Por no respetar sus “derechos humanos”,
por integrar mal los partes policiacos, por “criterio de los jueces” o por
descuidos, ladrones, asaltantes, homicidas y narcotraficantes son arrestados y
después, puestos en libertad. En lo que va del año, la SSPM ha detenido al
menos 160 delincuentes en más de una ocasión, y de 7 mil 485 presentados ante
el MP, solo el 25 por ciento se consigna a los Juzgados. Ladrones liberados se
convierten en homicidas o sicarios. También los secuestradores, ex policías que
trabajaban para el CAF, a punto de ser liberados
La confianza y certeza que
los integrantes del Grupo Coordinación en Baja California tenían en la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO), ha ido desvaneciéndose.
Tanto en la Secretaría de
Seguridad, como en la Procuraduría y en la Policía Municipal de Tijuana,
estaban seguros de que la Federación procesaría a los tres detenidos del 24 de
septiembre de 2014, una banda de ex policías secuestradores del Cártel Arellano
Félix, pero ahora no están seguros que eso suceda. Viven en la incertidumbre
institucional.
Los tres detenidos por
secuestro son José Daniel Canales Rodríguez “Ramsés” y/o “El Ram” (quien intentó acogerse a la figura
de testigo protegido); Armando Angulo Junior y César García Chávez. La SEIDO se
los llevó a México, luego de que en declaraciones, entregaron la identidad de
policías de todas las corporaciones que trabajan para el CAF. Pero de eso, ya
tampoco están seguros.
De hecho, para complementar
los dichos criminales y separar a los malos elementos primero para después
procesarlos, entre el 2 y 3 de octubre de 2014 los locales estaban sobre la
pista del ex policía municipal prófugo
Luis Jaime Verduzco Delgado “El Lic”, pero ya nada ha sucedido.
Si la SEIDO mantiene su línea
de no investigar desde la Ciudad de México los hechos ocurridos en Baja
California, que involucran a secuestradores y dos docenas de agentes, lo más
seguro, dicen, es que los criminales detenidos el 24 de septiembre, salgan
libres. Increíblemente, ni por el secuestro serían sancionados.
Aparte, obligaron a los
detenidos a señalar a los agentes corruptos por nombre y apellidos paterno y
materno. También les mostraron fotografías de agentes uniformados para que los
identificaran. De esa forma, los “investigadores” lograron que de 24 agentes
corruptos señalados, quedaran ocho municipales, seis ministeriales, dos
policías estatales preventivos y un número indeterminado de federales.
Ahora los titulares de la
Secretaría de Seguridad, de la Ministerial y la Municipal, no están tan seguros
de poder deshacerse de los elementos corrutos. Lo que sí han hecho, es que
aquellos sobre quienes tienen sospecha, han sido neutralizados en cargos
menores, y en dado caso que la SEIDO no los detenga, iniciarán procesos
administrativos para separarlos del cargo, por lo menos a los policías corruptos activos señalados en las primeras declaraciones de Daniel Canales
Rodríguez. Aunque quedarían impunes en la vía penal.
Por lo pronto y ante la
presunción de que la Procuraduría General de la República (PGR) vendría a
detenerlos, los policías deshonestos han bajado el nivel de su participación en
el crimen, tan es así, que en la última semana se reportó una disminución en
los secuestros, aunque no acabaron del todo.
CULPAN A JUECES DE RECICLAJE CRIMINAL
Para el miércoles 8 de
octubre de 2014, a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y a la
Procuraduría General de Justicia, les llegó la confirmación de la sospecha: los
agentes de la SEIDO no han podido procesar a los secuestradores detenidos, y
éstos podrían recuperar la libertad. Conforme más preguntas le hacían a uno de
ellos, Daniel Canales, más impreciso se tornaba. Estaba acomodando el terreno
para desdecirse de sus acusaciones, y la autoridad federal lo toleraba.
Cuando al acusador de
policías corrutos le mostraron álbumes de fotos de los agentes, vaciló al
momento de identificarlos. Dejó de proveer información, y en la Federación
dejaron de responder las llamadas de las corporaciones bajacalifornianas para
colaborar en la investigación.
“Todo iba bien amarrado, si
no se puede concretar son los jueces”, lamentó un investigador estatal.
Oficialmente, la SEIDO no ha
informado qué hará con los detenidos de este caso, ni con los agentes activos
denunciados, pero de liberarlos, la PGJE no podrá ejercer ninguna acción.
SECUESTROS PARA ELEGIR
A partir de la promulgación
de las leyes generales de secuestro y trata de personas, y la creación de la
Coordinación Nacional Antisecuestro, la fiscalía local recibió una notificación
mediante la cual, a partir del 1 septiembre, están obligados a notificar a la mencionada coordinación, de todos los
casos de secuestro y trata. Los expedientes se enviarán a la PGR, que a su vez
decidirá sí atrae el expediente y cómo lo pide.
En el caso de los
secuestradores y ex policías que trabajaban para el CAF, la PGR solicitó el
expediente y sus investigadores llegaron cuando habían pasado tres horas de la
captura. Pidieron toda la información, incluidas las averiguaciones previas de
los cuatro secuestros que las autoridades bajacalifornianas les imputaron.
A la PGJE no le dejaron ningún desglose,
entonces, si quedan libres, no tiene expedientes adicionales para procesarlos
por secuestro en el ámbito local.
BUSCADOS, DETENIDOS, PRESENTADOS, LIBERADOS Y
EMPODERADOS
Si estas averiguaciones de ex
policías secuestradores del CAF realizadas por la PGJE en coordinación con la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, y supuestamente ampliadas
por la SEIDO, no concluyen en la consignación de Daniel Canales, Armando
Angulo, César García, y órdenes de aprehensión contra el veterano integrante
del CAF, Lorenzo Hernández García “El Viejón”, el ex ministerial José Luis
Chávez “Ramiro” y una veintena de
policías, será un caso más de criminales detenidos en Baja California, y
liberados en la Ciudad de México.
Convertidos en ejemplos
destacados de impunidad, de la maraña de reciclaje criminal que persiste en
Baja California, los siguientes -identificados como líderes de células del
Cártel Arellano Félix y del Cártel de Sinaloa- han sido aprehendidos y
liberados:
* René Arzate García, “La Rana”.
* Manuel Ivanovich Zambrano Flores “El Jimmy”.
* Candelario Arceaga.
* José Luis Garibay Espinoza “Chuy Señor”.
* José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”.
* El ex ministerial Francisco Manzo Morán “El Negro”
y/o “el Billy”, asesinado en enero de 2014.
* Manuel Núñez López “Don Balas”.
En cuanto a criminales que
buscan ascender en el organigrama criminal, detenidos y presentados como
presuntos homicidas y después liberados, destacan Javier Lira Sotelo “El
Carnicero”; Javier Flores Hernández “El Javy”, “El 11-11” o “El de los Lentes”;
Javier Adrián Beltrán Cabrera “El Javy” y/o “R4”; Luis Manuel Toscano Rodríguez
“El Mono”; y Pedro Quintero Velázquez “El Pedro”, “El Jaguar” o “El 5-8”.
LIBERADOS PARA DELINQUIR
El proyectil atravesó el
cráneo. Primero el cañón del arma y luego el cráneo. Antes una mano jaló el
gatillo. ¿Qué pudo evitar en ese momento que el victimario disparara directo a
la cabeza de aquel comerciante?
La bala entró en la cabeza,
justo enseguida a la materia blanda y ahí se quedó. La cavidad de aquel hombre
quedó convertida en una sonaja de plomo y hueso. Una bala que pudo evitarse. Un
registro más qué contar en manos de la delincuencia.
Los impactos fueron fatales.
Don Gustavo Mendoza murió la madrugada del 2 de julio de 2014 en el Hospital
General de Tijuana, luego de ser recogido por paramédicos y policías
municipales del interior de su negocio de celulares, ubicado en la calle 16 de
la colonia Libertad.
Tres nombres están sellados
en el expediente judicial de este homicidio, detenidos esa misma tarde: Artemio
Bojórquez Sepúlveda, Jesús Delgado Guzmán y Martín Mosqueda Rojas. Este último,
como autor material.
Mosqueda Rojas ha estado en
manos de la autoridad en al menos cuatro ocasiones en lo que va del año. En el
Ministerio Público 3, detenido en flagrancia por otros delitos graves.
El 28 de enero, Mosqueda
Rojas, junto con otro hombre de nombre José Luis Hernández Rojas, agredieron a
un chofer de taxi libre por la madrugada. Lo habían despojado de 750 pesos y
sus documentos personales. Luego de que éste se negara a entregarles el
vehículo, Mosqueda lo agredió.
Según la Policía Municipal,
agentes adscritos al Distrito Centenario, observaron cómo los delincuentes
atacaron al taxista en la Rampa Azteca y Avenida San Ignacio, Colonia Valle
Vista.
Mosqueda y su cómplice
escaparon en otro vehículo que fue alcanzado por policías municipales, en el
cual encontraron herramientas para robar y agredir a sus víctimas. En aquella
ocasión, a pesar de asaltar, causar lesiones y daños al taxi, Mosqueda salió
libre.
A principios de marzo se le
detuvo de nuevo, por robo de vehículo. Según el parte oficial de ese mes,
Mosqueda Rojas manejaba una vagoneta robada que era remolcada por una mujer.
La camioneta Jeep Cherokee
con reporte de robo era jalada con sogas por la madrugada y tenía el sistema de
encendido violado. La detención se hizo en la colonia Misión de las Californias,
Delegación Cerro Colorado. Cuando fue interceptado por los agentes, Martín
Mosqueda Rojas intentó engañarlos, al declarar que era su vehículo y se había
descompuesto.
La camioneta había sido
reportada robada el 28 de febrero, y aunque el pick-up que jalaba a Mosqueda
también tenía la puerta y el encendido dañado, en la base de policías aún no se
contaba con reporte de robo. Junto con la mujer, Martín fue turnado al
Ministerio Público. Pero de nueva cuenta salió libre.
Mosqueda Rojas siguió fuera
de la Ley. El mismo mes de marzo, empleados de una gasolinera lo identificaron
como quien los asaltó con un arma de fuego.
El 3 de junio otra vez:
empleados de gasolinera en la colonia Libertad fueron víctimas de asalto.
Identificaron a la misma persona, solo que en esa ocasión, al huir le disparó a
un hombre de 43 años. El impacto fue en el abdomen y su libertad no fue
interrumpida.
Según bases de datos en
Estados Unidos consultadas por ZETA, Martín Mosqueda Rojas tuvo igualmente
enfrentamientos con la justicia en aquel país. Documentos en la Corte Federal
advierten que fue investigado en mayo de 2012. Estuvo detenido y pagó 25 mil
dólares de fianza por reincidir en el cruce hacia la Unión Americana.
En los documentos consultados
se refiere que al momento de la detención, pesaron contra él otros antecedentes
criminales. Deportado a Tijuana el 31 de marzo 2011, Mosqueda intentó ingresar
de nuevo al vecino país en abril del año siguiente, y fue detenido por segunda
ocasión.
Finalmente, el primero de
julio de 2014, fue capturado junto con
sus dos cómplices, luego de dispar a la cabeza del comerciante. En ese momento,
ya contaba con orden de aprehensión, pero no por asalto ni por robo, sino por
posesión de arma de fuego.
El caso de Martín Mosqueda y
su reincidente actividad delincuencial, es tan solo uno de tantos registrados
en Tijuana. Decenas, cientos de personas han sido detenidas en lo que va del
año más de una vez: asaltantes, ladrones, violadores, gente armada y
narcotraficantes son arrestados por las policías y dejados en libertad por el
sistema -paradójicamente- de justicia.
SOBRAN
Las policías Municipal y
Estatal hacen arrestos importantes
tratándose de delincuentes reincidentes. Una cifra de la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal calcula al menos 160 personas de enero hasta julio
de 2014, que han sido detenidas en más de dos ocasiones.
Por otro lado, empleados que
tienen acceso a información en la corporación municipal han notado entre uno o
dos casos “importantes” de reincidencia por mes.
Jesús Vázquez Casas fue
detenido esta semana portando un arma 9 milímetros. La SSPM reportó el 26 de
agosto la detención en la colonia Altiplano del hombre que, con este arresto,
colecciona tres en lo que va del año.
A Vázquez se le capturó luego de que su ex
esposa reportó su conducta violenta. El arma estaba abastecida con al menos
diez cartuchos. La mujer dijo a los uniformados que en otras ocasiones el
detenido la había amenazado de muerte.
De hecho, en mayo, a Vásquez
se le había detenido por portación de arma de fuego, siendo turnado al
Ministerio Público Federal. Evidentemente quedó libre. Y en otro caso, en julio
de este año, se le turnó por lesiones contra otra persona.
O el caso de Aarón Hernán
Silva, detenido en tres ocasiones en menos de nueve meses por la Policía
Municipal. En septiembre del año pasado, asaltando un comercio de manera
violenta y a mano armada junto con otro hombre. Detenido y liberado. En octubre
fue arrestado por venta de droga cerca de la Escuela “Belisario Domínguez” de la
colonia Buenos Aires. Detenido y liberado. Y el último: el 24 de julio de 2014
fue capturado por asaltar otro comercio en Infonavit Presidentes.
EL COLMO
Una de las explicaciones más
comunes que alguien encontrará al preguntar por qué los delincuentes son
detenidos y liberados, es que el parte policiaco lleva inconsistencias. Por
ejemplo, a partir del 25 de agosto, la PGJE impartió cursos a agentes de
diferentes corporaciones en Tecate.
La subprocuradora de Zona
Tecate, Patricia Ortega Inzunza, informó en un comunicado de prensa que “el
parte informativo es una herramienta de inicio para la acción legal, es de suma
importancia que todos los agentes conozcan y entiendan la correcta elaboración
del reporte por escrito, donde se narra una relación de los hechos involucrados
en un suceso en específico”.
Pero en Tecate, no solo por
los partes mal hechos, los delincuentes salen libres. Fenquia Vanessa García
López fue detenida en junio de 2013 junto con Hiram Castañeda Rodríguez, por
robo de vehículos y baterías en la Zona Centro. Según el parte, fueron
arrestados en flagrancia por municipales. Días después se liberó a ambos.
A mediados de abril del
presente año, la PGJE y la Policía Municipal de Tecate recuperaron 38 carros
robados y múltiples piezas, en ese arresto cayeron al menos nueve personas,
entre ellas Vanessa e Hiram, liberados meses atrás. Según la declaración de los
detenidos, la mujer lideraba la banda dedicada al robo de vehículos.
Días después, la señalada
escapó de las celdas municipales. Esposada y a pie, los agentes perdieron a la
detenida. A los días Hiram y el resto de los aprehendidos salieron en libertad.
Hace tres semanas, otra vez
Vanessa e Hiram fueron detenidos por la Policía Municipal por lesiones y riña.
Hoy, una vez más, están libres.
Estos casos no terminan. A
Isaac Tochiraja Carreño, de 19 años, se le arrestó en menos de un año en dos
ocasiones. La primera en noviembre de 2013, en posesión de 38 dosis de heroína
y nueve de “cristal” en el Centro de Tijuana. Salió libre. La segunda vez lo
agarraron con mil 358 globos de heroína en la misma zona.
Fabián Hernández Contreras y
Héctor Emmanuel Tejado Línea han sido arrestados en los últimos meses por robo
con violencia con pistolas y navajas y en flagrancia. Fueron liberados.
La lista de los detenidos,
liberados y reincidentes, es extensa.
EN EL CLAVO: LARES
En entrevista, el secretario
de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Alejandro Lares, resume lo que se
desencadena ante tanta reincidencia delincuencial:
“Iniciaban por una cantidad
de dosis de algún tipo de droga, iba aumentando con la misma cantidad de
enervante y con un arma, y luego hasta detenerlos con más cantidad de enervante
y otro tipo de armas, hasta asaltos y homicidios”.
El pequeño delincuente al que
se detuvo y se le liberó, posteriormente se convierte en un peligro mayor, un
criminal de alto impacto, un homicida.
Lares explica que en la
corporación que dirige, en la mayoría de los casos, los reincidentes tienen que
ver con drogas: “En el narcomenudeo y micromenudeo, hemos detectado que han
sido ya consignado muchos de éstos que antes eran reincidentes”.
Agrega: “Los oficiales
notamos de inmediato cuando es un reincidente, sin embargo, eso no pega en el
servicio, seguimos deteniéndolos y vamos a seguir deteniéndolos. Obviamente, si
los jueces determinan que está mal elaborada la turnación o la puesta a
disposición, al final del día ellos son los de la responsabilidad de dejar en
libertad. Nosotros seguiremos deteniendo y haciendo lo procedente”.
SI NO HAY FLAGRANCIA
“SE TIENEN QUE DEJAR IR”
En el caso hipotético de que
un asaltante, un secuestrador, violador o ladrón de casas, sea identificado por
la víctima o testigos al día siguiente de haber cometido el delito, ni
elementos de la PGJE, ni corporación adicional alguna, lo pueden arrestar.
Es más, así el delincuente
admitiera ante el Ministerio Público o la Policía que días anteriores cometió
el delito -lo que procede apegado a la Ley–, se le deja en libertad, “al darse
cuenta que los hechos fueron en días anteriores, no hay flagrancia, no te puedo
dejar detenido, se tiene que dejar ir”, refiere Gilberto Cota Alanís,
subprocurador de Justicia del Estado en Tijuana.
El funcionario refiere a ZETA
uno de los motivos por los que
delincuentes simplemente como entran a la PGJE, igualmente salen: “El
Ministerio Público lo primero que revisa es que la detención se haya hecho
legal o no, y si es ilegal, pues se deja en libertad”.
Y para que sea legal, es
decir, para que un policía pueda detener a un delincuente, debe hacerlo en
“flagrancia delictiva”, esto es, en el acto mismo.
En su Artículo 106, el Código
de Procedimientos Penales del Estado de Baja California, menciona lo que es la
flagrancia, la casi flagrancia y la equiparable a la flagrancia, requisitos
para que alguien sea detenido sin una orden de aprehensión.
La equiparable sería que
antes de las 72 horas posteriores a la comisión del delito, algún testigo o la
víctima lograra identificar al delincuente y éste estuviera en posesión de
objetos con los que se cometió el delito. Sin embargo, la Suprema Corte
resolvió anticonstitucional este párrafo y quedó sin efecto. En este caso,
sentenció que la equiparable a flagrancia violaba la Constitución Política,
donde anota que “nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,
papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento”.
“Antes de esta resolución de
la Corte, la autoridad podía no sorprender al delincuente cometiendo un delito,
pero dentro de las 72 horas siguientes de la comisión del delito, es señalado
por la víctima, un testigo o un partícipe, y se le encuentra un objeto o
instrumento relacionado con el delito, entonces sí se trata de un delito grave,
se podía detener y consignar. Pero esto quedó fuera”, detalla Cota Alanís.
Y remata: “Actualmente ya es
de una sola forma, o detener en el momento mismo del delito, o inmediatamente
después de una persecución y sin perderlo de vista”.
La nueva reforma federal al
Código de Procedimientos Penales está redactada similar al Código del Estado,
donde se declaró contradictoria a la Constitución. En fin, para que el
delincuente sea procesado, debe ser aprehendido en el momento y acreditar esa detención.
Además de turnarlo “inmediatamente
después de haberlo cometido”.
“Si en un momento dado alguna
persona fue detenida ilegalmente, aunque la autoridad haya calificado como
legal la detención y el juez la haya ratificado, se le condena; sin embargo, en
una revisión, apelación o amparo se advierte que no se respetó algún derecho
fundamental, se anula todo el proceso. Se anulan acusaciones y procesos, porque
la Ley dice que cuando una persona debe ser detenida, debe ser puesta
inmediatamente a disposición del Ministerio Público… lo estrictamente necesario
para que la autoridad turne, es decir, en lo que se hace el parte y se
traslada. La detención debe ser en las condiciones que marca la Ley, sin orden
judicial”, concluye Gilberto Cota Alanís.
CRIMINALES EN ASCENSO
El problema de reciclaje de
delincuentes no solo se da entre los presuntos malhechores que pueden pagar
fuertes sumas para ser liberados como los antes mencionados. La impunidad
empieza en los niveles más bajos del mundo criminal.
Como muestra, actualmente la
Policía Municipal de Tijuana maneja un listado de 76 “Delincuentes Reincidentes
Relevantes”, tienen más, pero éstos les preocupan y ocupan, todos han sido
detenidos dos o más veces.
Por el mismo delito: 20 por
alguna modalidad de robo, la mayoría con violencia; 16 por delitos contra la
salud; nueve por posesión de arma de fuego; tres por daños en propiedad ajena;
un tarjetero y uno por faltas al Bando.
Por delitos diferentes son
14, pasan del robo a la posesión de armas, a la venta de droga.
Once casos tienen ascensos
más dramáticos: Asunción Arango y
Cristian Armenta, primero por posesión de armas, después por homicidio;
Rodrigo Nafarrete, primero por armas y luego en un enfrentamiento a balazos;
Óscar Escobar, dos veces presentado por asesinato; y Carlos Arango Chotenco,
detenidos tres veces por un cuerpo entambado, después por una violación, y
recientemente por lesiones.
Además de Édgar Quintana,
Sergio Llamas, Antonio Ramírez y Fernando de la Mora Alba, detenidos una vez
por robo, delitos contra la salud y
posesión de armas, y una segunda vez como sospechosos de secuestro o privación
ilegal de la libertad.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/Rosario
Mosso Castro/15 de Octubre del 2014 a las 20:54:00)
No hay comentarios:
Publicar un comentario