A dos meses y medio de que iniciara la
guerra entre cárteles en La Paz, la PGR no atrae la investigación de asesinatos
vinculados al crimen organizado. “Es una lucha entre delincuentes”, simplifica
el delegado de la Procuraduría federal, José Eduardo Peruyero Redondo
Desde hace 73 días, la
población de Baja California Sur vive una escalada de violencia, luego de que
algunas células criminales de Sinaloa tomaran La Paz como campo de batalla,
desatando una guerra a muerte por el control de la venta, distribución y
trasiego de droga.
Por un lado, el Cártel de
Sinaloa, y por otro, el de los Beltrán Leyva. Aun cuando reportes de
inteligencia federales y de las fuerzas armadas concluyen que la causa del
enfrentamiento es por una traición entre integrantes de la mafia y jefes
policiacos, y la doble venta de la plaza del narcomenudeo -inclusive de que
cuando menos tres de los fallecidos están plenamente identificados como
integrantes del crimen organizado-, la Procuraduría General de la República
(PGR) permanece como mudo e inmóvil testigo en la ola de ejecuciones; mientras
su representante, José Eduardo Peruyero Redondo, no da señales de que querer
atraer las investigaciones del caso de los -hasta ahora- 18 muertos por esta
pugna.
Por el contrario, en tanto el
número de asesinatos va en ascenso, Peruyero considera que la reciente ola de
ejecuciones “es una lucha entre delincuentes” y que “la ciudadanía debe
conservar la calma”, porque “no son situaciones graves”.
“El Estado no ha quedado
fuera del panorama nacional de inseguridad”, e incluso descartó riesgos para la
ciudadanía, siempre y cuando “no se entrometan donde no deben, porque una bala
perdida no se puede controlar, por lo que la ciudadanía debe cuidarse por sí
misma y ser nuestros propios policías para cuidar nuestra seguridad”.
Durante una entrevista con
medios de comunicación de Baja California Sur, el delegado de la PGR afirmó que
por lo pronto las investigaciones continuarán bajo el mando de la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE) y solo atraerá las investigaciones
criminales hasta que existan elementos legales suficientes para acreditar que
los asesinatos son hechos relacionados con la delincuencia organizada.
— ¿Cómo sería el
procedimiento?, se le preguntó.
“Cuando ellos consideren
(refiriéndose a la PGJE) en un momento dado que se pueden tener los elementos
necesarios para decir que se trata de un delito grave, porque la Ley así lo
dispone, en ese momento se va a declarar competencia”.
— Pero se han encontrado
cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas…
“No es suficiente,
necesitamos armas físicas, la vinculación de células del crimen organizado se
tiene que hacer legalmente hablando para poder declarar la competencia”.
Desde el primer homicidio de esta
narcoguerra, ocurrido el 31 de julio de 2014 en el Kilómetro 8.5 de la
carretera de La Paz a Los Planes, la PGJE solicitó formalmente a la PGR ejercer
su facultad de atraer la investigación, por tratarse de un caso de relevancia
nacional, sobre todo por la participación directa de cárteles internacionales,
incluso su intervención fue planteada por el propio gobernador Marcos Alberto
Covarrubias Villaseñor, en el marco de una reunión del Grupo Coordinación de
Seguridad Pública.
No obstante, la delegación de
la PGR no atrajo el caso -y los que vinieron después-, a pesar de que el
Artículo 4 fracción I de la Ley Orgánica de la PGR, establece claramente que el
Agente del Ministerio Público de la Federación tiene la obligación de
investigar y perseguir los delitos cuando -según el inciso D- “ejerza sus
facultades de investigación respecto de los delitos en materiales concurrentes
(participación de varias personas con un solo fin), cuando las leyes otorguen
competencia a las autoridades del fuero común, siempre que prevalezca en el
conocimiento del asunto, y el Agente del Ministerio Público del Fuero Común
solicite la remisión de la investigación o se actualicen las hipótesis que para
efectos se contemplan en la Ley”.
Mientras que el Artículo 10
del Código Federal de Procedimientos Penales establece: “Es competente para
conocer de los delitos continuados o continuos o permanentes (cuando se
prologan en el tiempo) cualquiera de los tribunales en cuyo territorio aquellos
produzcan efectos o hayan realizado actos constitutivos de tales delitos. En
caso de concurso de delitos, el Agente del Ministerio Público de la Federación
será competente para conocer de los delitos del fuero común que tengan
conectividad con delitos federales, y los jueces federales tendrán, asimismo,
competencia para juzgarlos”.
Según un abogado consultado
por ZETA, el Artículo 62 de la Ley Orgánica de la PGR indica que la omisión
también es causa de responsabilidades y se castiga por no cumplir, retrasar o
perjudicar por negligencia la debida actuación del Agente del Ministerio
Público de la Federación, e inclusive por incumplir con cualquiera de las
obligaciones y otras disposiciones aplicables.
LAS EVIDENCIAS
A pesar de que la negativa y
de que el delegado Peruyero Redondo aceptó carecer de elementos de peso que
permitan atraer las investigaciones de las narcoejecuciones, un experto en
delincuencia organizada consultado por este Semanario expuso que “el número de
muertos en condiciones muy similares, el armamento utilizado en los homicidios,
el volumen de cartuchos percutidos y la recurrencia de los crímenes desde el 31
de julio a la fecha son factores determinantes para que la PGR pueda atraerse
las investigaciones criminales.
“Es más, ya debería tener
desplegado un grupo de agentes de la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada, y recabando información sobre los
grupos criminales y autores intelectuales y materiales de los homicidios”,
comentó, para complementar: “Si eso no ha sucedido, puede ser porque, o hay
muchos mandos metidos con la mafia, o por razones políticas, en virtud de que
el Gobierno Federal es distinto ideológicamente hablando al del Estado, y los
temas negativos convienen políticamente a una de las partes”.
Desde su punto de vista, el
número de asesinatos va en aumento porque “los delincuentes aparentemente ya
perdieron el miedo y el respeto a la autoridad, sea federal, estatal o
municipal, por la simple razón de que están pagando protección, y por ende,
impunidad para hacer y deshacer sin que nadie ponga un freno”.
Según el consultado, “hasta
ahora se ha visto una respuesta débil e ineficaz de parte de la autoridad
competente, porque como se sabe, todos los gobiernos tienen elaborado un mapa
delictivo de los cabecillas de la delincuencia organizada, y a pesar de saber
quiénes son y dónde están, ni actúan ni los detienen, por eso siguen asesinando
gente y generando una situación de impunidad absoluta”.
— ¿Qué podría pasar en caso
de que esta ola de violencia continúe?
“Bueno, lo que puede pasar es
que primero puede colapsarse el sistema de seguridad y después la delincuencia
organizada se expanda hacia otros municipios del estado, los más cercanos, como
puede ser Los Cabos o Comondú, y eso a mediano o largo plazo es muy peligroso,
porque las disputas comenzarán a crecer en todo el territorio y de ahí
derivarán otras cosas como extorsiones, pago de cuotas de protección y hasta
secuestros”.
El especialista puso de
ejemplo el caso de Cancún, Acapulco o Mazatlán, donde empezaron las disputas
entre los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, cuyas autoridades no
supieron contrarrestar las actividades delictivas, dando como resultado un severo
daño a la economía.
“Si en Baja California Sur no
se pone mano dura y no se detiene a los responsables de la ola de ejecuciones,
el estado en cinco años estará peor que Cancún o Acapulco en materia de
seguridad, por la cercanía con el violento Estado de Sinaloa”, consideró.
Según datos recabados por
ZETA, en esta lucha la PGJE logró recolectar evidencias que son elementos
jurídicamente probatorios de que los crímenes de los últimos cuatro meses han
tenido conexión con la delincuencia organizada. Son los siguientes:
* El homicidio de dos integrantes del Cártel de
Sinaloa, según el mapa delictivo de autoridades federales y militares en
México, identificados como Jesús Esteban Espinoza Velázquez “El Pantera” y
Alberto Montero Lizárraga “El Betillo”, “El Mago” o “El Mandraque”; y uno de
los Beltrán Leyva, conocido como José Federico Gaxiola Osuna “El Pikas”. El
penúltimo en mención fue incluido en un informe de la Secretaría de Marina,
denominado “Red de Vínculos” de la mafia sinaloense y boletinado por organismos
internacionales como DEA e Interpol, por tráfico de droga en Perú.
* La captura de siete sicarios, identificados como
Eusebio Orona Quiñonez, Teodoro Orona Quiñonez, Rubén Adrián Dávila Quiñonez,
Fausto Rodolfo Zavala Robles, Hipólito Noé Solís Hernández “El Combayo”,
Ranulfo o Arnulfo Lozoya Portillo y/o Rodrigo López García y Édgar Armando
Hernández Ramos, algunos de los cuales están confesos de haber participado en
la ola de crímenes por asuntos de narcotráfico.
* El decomiso de dos fusiles de asalto, cuatro
pistolas, 17 cargadores y cartuchos útiles, y droga que se desglosa de la
siguiente manera: una pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros con matrícula
BER159551Z; una pistola Pietro Beretta calibre 9 mm, matrícula BER308315Z; una
pistola Pietro Beretta calibre 9 mm, matrícula ilegible; siete cargadores de
arma de fuego calibre 9 mm; 92 cartuchos útiles 9 mm; un fusil AK-47 calibre
7.62x39 mm, matrícula 0017766; un cargador abastecido calibre 7.62x39 mm; una
pistola Glock calibre 9 mm, matrícula BED268US; un cargador abastecido con 17
cartuchos útiles calibre 9 mm; cuatro cargadores abastecidos con 30 cartuchos
útiles cada uno, calibre 7.62x 39 mm; 300 grapas de cocaína; 800 grapas de
“cristal”; un fusil G3 calibre 7.62x51 mm, matrícula HK91A049926; tres
cargadores abastecidos calibre 7.62x51 mm; y un cargador con 15 cartuchos
útiles calibre 9 mm.
* La percusión de alrededor de 600 cartuchos calibre
45 mm, 9 mm, 7.62 mm y .223 mm.
* La utilización de aproximadamente 40 pistolas y
fusiles de asalto R-15 y AK-47 en los homicidios.
Por si esto fuera poco, de
acuerdo a pruebas de balística realizadas por la PGJE, una de las armas de
fuego incautadas a sicarios dio positivo en la utilización de dos de los 18
asesinatos perpetrados por el crimen organizado.
Se trata de un rifle de
asalto AK-47 calibre 7.62 x 39 mm, localizado dentro del domicilio del
narcomenudista Hipólito Noé Solís Hernández “El Combayo”, quien fue atacado por
un comando armado el 24 de septiembre, cuando se encontraba en su domicilio de
la colonia Vuelo del Águila, en el poblado de Todos Santos.
En el cotejo balístico, los
peritos en criminalista descubrieron que el rifle de asalto en poder de “El
Combayo” era el mismo que se utilizó en la triple ejecución de la comunidad de
Los Barriles, donde perdieron la vida el jefe de la plaza del narcomenudeo,
José Ramón Sánchez Quiroz “El Pelón”,
Rosendo Jesús Acevedo Amador “El Chendo” y Guadalupe Torres López “La
Melody”.
El dueño del arma de fuego
reconoció que el fusil se usó en el triple homicidio, y expuso que en el ataque
participaron también los hermanos Gustavo y Ranulfo y/o Arnulfo Lozada
Portillo, con quienes dijo trabajar como sicario de su banda.
EL RÉCORD
La narcoguerra entre grupos
rivales parece no tener fin. Esta semana se registraron cuatro tiroteos en La
Paz, una ciudad que se caracterizaba por su tranquilidad, donde tres personas
fueron ejecutadas.
Hasta el cierre de edición y
según un recuento elaborado por ZETA, el saldo arrojado en esta guerra de
narcotraficantes es el siguiente:
* 18 personas asesinadas, originarias de La Paz y
Ciudad Constitución, Baja California Sur; El Dorado, Mazatlán, Culiacán,
Navolato, Guamúchil, Sinaloa; y
Acayucan, Veracruz.
* 10 personas heridas, dos torturadas.
* Siete sicarios detenidos, de los cuales tres están
relacionados directamente con dos homicidios, el resto fueron capturados en
posesión de tres armas de fuego, mientras merodeaban la casa del ex subdirector
de la Policía Ministerial del Estado, Martín Álvarez Savín. Se les consignó a
la PGR, bajo el oficio 12734/GRI/2014.
En base a estadísticas de la
PGJE, el pico más alto de crímenes se dio
justo esta semana que termina, al presentarse un ataque armado por día,
donde las víctimas fueron identificadas como:
José Eleodoro López González
“El Josesillo”. Asesinado de diez tiros sobre las calles Pirul y Héroes de
Independencia, Colonia Arboledas de La Paz. Testigos expusieron que la tarde
del lunes 6 de octubre, la víctima bajaba de su vehículo, un automóvil Honda
Accord color vino, cuando observaron que tres personas del sexo masculino,
todos vestidos de negro y pasamontañas y empuñando armas largas, descendieron
de un pick-up color gris con franjas negras a los costados, y atacaron a “El
Josesillo” mientras dejaba un pedido de droga en un negocio aledaño. López vestía short y
chanclas, no portaba playera.
Los testigos alcanzaron a ver
que el vehículo de los atacantes era un pick-up Toyota Hilux cuatro puertas,
vidrios polarizados, rines originales y llantas todo terreno.
Dany Algarith Castro Avendaño
“El Soldado”. Ejecutado de un tiro en la cabeza el martes 7 de octubre, en las
inmediaciones del arroyo El Cajoncito en La Paz, a escasos mil metros del
libramiento Santiago Oceguera. La víctima era originaria de Culiacán, Sinaloa,
y tenía un año de haberse retirado como militar, según el registro
administrativo 3702002289318C en el Estado de Sinaloa. El cadáver presentaba
huellas de tortura “por lesiones encontradas tipo equimosis en ambos brazos,
hombros y piernas”, y estaba en una laguna de sangre. En la escena del crimen
se recolectaron huellas de vehículos y de calzado.
Francisco Javier Chávez Pérez
“El Panchito” o “El Pancho”. Abatido de cuatro tiros el miércoles 8 de octubre,
cuando entregaba un pedido de droga sobre el andador Aportación y Serdán del
fraccionamiento Solidaridad. Fue interceptado por sus victimarios.
En base a versiones de
testigos, el narcomenudista salió del lugar, casi en frente del minisúper 7,
cuando se escucharon cuatro detonaciones, por lo que aceleró la velocidad,
dobló a la izquierda sobre el callejón de acceso, cruzando velozmente por la
calle Guillermo Prieto hasta quedar en la cochera de un domicilio particular de
la colonia Inalapa.
Durante ese trayecto
-aproximadamente dos cuadras- las personas que caminaban y estaban por el lugar
de inmediato se tiraron al piso y se escondieron entre vehículos y bardas, por
el riesgo de la maniobra de ataque.
Desde una de las ventanillas
de su unidad Honda CRV color gris, cuatro puertas, los sicarios sacaron una
pistola y dispararon contra el vehículo de la víctima, un automóvil Toyota
Camry color blanco. Murió casi de inmediato.
En el interior de la
unidad, modelo 2012 y placas de
circulación 526-PMD-4, se encontraron cuatro celulares, varios dispositivos
USB, envoltorios de “cristal”, marihuana y cocaína, además de 6 mil 421 pesos
con 50 centavos en efectivo.
Carlos Eduardo López Orante.
Baleado la madrugada del jueves 9 de octubre, cuando circulaba sobre la calle
Manuel Marqués de León y M. Diéguez, Colonia Los Olivos de La Paz. Según las
primeras investigaciones, el C4 recibió una llamada de disparos de arma de
fuego en ese punto alrededor de las seis de la mañana, por lo que agentes de
Investigación de la PGJE se presentaron. Allí encontraron un cartucho percutido
calibre .45, no observando personas lesionadas durante la inspección y
verificación de la información, por lo que se aseguró el área y se levantó el
indicio, dando fe de una mancha de sangre en el cofre de un automóvil blanco.
Dos horas después, a las 8:20
am, apareció una persona lesionada en la cabeza con una esquirla de bala
calibre .45, por lo que se le trasladó al hospital “Juan María de Salvatierra”.
Hasta el cierre de edición,
el herido, de nombre Carlos Eduardo López Orantes, de 22 años, era atendido en
el nosocomio y, según las primeras investigaciones, presuntamente habría
escapado de un levantón perpetrado por un comando armado.
Por último, los agentes de
investigación recibieron información de que otras dos personas habían sido
levantadas, de las cuales se desconocían nombres y su paradero.
Los ejecutados
Nombre
|
Apodo
|
Edad
|
Origen
|
Jesús
Esteban Espinoza Velázquez
|
“El
Pantera”
|
36 años
|
El Dorado,
Sinaloa
|
Alberto
Montero Lizárraga
|
“El
Betillo”, “El Mago” o “El Mandraque”
|
36 años
|
Mazatlán,
Sin.
|
José
Enrique Urquiza Portillo
|
“El
Ferrari” o “El Moreno”
|
41 años
|
Culiacán,
Sin.
|
Juan
Antonio Herrera Güemez
|
“El Tony”,
“El Pelón” o “El Negro”
|
18 años
|
La Paz,
Baja California Sur
|
Gerardo
Geraldo Méndez
|
“El Geras”
|
41 años
|
La Paz,
BCS
|
Carlos
Miguel Calderón Hinojosa
|
“El
Birolo”
|
39 años
|
Ciudad
Constitución, BCS
|
Luis
Fernando Leyva Guzmán
|
“Don Fer”
|
50 años
|
Navolato,
Sin.
|
José Ramón
Sánchez Quiroz
|
“El Pelón”
|
33 años
|
Culiacán,
Sin.
|
Rosendo
Jesús Acevedo Amador
|
“El
Chendo”
|
25 años
|
La Paz,
BCS
|
Guadalupe
Torres López
|
“La
Melody”
|
31 años
|
Culiacán,
Sin.
|
Marcelo
Gómez Jiménez
|
“EL Tony”,
“El Pelón” o “El Marce”
|
29 años
|
Acayucan,
Veracruz
|
José
Federico Gaxiola Osuna
|
“El Pikas”
|
39 años
|
Mazatlán,
Sin.
|
Luis
Alejandro Sánchez Álvarez
|
“El Alex”
|
27 años
|
La Paz,
BCS
|
Óscar
Fernando Ramírez Flores
|
“El Óscar”
|
34 años
|
El Dorado,
Sin.
|
Marcos
Gerónimo Alvarado Uriarte
|
“El
Sinaloense”
|
33 años
|
Culiacán,
Sin.
|
José
Eliodoro López González
|
“El
Josesillo”
|
35 años
|
Guamúchil,
Sin.
|
Dany
Algarith Castro Avendaño
|
“El
Soldado”
|
26 años
|
Culiacán,
Sin.
|
Francisco
Javier Chávez Pérez
|
“El
Panchito” o “El Pancho”
|
21 años
|
Culiacán,
Sin.
|
Fuente: PGJE
Los heridos
Nombre
|
Edad
|
Origen
|
Lesiones
|
Jesús
Ernesto Tirado Palomares “El Chuy”
|
22 años
|
Mazatlán,
Sinaloa
|
Policontundido
|
José
Francisco Lizárraga Félix “El Chapo”
|
25 años
|
Navolato,
Sin.
|
Policontundido
|
Eduardo
Salvador Aguilar Sosa
|
24 años
|
Ciudad
Constitución, Baja California Sur
|
Policontundido
|
Hipólito
Noé Solís Hernández “El Combayo”
|
29 años
|
Los
Mochis, Sin.
|
Herido por
proyectil de arma de fuego
|
María de
Jesús Domínguez Guerrero
|
25 años
|
La Paz,
BCS
|
Herida por
proyectil de arma de fuego
|
Armando
Bautista Rivera
|
18 años
|
Xalapa,
Veracruz
|
Herido por
proyectil de arma de fuego
|
Carlos
Francisco Morales Fregoso “El Güero”
|
38 años
|
Mazatlán,
Sin.
|
Herido por
proyectil de arma de fuego
|
Jesús
Eleana Sánchez Loarca
|
25 años
|
La Paz,
BCS
|
Herida por
proyectil de arma de fuego
|
Luisa
Guadalupe Arreola Murillo
|
26 años
|
La Paz,
BCS
|
Herida por
proyectil de arma de fuego
|
Carlos
Eduardo López Orante
|
27 años
|
---------
|
Herido por
proyectil de arma de fuego
|
Fuente: PGJE
El armamento utilizado en crímenes
Fecha
|
Averiguación
Previa
|
Armas de
fuego
|
Cartuchos
percutidos
|
31 de
julio
|
LPZ/032/HOM/2014
|
Dos
pistolas 9 milímetros, 12 rifles R-15 y tres AK-47
|
250
calibre 9 milímetros, .223 y 7.62 mm
|
16 de
agosto
|
LPZ/033/HOM/2014
|
Una
pistola 9 mm
|
15,
calibre 9 mm
|
17 de
agosto
|
LPZ/034/HOM/2014
|
Una
pistola 9 mm, un rifle R-15 y un rifle AK-47
|
31, cuatro
calibre 9 mm, 12 calibre .223 y 15 calibre 7.62
|
23 de
agosto
|
LPZ/035/HOM/2014
|
Una
pistola 45
|
3, calibre
.45 mm
|
1 de
septiembre
|
LPZ/039/HOM/2014
|
Un rifle
R-15 y tres rifles AK-47
|
112, 87
calibre 7.62 y 25 calibre .223 mm
|
10 de
septiembre
|
LPZ/042/HOM/2014
|
Dos rifles
R-15
|
45,
calibre .223 mm
|
24 de
septiembre
|
-------
|
Una
pistola 9 mm, un rifle R-15 y un rifle AK-47
|
19,
calibre 9 mm, .223 y 7.62 mm
|
29 de
septiembre
|
LPZ/044/HOM/2014
|
Una
pistola 9 mm
|
15,
calibre 9 mm
|
6 de
octubre
|
LPZ/046/HOM/2014
|
Cuatro
rifles R-15
|
10,
calibre .223 mm
|
7 de
octubre
|
LPZ/047/HOM/2014
|
Una
pistola 9 mm
|
2, calibre
9 mm
|
8 de
octubre
|
LPZ/048/HOM/2014
|
-------
|
-------
|
Fuente: PGJE
Los detenidos
Nombre
|
Fecha
|
Origen
|
Descripción
|
Eusebio
Orona Quiñonez
|
26 de
agosto
|
Culiacán,
Sinaloa
|
Detenido
en posesión de pistola 9 milímetros
|
Teodoro
Orona Quiñonez
|
26 de
agosto
|
Culiacán,
Sin.
|
Detenido
en posesión de pistola 9 mm
|
Rubén
Adrián Dávila Quiñonez
|
26 de
agosto
|
Culiacán,
Sin.
|
Detenido
en posesión de pistola 9 mm
|
Fausto
Rodolfo Zavala Robles
|
26 de
agosto
|
Culiacán,
Sin.
|
Detenido
en posesión de pistola 9 mm
|
Ranulfo o
Arnuldo Lozoya Portillo y/o Rodrigo López García
|
22 de
septiembre
|
Guamúchil,
Sin.
|
Autor
material de triple homicidio en Los Barriles
|
Hipólito
Noé Solís Hernández “El Combayo”
|
24 de
septiembre
|
Los
Mochis, Sin.
|
Autor
material de triple homicidio en Los Barriles
|
Édgar
Armando Hernández Ramos
|
29 de
septiembre
|
Culiacán,
Sin.
|
Autor
material de doble homicidio en Fraccionamiento Progreso Vivah
|
Fuente: PGJE
(SEMANARIO ZETA/ Gerardo Zúñiga Pacheco/
REPORTAJEZ BCS/ 14 de Octubre del 2014 a las 12:00:01)
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