juzgado Segundo de Distrito en Procesos Penales Federales en el estado
de Nayarit absolvió y dictó la orden de inmediata libertad en favor de Salomón
Pineda.
Según la sentencia, durante
cuatro años la PGR fue incapaz de presentar pruebas suficientes para acreditar
alguno de los cuatro delitos que le imputó al Salo: delincuencia organizada;
delitos contra la salud; acopio de armas de fuego de uso exclusivo del
Ejército, Armada o Fuerza Aérea, y posesión de cartuchos de uso exclusivo del
Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Al ser detenido estaba en
posesión de 11 armas y más de 300 cartuchos.
(FRAGMENTO DEL REPORTAJE QUE SE PUBLICA
EN LA REVISTA PROCESO 1981, YA EN CIRCULACIÓN)
(PROCESO/ Anabel Hernández/ 18 de
octubre de 2014)
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